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La nueva financiación

Redaccion| 18 de diciembre de 2017

Las startups tecnológicas y «bold ventures» (empresas audaces) están moldeando una nueva forma de hacer negocios. Ideas punteras con el objetivo de cambiar el mundo que busca financiación. Una financiación que están consiguiendo, aunque no de las maneras habituales, ya que, al igual que la forma de abrirse hueco en el tejido empresarial, la forma de conseguir dinero también ha cambiado.

Una de las más evidentes y que más impacto ha causado en todos los sectores es el crowdfunding. Plataformas como Kickstarter permiten que cualquier persona pueda dar directamente su dinero a aquellos proyectos que capten su interés. Los datos dicen que en 2014 se obtuvieron 16.000 millones de dólares a nivel mundial mediante esta vía, que fueron más que duplicados en 2015 con 34.000 millones. Goldman Sachs describe el crowdfunding como la más disruptiva de las nuevas forma de financiación. Y no es para menos. Proyectos como el smartwatch Pebble Time, que recaudó 20 millones de dólares en un mes, demuestran que la gente que cree en un proyecto es una increíble fuente de financiación.

El auge de las criptomonedas y del software basado en blockchain ha traído consigo nuevas formas de financiación. Así, las empresas que ofrezcan un servicio basado en esta tecnología pueden ofrecer su propia moneda digital mediante ICOs (Initial Coin Offering) y TGEs (Token Generation Event), que en cierta forma se parecen al crowdfunding. Cuando una empresa quiere introducirse en el mundo blockchain, puede lanzar su propia moneda que respalde su software mediante un ICO o bien, crear un número limitado de «fichas» (tokens) que se venderán a cambio de criptmonedas de gran valor (Ethereum o Bitcoin, normalmente) mediante un TGE. Si el proyecto funciona, estas fichas se revalorizarán, permitiendo a aquellos que apoyaron el proyecto ganar dinero (digital o real) de una forma parecida a la bolsa.

Otra forma de financiación, que podría no parecer nueva, está aportando más dinero que nunca a las empresas con ideas rompedoras. Se trata de la inversión estatal.

Los países árabes productores de petróleo, en un intento por cambiar su motor económico, están detrás de algunas de las inversiones más grandes del mundo. Softbank Vision, un fondo de inversión de 100.000 millones de dólares, fue creado por Arabia Saudí y por los Emiratos Árabes Unidos. A través de Softbank Vision, empresas como Uber o Boston Dynamics están siendo financiadas. Arabia Saudí, por su parte, planea invertir más de 1.000 millones en Virgin, la empresa de turismo espacial.

Otro ejemplo sería China, que apostando fuertemente por las empresas tecnológicas patrias, invierte miles de millones de dólares en terrenos como inteligencia artificial, reconocimiento facial o coches eléctricos.

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