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José Sacristán, una larga carrera hasta el Goya de Honor

Jesús Casañas| 23 de noviembre de 2021

José Sacristán recibirá el Goya de Honor 2022. Repasamos vida y obra de uno de nuestros actores más prolíficos en cine, teatro y televisión.

La Academia de Cine ha confirmado que el actor José Sacristán ha sido elegido para recibir el Goya de Honor 2022. Según aseguran desde la institución, recibirá el reconocimiento de la profesión por “representarnos de forma única en tantos títulos inolvidables que forman parte de nuestra memoria íntima” y por “adelantar desde la pantalla algunos de los grandes cambios que vivimos en nuestro cine y en nuestra sociedad”. Lo hará en la gala que se celebrará el próximo 12 de febrero en Les Arts de Valencia.

La Junta Directiva de la Academia ha decidido otorgarle este premio honorífico “por ser un modelo de entrega, pasión, ética y profesionalidad para todos los cineastas jóvenes. Por ser el rostro y la voz del cine español de las últimas seis décadas. Por saber representarnos de forma única en tantos títulos inolvidables que forman parte de nuestra memoria íntima. Y por haber sabido adelantar desde el reflejo que nos ha devuelto en la pantalla algunos de los grandes cambios que hemos vivido en nuestro cine y en nuestra sociedad”.

 

José Sacristán
Arriba, José Sacristán en un retrato de Jorge Fuembuena. Sobre estas líneas, el actor en una escena de Magical girl (Carlos Vermut, 2014).

 

JOSÉ SACRISTÁN, «MUY EMOCIONADO»

Al recibir la noticia, Sacristán ha reconocido que su carrera “ha sido el gozo del crío que ha visto cumplido su propósito. El de hacer creer a la gente que era el estudiante, el pregonero, el recluta, el emigrante, el abogado, el médico… y que la gente se lo creyera. Y la suerte de que en todo este recorrido mis mejores amigos y la gente más querida para mí, al margen de mi familia, está en la profesión. ¡Qué más puedo pedir!”.

El actor asegura estar “muy emocionado” por el Goya de Honor: “La cosecha está siendo buena. Van pasando los años y me pone muy contento, porque algo informa de que el camino no estaba tan equivocado”. Con respecto a su discurso, ya tiene “más o menos” claras las palabras que pronunciará en Valencia: “Echaré una ojeada al sitio y a la gente de donde vengo”.

A sus 84 años, José Sacristán fue uno de los fundadores de la Academia hace ahora 36 años. Confiesa que lo primero que pensó cuando le comunicaron el premio fue “en la reunión que en 1985 nos propuso el señor Matas –el productor Alfredo Matas–  y lo que salió de allí y todo lo que hubo que trabajar después. Recordé los comienzos, mis tiempos de vicepresidente, la lucha… Me siento muy orgulloso del punto en el que está ahora la Academia”.

 

José Sacristán junto a Concha Velasco en La colmena (Mario Camus, 1982).

 

UNA VIDA DE CINE

José Sacristán nació en Chinchón (Madrid) el 27 de septiembre de 1937. Su infancia de posguerra, con su madre visitando a su padre en la cárcel, marcaría su vida para siempre. Reconocido votante de izquierdas, desde entonces no ha dudado en posicionarse del lado de las causas que ha considerado más justas.

Estudió en la Institución Sindical de Formación Profesional Virgen de la Paloma, entonces regentada por la Congregación Salesiana, pero abandonó el centro para trabajar desde su adolescencia en un taller mecánico. Mientras hacía la mili en Melilla decidió que lo suyo sería la interpretación. Dejó su puesto de tornero para introducirse en el circuito independiente de la mano del Teatro Infanta Isabel de Madrid.

 

José Sacristán
Alfredo Landa junto a Sacristán en Vente a Alemania, Pepe (Pedro Lazaga, 1971).

 

LANDISMO

Se profesionalizaría en los años sesenta, en obras como Los ojos que vieron la muerte (1960) o Julio César (1964). En aquella década comenzaría también en el cine con pequeños papeles secundarios, debutando de la mano de Fernando Palacios en La familia… y uno más (1965).

Su fama empezaría a aumentar en los setenta, siendo uno de los actores clave del landismo junto al propio Alfredo Landa y José Luis López Vázquez. Títulos tan recordados como Don erre que erre, La tonta del bote, Soltera y madre en la vida, Vente a Alemania, Pepe o El abuelo tiene un plan corresponden a esa época. “Fueron mi escuela de trabajo y de vida. Ahí aprendí lo poco o mucho que sé”, reconoce.

En 1978 llegaría a rodar hasta cinco películas, entre ellas Solos en la madrugada de José Luis López Garci. Tendría un gran éxito en Argentina, lo que le llevaría a trasladarse allí para realizar varios trabajos.

 

Una escena de El muerto y ser feliz (Javier Rebollo, 2012), la película que le valió el Goya al Mejor Actor Protagonista.

 

EL LEGADO DE JOSÉ SACRISTÁN: MÁS DE 125 PELÍCULAS 

Desde entonces ha trabajado en más de 125 películas, con directores de la talla de Luis García Berlanga o Fernando Fernán-Gómez. “Lo de la continuidad me lo enseñó Fernando Fernán-Gómez. Luego, cuantos más reconocimientos y más cosas tengas, mejor, pero lo fundamental es la aprobación o no de mi trabajo por la gente que lo compra”, apunta.

Mario Camus, Roberto Bodegas, Pedro Olea, Gonzalo Suárez, Adolfo Aristarain, Pilar Miró, Eloy de la Iglesia, Manuel Gutiérrez Aragón, Pedro Lázaga, Mariano Ozores, Jaime Camino, Gillo Pontecorvo, Pedro Masó, Francisco Regueiro, David Trueba… Una extensa lista de cineastas le han elegido para sus películas, a los que se suman algunos de las nuevas generaciones como Javier Rebollo, Pau Durà, José Skaf, Kike Maíllo, Isaki Lacuesta, Carlos Vermut o Bernabé Rico.

“Sería un miserable si me quejase porque nunca me ha faltado trabajo. En ocasiones, lo que ganaba no era suficiente para cubrir mis obligaciones, pero ese era mi problema. Me lo he currado, pero hay un factor suerte que me ha acompañado. Reconozco y agradezco el privilegio, no se me escapa”, admite.

 

TODAVÍA EN ACTIVO

También ha hecho sus pinitos como director, poniéndose detrás de la cámara en Soldados de plomo, Cara de acelga y Yo me bajo en la próxima, ¿y usted? Su última aparición en la gran pantalla hasta el momento es Cuidado con lo que deseas (Fernando Colomo), estrenada este mismo año.

Tampoco se ha bajado de las tablas en todo este tiempo. Actualmente está de gira con Señora de rojo sobre fondo gris, obra que representará hasta junio del próximo año, cuando también tiene en cartera un espectáculo en Mérida. “Mientras la madre naturaleza lo autorice, ahí seguiremos, jugando”, señala al respecto, aunque precisando que “con responsabilidad”.

Suma el Goya de Honor a otros tantos galardones, entre los que destacan el Premio Nacional de Cinematografía, dos Conchas de Plata del Festival de San Sebastián, el Goya al Mejor Actor Protagonista (El muerto y ser feliz), el Cóndor de Plata de Honor, el Premio Feroz de Honor, la Medalla de Honor del Círculo de Escritores Cinematográficos, la Medalla al Mérito de las Bellas Artes y varios Fotogramas de Plata.

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