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Las mujeres que van a liderar el futuro

Miguel Ángel Ossorio Vega| 10 de noviembre de 2022

mujeres

Recogemos en este reportaje a mujeres no muy conocidas para el gran público, pero que serán, sin duda, las protagonistas de los próximos meses y años. Un buen momento para empezar a seguir la pista de quienes van a influir de manera decisiva en la política, la economía, la ciencia, la cultura o en el deporte.

Cada vez se habla más de liderazgo femenino, y lo cierto es que se está produciendo una revolución silenciosa que, con el trabajo duro y el talento como únicas armas, está posicionando cada vez a más mujeres en el centro del mundo. No es un fenómeno ni inesperado ni ocasional, sino la evolución natural y justa de la sociedad global. A fin de cuentas, ¿por qué no iban a ser esas mujeres quienes marquen la agenda en política, economía, cultura o deporte?

En este reportaje, como en la vida misma, ni están todas las que son ni son todas las que están. Baste como muestra de las mujeres que están por venir: las que aún son poco conocidas, pero, como líderes emergentes, serán de quienes todos hablemos dentro de algún tiempo. Ya empiezan a brillar con luz propia, y ahora solo falta que empiecen a deslumbrar, por derecho propio, al resto del mundo.

 

 

Giorgia Meloni

 

La victoria política de Giorgia Meloni en Italia ha permitido incluir al país en la lista de Estados que han tenido una mujer al frente en algún momento de su historia. Aunque no lo parezca, apenas una veintena de países en el mundo están, en la actualidad, gobernados o presididos por una mujer.

 

 

 

Jacinda Ardern

Algunos destacan por la fortaleza de sus dirigentes, como sucede en Nueva Zelanda con Jacinda Ardern, considerada una de las mejores políticas del mundo y un modelo para niñas y jóvenes dentro y fuera de sus fronteras. Ella también es una mujer joven que ha llegado a lo más alto. Pero hay muchas que vienen pisando fuerte.

 

 

 

Francia Márquez

En Colombia, Francia Márquez se ha coronado como vicepresidenta del Ejecutivo liderado por Gustavo Petro. La revista Time ya ha calificado a Márquez como una de las 100 mujeres líderes del futuro. Y no es para menos, pues esta abogada de 40 años –hija de una agricultora y un minero– es la nueva voz de los derechos de las minorías, de las mujeres y del medioambiente en toda América Latina. Con 13 años comenzó su activismo medioambiental, algo que toca de forma muy profunda en países en los que una importante parte de la población vive de un campo que no deja de verse sometido al imperio de la avaricia humana, que provoca deforestación, pérdida de ecosistemas y sobreexplotación, y que deja sin trabajo a minorías que se ven obligadas a desplazarse para sobrevivir sin renunciar a su modo de vida. Márquez, además, fue una de las protagonistas de los diálogos para poner paz en Colombia tras décadas de violencia. Ahora contribuirá a replicar esa lucha diplomática para reconducir las relaciones entre su país y Venezuela, uno de los ejes de la política de Petro.

Kaja Kallas

Otra política que destaca es la estonia Kaja Kallas. A sus 45 años, lleva algo menos de dos años al frente de su país como primera ministra, justamente en un momento en el que la guerra en Ucrania ha señalado a las tres repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) como los eslabones más débiles de la cadena europea frente a la amenaza de Rusia. Su padre, Siim Kallas, también fue primer ministro de Estonia durante un año, entre 2002 y 2003, aunque Kaja está brillando con luz propia por su gestión de la crisis bélica. Es, además, abogada con una importante trayectoria a nivel comunitario, así que podría ser una buena sucesora en el futuro de Ursula von der Leyen, una de las mujeres más poderosas del mundo.

 

 

 

Son mujeres en muchos casos desconocidas, pero su labor social, política y empresarial trasciende a titulares y presencia mediática.

 

 

Si la política es importante, la economía es, probablemente, el verdadero poder, tanto en la luz como en la sombra. Si Christine Lagarde es paradigma de una generación de mujeres que, junto a von der Leyen, comandan la Unión Europea en uno de sus momentos más críticos, las mujeres que vienen están dispuestas a cambiar el mundo con buenas ideas llevadas a la práctica.

Cristina Junqueira

La brasileña Cristina Junqueira, por ejemplo, es cofundadora de Nubank, la mayor compañía fintech de América Latina. Las fintech combinan tecnología y finanzas para revolucionar la forma en que gestionamos el dinero, poniendo contra las cuerdas a los bancos tradicionales y llevando a las nuevas generaciones el poder de controlar sus finanzas casi sin intermediarios. Nubank está valorada en 30.000 millones de dólares. Junqueira, a sus 39 años, tiene en sus manos la posibilidad de implementar un nuevo modelo bancario en un continente en el que muchas personas siguen sin tener acceso a estos servicios, por diversas razones. Se le calcula una fortuna que supera los 1.300 millones de dólares, pero lo verdaderamente importante es que, después de haber trabajado en banca tradicional, quiso aplicar esa experiencia para llevar los servicios de los grandes a los más pequeños de la sociedad.

Salua García

El caso recuerda al de Salua García, colombiana cofundadora de Symplifica, una compañía que ayuda a arrojar luz sobre miles de trabajadores domésticos y chóferes en Latinoamérica. Son trabajos generalmente irregulares y creadores de indefensión para quienes se ven obligados a estar en la sombra con tal de llevar un plato caliente a casa. Symplifica, como su propio nombre indica, facilita los trámites para sacar de la oscuridad a estos seres humanos y dotarlos de una cobertura legal que les permita trabajar con dignidad.

 

 

Hay muchas mujeres que están trabajando de forma incansable por cuidar la salud y el planeta. Pero, para poder cuidarlo, primero hay que conocerlo. Y eso parte de nuestro interior y exterior.

Lisa Kaltenegger

En el exterior, la austriaca Lisa Kaltenegger es una de las astrónomas y astrofísicas con mayor proyección del mundo. Es pionera en el estudio de la propia evolución del planeta Tierra como objeto astronómico. Como experta en exoplanetas, también analiza la habitabilidad de estos, y, de hecho, participó en el descubrimiento de dos planetas Kepler potencialmente habitables. Ha recibido multitud de premios internacionales y, además, un asteroide lleva su nombre. Aunque ella no aparezca habitualmente en los periódicos.

 

 

Ana Medina

Otras mujeres también trabajan en favor de la ciencia con iniciativas innovadoras. La española Ana Medina está al frente de Genengine, una compañía de biotecnología que utiliza herramientas digitales para ayudar a los profesionales sanitarios a tomar mejores decisiones a la hora de diagnosticar a sus pacientes. Es la próxima frontera de la medicina, esa en la que las máquinas se alían con los médicos para poder ver lo que hasta ahora no se podía ver y hacerlo antes. Porque en medicina el tiempo, más que oro, es vida; y Medina trabaja para demostrarlo.

 

 

Ralyn «Lilly» Satidtanasarn

Existen otras formas de cuidar nuestra salud, y una de ellas es cuidando el planeta. Ya hemos visto en este reportaje a mujeres que luchan por la protección del medioambiente, pero la más joven de todas ellas es la tailandesa Ralyn ‘Lilly’ Satidtanasarn. Muchos ya conocen a esta chica como ‘la Greta Thunberg de Tailandia’. Y no es para menos: sus protestas en su país lograron forzar un cambio legislativo para prohibir los plásticos de un solo uso. Ahora, esa legislación es incluso más avanzada que en algunos países occidentales, donde se siguen utilizando (aunque también con fecha de caducidad). Hasta el papa Francisco ha destacado, recientemente, la lucha de esta joven, que inspira a una nueva generación de niñas para luchar por sus ideas de forma pacífica y forzar cambios sociales y legislativos que introduzcan un mayor grado de justicia en el mundo.

 

Quédense con estos nombres, porque de ellas es el futuro de muchas industrias.

 

 

 

 

 

 

 

 

María Asunción Aramburuzabala

 

 

Por supuesto, hay una nueva generación de mujeres jóvenes dispuestas a conquistar la cultura y otros ámbitos, algunos irremediablemente ligados a la masculinidad. En esta línea, por ejemplo, ha cambiado las reglas del juego la mexicana María Asunción Aramburuzabala: es la mujer más rica de México. No es ninguna frivolidad, pues en el podio de las personas más ricas del mundo siempre aparece su compatriota Carlos Slim, una de las mayores fortunas del planeta año tras año. Que una mujer conteste de esta forma es una señal que indica qué veremos, seguramente, en las futuras listas de Forbes.

 

 

Leonor Espinosa

Pero no se trata solo de dinero. Aunque el machismo no ha sacado a las mujeres de la cocina durante décadas y ha metido en ellas a los hombres cuando se trata de ser ‘chef’, hay muchas mujeres reivindicando un papel que también les pertenece. Es el caso de Leonor Espinosa, considerada la mejor chef del mundo. Sin discusión. También es colombiana, nacida en Bogotá en 1963. Y atesora premios, experiencia en programas de televisión y varias publicaciones, demostrando que no solo las mujeres, sino también Colombia, están despuntando por derecho propio.

 

 

 

Renata Flores

En otros ámbitos, y en otros países, también hay promesas. Por ejemplo, Renata Flores, una peruana de 21 años de la que The New York Times ha dicho que es “la reina del rap en quechua”. Ni que decir tiene que es un símbolo para los jóvenes de su país, que encuentran en ella no solo a una estrella de la música, sino a una persona que defiende la cultura de Perú y que está rescatando una lengua que ha vuelto a ponerse de moda. Quizás la palabra no haga justicia a un hecho que protege un patrimonio cultural tan valioso como una lengua.

 

 

 

Virginia Feito

Si miramos otra expresión cultural, encontramos a la española Virginia Feito. Es escritora, nació en 1988 y ha conquistado los Estados Unidos con sus obras, que han encandilado a la poderosa Oprah Winfrey, a la crítica y, por supuesto, al público. Ya está en marcha la adaptación al cine de La Señora March, el libro con el que ha sacudido los cimientos de la industria editorial, ha desmitificado el feminismo que busca la perfección absoluta e impostada y ha demostrado que viajar, hablar otros idiomas y vivir fuera de casa te abre la mente hasta límites insospechados. Y encima es humilde a pesar de su éxito.

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