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Leonor Watling: «Las cosas que creas, si no las sacas, al final te muerden»

Jesús Casañas| 25 de enero de 2023

Tras acortar su nombre y adoptar su apellido materno, Leonor Elizabeth Ceballos Watling (Madrid, 28 de julio de 1975) comenzó en el mundo de la interpretación a nivel profesional allá por los 90, entre cortos, películas independientes y papeles episódicos en series televisivas. Con el cambio de siglo empezó a sonar con más fuerza.

Series como Raquel busca su sitio (2000), películas como Son de mar (Bigas Luna, 2001) o A mi madre le gustan las mujeres (Daniela Fejerman e Inés París, 2002)… En 2002 se convierte en una chica Almodóvar gracias a Hable con ella, de la mano de Javier Cámara. Desde entonces ha seguido alternando sus trabajos en cine y televisión, normalmente compartiendo protagonismo o apareciendo como secundaria de lujo. El Premio Goya de momento se le resiste (a pesar de contar con dos nominaciones), pero tiene en su haber un Fotogramas de Plata (A mi madre le gustan las mujeres), un premio a mejor actriz de reparto de la Unión de Actores (Mi vida sin mí) y tres premios Sant Jordi (La hora de los valientes, La primera noche de mi vida y Todas hieren), entre otros galardones.

 

“Me encanta ser una chica Almodóvar”

 

Todo ello compaginado con su faceta como cantante en Marlango, el grupo que montó en 2002 junto a Alejandro Pelayo y con quien ha publicado ya ocho discos. Su pareja actual también está relacionada con el mundo musical: el cantautor uruguayo Jorge Drexler (con quien tiene dos hijos). Una vida de cine y música que nos ayuda a repasar al otro lado del teléfono.

Dice la Wikipedia que tuviste que abandonar en tu infancia los estudios de baile clásico por una lesión de rodilla. ¿Cierto?
Es verdad, pero nunca habría sido bailarina. Me gustaba muchísimo, pero yo cuando lo leí parecía decir que tenía un futuro como bailarina, y no.

 

Tus primeros pinitos como actriz fueron en teatros alternativos por centros culturales, ¿qué tipo de obras hacíais?
Era lo que hacíamos con el grupo de teatro de Pablo Pundik. No era profesional, era amateur completamente.

 

Y después te fuiste a estudiar a Londres al Actor’s Center.
Primero estuve en Cristina Rota, luego en Corazza, y luego me fui a Londres. O al revés, no recuerdo bien el orden de estos dos últimos sitios.

 

A nivel profesional arrancas en series de los 90 como Hermanos de leche, Farmacia de guardia o Querido maestro
Lo primero que hice fue una película de cine independiente, Jardines colgantes (1993), de Pablo Llorca. Eso marca mucho también, debutar en una película independiente. Y luego, sí, la tele de los 90 totalmente.

 

Antonio Mercero (Farmacia de guardia) te ofreció también uno de tus primeros papeles en el cine, La hora de los valientes (1998), que te valió tu primera nominación a los Goya.
Era la tercera o la cuarta película que hacía, había hecho ya dos con Pablo Llorca. Me creía que sabía lo que estaba haciendo ya. Aquel fue un rodaje superbonito, con Adriana Ozores, Luis Cuenca… Lo recuerdo como algo muy emotivo.

 

Entrando ya en el siglo XXI tu nombre empieza a sonar con más fuerza. La serie Raquel busca su sitio (2000), películas como Son de mar (Bigas Luna, 2001)… ¿Fue un antes y un después el cambio de siglo?
No lo había pensado así, con esas fechas. Pero sí, claro [risas].

 

“Los premios te hacen sentir muy arropada y muy aceptada en tu industria”

 

A mi madre le gustan las mujeres (Daniela Fejerman e Inés París, 2002) te da tu segunda nominación a los Goya y un Fotogramas de Plata, ¿qué suponen para ti estos reconocimientos?
Siempre hace mucha ilusión, la verdad. Son como una palmada en la espalda. Sobre todo los Goya, que son de compañeros. Eso te hace sentir muy arropada y muy aceptada en tu industria.

 

UNA CHICA ALMODÓVAR

 

En 2002 estrenas Hable con ella. ¿Cambia tu vida al convertirte en una chica Almodóvar?
Yo creo que sí, y me encanta. Me encanta que sea como un sello. El rodaje fue muy duro, pero toda la experiencia, todo el trabajo con Pedro, todos los viajes que hicimos, todo el trabajo con Javier Cámara, todo eso queda y es maravilloso.

 

Desde entonces has trabajado con muchos de los grandes directores y directoras de nuestro cine: Isabel Coixet, Álex de la Iglesia, Vicente Aranda, Cesc Gay… ¿Alguien a quien le tengas ganas y todavía no hayas podido?
Hay mucha gente con la que me encantaría trabajar. Y repetir también. La sensación que tengo es que me encanta trabajar con gente a la que le apetece trabajar conmigo [risas]. No hay más misterio.

 

También en diversas películas internacionales: Mauvais esprit, Los crímenes de Oxford, Belle du Seigneur… ¿Qué diferencias ves con respecto a nuestras producciones?
Pues no muchas, la verdad.

 

En cine, tu última película es No mires a los ojos, un drama con tintes cómicos junto a Paco León.
Dirigida por Félix Viscarret, sí. Está basada en una novela de Juan José Millás. Es una película superespecial. Tenía muchas ganas de que se estrenara para ver qué pensaba la gente, es el mundo de Millás y de Viscarret, que también tiene una sensibilidad superespecial, y a la gente le ha encantado. Ha tenido unas críticas muy buenas. Paco está extraordinario, me alegro mucho de que la gente pueda ver a Paco en un registro que no es al que el público está acostumbrado. Muy contenta.

 

“Marca mucho debutar en una película independiente”

SERIES

 

En cuanto a series, te vimos hace poco en Nasdrovia. Se me quedó corta con solo dos temporadas, ¿sabes si era la idea desde el principio?
Me hubiera encantado que tuviera 500 temporadas más, con ese equipo, con Marc Vigil y con Hugo Silva, Sergio Sarria, Luismi Pérez, Miguel Esteban… Me encantó, pero se quedó en dos temporadas. Me da mucha pena, porque es uno de los personajes que más me han divertido.

 

La última ha sido No me gusta conducir, una serie cómica de Borja Cobeaga. Haces de la ex de Juan Diego Botto, el protagonista que las pasa canutas para sacarse el carnet de conducir. ¿Tú lo tienes? ¿Cuál fue tu experiencia en la autoescuela?
Me encanta esa serie, la premisa con la que empieza y hacia dónde va, el guion es maravilloso. Pero yo no tengo carnet, no. Creo que no sería buena conductora.

Para 2023 tienes anunciada la película Chinas, con Arantxa Echevarría. ¿En qué estado se encuentra? ¿Qué nos puedes adelantar?
Está en montaje. No sé cuándo se va a estrenar, pero es maravillosa. Arantxa Echevarría es increíble, trabajar con ella también. Es una peli muy bonita, habla no solo de la gente de nacionalidad china que vive en España desde hace muchos años, también de las distintas generaciones. De los adolescentes, de los niños… Todavía no la he visto, pero fue muy bonito rodarla.

 

MARLANGO

 

Respecto a tu faceta musical, debutas en 2004 con Marlango de la mano de Subterfuge Records. ¿Fueron duros aquellos inicios con un sello independiente?
Qué va, al revés, es lo mejor que nos pudo pasar Subterfuge, porque entendió el proyecto, entendió lo que queríamos hacer. Nos dejó mucha libertad, nos apoyó un montón, fue increíble. El primer disco lo sacamos como “bueno, tenemos estas canciones, vamos a grabarlas”, porque las cosas que creas, si no las sacas, al final te muerden. Fue superbien, empezamos a girar, a por el segundo disco, el tercero… Escribíamos canciones sin parar, ahora nos cuesta un poco más. A mí me cuesta más, a Alejandro no [risas].

 

En 2006 ficháis por Universal, que reedita vuestro segundo disco, Automatic imperfection. ¿Fue un salto cualitativo?
No, realmente para nosotros no hubo mucha diferencia. Subterfuge nos vendió a Universal, que está guay, trabajamos muy bien en Universal también durante muchos años, con una sensación de libertad bastante grande.

 

A partir del quinto disco, Un día extraordinario (2012), dejáis de cantar en inglés para empezar a hacerlo en español. ¿A qué se debió ese cambio?
Yo creo que fue la evolución natural, de estar tocando muchos años, en Latinoamérica, en Argentina, Colombia, Chile, México… De repente recuperar un idioma que también tienes. No hemos dejado el inglés, seguimos cantando un montón de canciones en inglés, pero como me dijo Fito Páez: “Leonor, si eres bilingüe escribe en los dos idiomas. Es como si fueras pianista y solo usaras una mano”. De ahí viene un poco.

 

¿En qué estado está Marlango ahora?
Estamos componiendo, y tenemos algún bolo también a partir de marzo.

 

Fotos: Ana Máñez
Maquillaje: María García

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