Letizia: así logró convertirse en un icono de moda internacional
Con la proximidad de una corona sobre la cabeza, Letizia hacía temblar los cimientos de la moda a nivel internacional. El 14 de mayo de 2004 pudo haber sido una fecha cualquiera. Un evento señalado en la agenda plagado de sonrisas impuestas y felicitaciones vacías, pero eso no fue así. ¿Quién hubiera dicho que un zapato rojo de tacón instaría a cambiar todos los titulares?
El enlace matrimonial entre Federico y Mary de Dinamarca llevaba meses programado. Aunque, la expectación, como si se tratase de una alarma de domingo, se encontraba remoloneando con el tiempo. No se encontraba en la Iglesia de Nuestra Señora de Copenhague. No. Aguardaba a otro enlace fijado para días posteriores: la boda de Letizia y el, por entonces, príncipe Felipe.
El armario de Letizia en el ámbito internacional
No es de extrañar que el interés por la elección de atuendo de la que fuera la prometida del heredero al trono de España fuese tenue; ya protagonizaría todos los flashes en un rápido movimiento de las hojas del calendario. Sin embargo, sobre sus inmaculados zapatos rojos de tacón y agarrada al brazo de su prometido para evitar perder el equilibrio, Letizia se adelantó; encandiló a las prestigiosas revistas de moda internacional, cuando las perchas de su armario todavía no diferían en demasía a las de todas, luciendo un elegante vestido de palabra de honor drapeado confeccionado en satén y tul de seda natural con la inconfundible firma de Lorenzo Caprile.
Aunque, esta complicidad de miradas y halagos comenzó horas antes. En concreto, en la gala previa. Para la ocasión, volvió a incluir un diseño del citado diseñador en su maleta.
Un dos piezas constituido por una chaqueta encorsetada con dibujos inspirados en el siglo XVIII y una larga falda midi con un tallaje algo ceñido de color rojo que ya hizo ladear la cabeza de los expertos que, ávidos por encontrar nuevas referencias, no tardaron en incluirla en su lista.
Fue así como el nombre de la actual reina de España debutó entre las carismáticas páginas de las codiciadas revistas de moda con entusiastas halagos. De esta suerte, el idilio de Letizia con la moda dio comienzo.
El estilo camaleónico de Letizia
Como si se tratara de un amor adolescente de novela, su proyección mediática en la moda no fue (ni es) tan bucólica como parecía. A lo largo de las décadas y su correspondiente cambio de título, la relación no ha cesado de tener subidas y bajadas.
En parte, esta apatía resulta del afán camaleónico de la reina Letizia, quién ávida por probar nuevas tendencias y estilos tardó en encontrar ese ansiado balance. Un equilibrio que, en la actualidad, ha favorecido que su nombre figure entre las royals mejor vestidas.
Aunque, como ya dictamos, esto no fue siempre así. Al igual que ocurrió en España, el idilio de Letizia con las costuras y los estampados no siempre fue fácil.
Durante sus primeros años bajo el techo de Casa Real, su atuendo era un repertorio sinfín de conjuntos monocromáticos en tonos pastel. Una acción que favoreció a que la expectación a nivel internacional, que tan agitada se había movido, tomase asiento incitando el relevo de su nombre entre las páginas.
Hasta que un día fusionó sus ideas de looks con los consejos de una nueva estilista (en concreto, Eva Fernández), una decisión que instó a que abandonase sus regios estilismos para abrazar esas nuevas vanguardias que pasaron de ser su objeto de referencia a incitar su propio diseño.
Así es cómo Letizia comenzó a acaparar titulares
A medida que la agenda real iba adornando sus eventos con el nombre de Letizia, los estilismos de la que fue princesa de Asturias comenzaron a transformarse; despertaron un nuevo interés. Sin dejar a un lado sus tacones, sus ya características faldas de corte midi, sus blusas holgadas y sus vestidos fruncidos con un elegante recogido, el nombre de Letizia volvió a introducirse, poco a poco, en la industria de la moda.
De hecho, no fue hasta 2015, cuando Rania de Jordania visitó la península, cuando la industria volvió a fijarse en ella comparándola con verdaderos íconos del pasado como Grace Kelly, gracias al vestido bouclé -como no, de color rojo- por el que se decantó.
Una popularidad que fomentó que, finalmente, en 2017 se dedicasen especiales hablando de ella para dar paso a un sinfín de artículos elevando y aplaudiendo sus looks. ¿El estilo que lo favoreció? El vestido oliva con capa que le hemos visto lucir en más de una ocasión. Eso sí, con la melena suelta.
En concreto, un año después del posado, por las mismas fechas, recurrió a este misterioso diseño para acudir, en esta ocasión, a los Premios Nacionales del Deporte.
¿Su look cumbre? Más allá de levantar admiración con sus atuendos más ibicencos por las calles de Palma de Mallorca o adelantarse a las futuras vanguardias dictadas sobre la pasarela o mostrar su faceta más sensual con un little black dress e, incluso, repetir estilismos, fue su casi desconocido vestido negro de estrellas con firma de Carolina Herrera -con el que acudió a los Premios de Periodismo Mariano de Cavia el que instó a escribir su nombre junto a otros grandes iconos como, por ejemplo, Lady Di.
Un referente en la industria
Así, tras un camino arduo de 18 años, la royal ha logrado alzarse bajo el calificativo de prescriptora de tendencias (otros, incluso, podrían clasificarla bajo el concepto de icono) a nivel mundial, dando a conocer firmas y diseñadores made in Spain y, por supuesto, afianzando su armario y la atracción por el qué llevará. Un fenómeno que, al mismo tiempo ha incitado a que su nombre y título se adhieran de manera inquebrantable a todas las publicaciones de moda con cada una de sus apariciones.
Tan solo hay que ver que, incluso, combinando unos shorts de estilo marinero sus combinaciones no cesan de acaparar flashes.