Móviles, smartphones, baterías portátiles y cargadores…hoy en día es impensable vivir sin ellos. Los teléfonos móviles llegaron a nuestras vidas para, nos guste o no, quedarse. Y cada vez podemos hacer más cosas con ellos. Transferencias bancarias, enviar fotos, asistir virtualmente a un concierto en directo…y ahora también enchufarlos a las farolas, que cargarán nuestros smartphones.
Vida útil de las baterías
El problema de las baterías de nuestros dispositivos móviles ha evolucionado mucho durante los últimos años. Antaño, era habitual que una batería de un móvil nos durase una semana y sin preocuparnos por quedarnos sin batería. Hoy en día, los modernos smartphones dadas sus características y el uso que se les da han disminuido la autonomía a una media de un día, apenas dos.
El uso habitual e intensivo de los smartphones hace que la batería vaya bajando progresivamente. Las grandes pantallas táctiles, la conectividad a redes, las llamadas de voz o el funcionamiento en segundo plano de aplicaciones, son algunas de las funciones responsables de buena parte del consumo energético acelerado del terminal.
Larga vida a la batería
Nos hemos acostumbrado a llevar los modernos smartphones en nuestros bolsillos, pero también en multitud de ocasiones, le añadimos un dispositivo externo de carga como puede ser el propio cargador del terminal, o una batería portátil que haga más duradera la vida de esta sin necesidad de encontrar un enchufe fijo y cargar el móvil.
El no poder tomar la fotografía deseada por no tener batería, parece ya un problema con solución. Son muchas las empresas que, siendo conscientes de esta necesidad de carga constante, han instalado puntos de carga para baterías en multitud de sitios: transporte público, cafeterías, bibliotecas… ya que de esta manera, el dar la opción de recarga en varios puntos de las ciudades, hace que no tengamos que preocuparnos como hasta ahora de llevar encima un cargador o batería portátil.
Farolas que cargarán nuestros smartphones
Cada vez es más habitual ver puntos de recarga para dispositivos móviles en la vía pública. Por ejemplo, en Madrid se han instalado en la red de transporte público, tanto en el metro como en los autobuses urbanos. En el caso del metro, el sistema utiliza la propia energía del frenado de los trenes para aprovecharla y así poder hacer la carga del terminal. Se trata de buscar esa energía de la manera más sencilla y, sobre todo, limpia.
En el caso de China, en la ciudad de Wuhan, han presentado unos puntos de recarga inalámbrica diferentes colocados en las farolas de las calles. Parece que las farolas han evolucionado, y ya no solo sirven para dar luz a las vías públicas por la noche.
Disponen de una superficie horizontal a la altura del pecho para dejar los terminales apoyados, y que de manera inalámbrica inicien su carga. En unos 20 minutos, un smartphone podría estar cargado hasta el 70% de su batería total.
Estas farolas no solo realizarán esta labor. También han sido diseñadas para mejorar la conectividad 5G en la ciudad o monitorizar a los transeúntes. Se espera que vayan apareciendo más farolas con estas funcionalidades a medio plazo, incluso en nuestro país. Es el caso de Murcia, que han preparado un proyecto que ya está en marcha también en Nueva York, el cual pretende colocar farolas que funcionan con energía solar para cargar los dispositivos móviles a través de un cable conectado a la propia farola.
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