La factura electrónica es obligatoria en el 80% de los países europeos
El 80,43% de los países europeos tienen que hacer uso de la factura electrónica de forma obligatoria. El uso de la llamada e-factura se ha incrementado en países europeos como Italia y España. Ambos se sitúan como referentes en la introducción de la factura electrónica en el ámbito B2B.
La compañía especializada en el Intercambio Electrónico Seguro de Documentos SERES ha publicado recientemente un estudio denominado La Factura Electrónica en Europa. En él analiza la evolución y el uso de este tipo de factura en distintos países de Europa. Los datos empleados son claves para que se produzca un impulso a esta solución tecnológica en el continente europeo.
Actualmente, el 100% de los países europeos emplean este tipo de factura cuando realizan transacciones comerciales. De hecho, su uso es obligatorio para un 80,43%, mientras que el 19,57% de los países la utilizan de manera voluntaria.
Ventajas de la factura electrónica
Entre las ventajas de este tipo de factura destaca que a través de ella se digitalizan las relaciones comerciales y se refuerza la masificación a nivel internacional impulsando su uso a través de leyes y decretos gubernamentales.
La utilidad de este tipo de factura viene motivada por la optimización de los procesos. Así, se pueden reducir costes y aumentar la sostenibilidad de las administraciones y la competitividad de las empresas. Para ello lo que se hace es eliminar todos los procesos mecánicos relacionados con el uso del papel.
Por países
En España este tipo de factura se utiliza desde el 1 de julio de 2018. A partir de esa fecha, las empresas subcontratadas que trabajan para proveedores de las Administraciones Públicas tienen que facturar de manera electrónica si el importe supera los 5.000 euros. A fin de facilitarles la tarea, la AEAT lo que ha hecho ha sido poner a disposición de los operadores económicos y particulares un Registro Electrónico Único, también conocido como FACeB2B.
Fuera de Europa también hay otros países que han apostado por la factura electrónica. Estos son Noruega, Moldavia, Ucrania, Bilorrusia, Suiza, Turquía, Albania, Reino Unido, Liechenstein e Islandia.
