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La nueva normalidad exige un modelo de resiliencia de nueva generación

Helena Herrero| 19 de julio de 2022

Como dice el refrán: «El cambio es inevitable. El crecimiento es opcional». 

Me encantaría decir que nos esperan tiempos más tranquilos, pero el mundo sigue afrontando los retos planteados por la disrupción histórica a la que nos enfrentamos desde 2020 y que lo cambió todo, desde el comportamiento de los clientes y del mercado, hasta los procesos y sistemas de gestión.

Estos cambios han afectado a casi todos los sectores, ya que el entorno de trabajo híbrido ha modificado la forma en que las organizaciones -y especialmente las empresas tecnológicas- gestionan las fuerzas de trabajo, responden a las ciberamenazas globales e incluso atraen a los mejores talentos. Mientras tanto, las presiones derivadas del coste de la vida y de las cadenas de suministro han contribuido a un contexto general de volatilidad.

Aunque las economías irán encontrando poco a poco un nuevo equilibrio, la nueva normalidad exigirá a los líderes empresariales algo más que ponerse al día con el acelerado ritmo del cambio. Para prosperar, la industria tendrá que crear resistencia en tres aspectos clave de las operaciones para hacer frente a las perturbaciones que se avecinan: formar a una mano de obra más resistente, diseñar tecnologías disruptivas para el mundo en el que vivimos hoy en día y gestionar la seguridad en un lugar de trabajo cambiante.

En general, la resiliencia de las empresas será clave para navegar por lo que sigue siendo un panorama imprevisible y a menudo volátil.

 

Impulsar la resiliencia de los empleados

Los responsables de TI y de la alta dirección deben inspirar, educar y formar a los empleados para que tengan las habilidades profesionales y personales necesarias para brillar en un entorno altamente digitalizado como el actual.

Los cambios en la forma de desarrollar, comercializar y vender los productos, junto con el aumento del trabajo híbrido, también han presionado a los empleados para que aprendan nuevas habilidades. El año pasado, Gartner descubrió que casi seis de cada diez empleados necesitarían desarrollar nuevas habilidades para realizar su trabajo con éxito. En medio de la feroz competencia por el talento, las organizaciones deben replantearse las funciones tradicionales que han desempeñado sus empleados y poner en marcha un plan para formarlos en la nueva era digital.

Al replantearse las funciones y los enfoques tradicionales de todos los aspectos, desde las prácticas de contratación hasta las ofertas de formación, las organizaciones fomentarán una cultura de agilidad e inclusión. Empoderando a los trabajadores con nuevas habilidades y herramientas de colaboración, las organizaciones crearán una fuerza de trabajo y una cultura más resistentes.

 

Diseñar una tecnología disruptiva

Lograr la resiliencia empresarial en la era híbrida depende tanto de la elección, o la creación, de la tecnología adecuada en múltiples áreas de la organización, como de la educación y la colaboración.

En los últimos dos años hemos visto cómo los hábitos de los consumidores han cambiado enormemente, con una creciente demanda de productos, herramientas y servicios personalizados, digitalizados, sencillos y sostenibles que ofrezcan niveles de comodidad cada vez mayores. Y con el equivalente a dos décadas de cambios en menos de dos años, los retailers se están centrando en ofrecer mejores experiencias omnicanal a los clientes.

Sin embargo, perseguir estas tendencias no es suficiente para competir en el mercado actual: la nueva tecnología debe ser lo suficientemente flexible como para satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes en cuanto a soluciones personalizadas e individualizadas, lo que significa que las empresas tecnológicas deben cambiar su forma de pensar, pasando de vender productos a ofrecer soluciones basadas en resultados.

Durante décadas, HP ha estado a la vanguardia en el impulso, la ampliación y la puesta en marcha de la innovación, afrontando retos tan importantes como garantizar la seguridad de los puntos de acceso, algo fundamental en el entorno de trabajo híbrido actual para lo que se considera la nueva normalidad. Sin embargo, dado que los empleados se conectan desde casa con más frecuencia, las organizaciones están más expuestas a las vulnerabilidades, y los ataques de firmware en particular, lo que representa una preocupación creciente para los responsables de TI.

 

Construyendo fuerza a través de la resiliencia

Creo que las empresas que hacen de la resiliencia un objetivo en estos pilares clave de la organización se encontrarán en mejor posición para afrontar los retos de la nueva normalidad y también del mañana. Aunque es imposible predecir los próximos cambios, las organizaciones con capacidad de recuperación tendrán la seguridad de que, pase lo que pase, podrán afrontarlo.

 

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