Ligar en Mercadona: la última moda generada por las redes sociales

El fenómeno de ligar en lugares cotidianos no es nuevo, pero en los últimos tiempos ha tomado una forma inesperada y original: el supermercado Mercadona se ha convertido en el epicentro de una nueva tendencia de ligoteo que involucra piñas boca abajo y el choque de carros de compra. Esta práctica, que se ha viralizado principalmente en España, no solo ha supuesto una campaña de marketing de valor incalculable para esta empresa (a coste cero), sino que lleva varios días siendo uno de los temas más tecleados en los buscadores, ya que al final, juega con un morbo que tan buenos resultados da a todos los niveles.

Orígenes de esta tendencia de ligar en el Mercadona

La moda de ligar en Mercadona usando piñas boca abajo y chocando el carro con quien también las lleve de esta manera, entre las 19 y las 20 horas, parece haber surgido de forma orgánica en las redes sociales. Usuarios de plataformas como Instagram, Twitter y TikTok comenzaron a compartir imágenes y videos de ellos mismos colocando piñas invertidas en sus carros de compras. Aunque ya en 2017, una participante del popular programa de citas First Dates mencionó que había una hora concreta para ligar en Mercadona, parece que el pistoletazo de salida lo ha dado este verano la influencer de redes sociales @yosoyvivylin, con el video que publicó el pasado 20 de agosto en sus redes sociales explicando junto a una amiga cómo se estaba desarrollando esta nueva forma de ligar.

El simbolismo de la piña invertida no está del todo claro, pero podría recuperar la señal utilizada por la comunidad swinger para identificar parejas dispuestas a hacer intercambios. Hace años se utilizó en supermercados americanos con este objeto, pero había caído en desuso… hasta ahora.

Por otro lado, el choque de carros parece ser una manera más directa y juguetona de intentar un match: en lugar de la tradicional mirada desde el otro lado de la sala, el choque de carros crea una interacción física inmediata, obligando a los participantes a entablar conversación, ya sea para disculparse o para reírse del encuentro fortuito.

Y por último, también hay que tener en cuenta que, dependiendo de tu edad, debes moverte por distintas secciones del supermercado, como pescadería, vinos o congelados.

La clave de la rápida expansión de esta moda ha sido, sin duda, su viralización en las redes sociales. Los videos de jóvenes (y no tan jóvenes) participando en estos rituales de cortejo en los pasillos de Mercadona han acumulado ya muchos miles de vistas. Estos clips suelen ser humorísticos, mostrando reacciones variadas de sorpresa, diversión o incluso rechazo, lo que añade un elemento de entretenimiento y suspense que es perfecto para el consumo rápido en plataformas digitales.

Influencers y creadores de contenido han jugado un papel crucial, ya que muchos han decidido explorar esta tendencia en sus visitas al supermercado, documentando sus experiencias y, a menudo, encontrando maneras creativas de hacer el proceso aún más espectacular y digno de compartir.

Impacto cultural y comercial

Desde un punto de vista cultural, este fenómeno refleja una evolución en las normas de cortejo y socialización. En una era donde las interacciones en línea empezaban a predominar, la piña boca abajo y el choque de carros en Mercadona representan una fusión curiosa de la vida digital y real. Estos actos no solo sirven como una herramienta de ligoteo sino también como una declaración, un modo de romper con la monotonía del día a día y de inyectar algo de diversión y misterio en la rutina de hacer la compra.

Para Mercadona, aunque uno no pueden evitar preguntarse si todo esto no es más que una ingeniosa estrategia publicitaria, es obvio que la tendencia ha sido una bendición, aumentando exponencialmente su visibilidad y generando un tipo de publicidad orgánica y viral que es difícil de replicar con campañas de marketing tradicionales. Esta campaña que se ha generado de User Generated Content (UGC) ha multiplicado espectacularmente tanto su visibilidad como el número de menciones de esta marca en las redes sociales.

Pero, por otro lado, tiene varios riesgos. Se trata de un contenido que, al no estar bajo el control de la marca, puede generar distorsiones o incluso crisis de reputación de la misma. Además, la empresa ha tenido que gestionar la manera en que estos comportamientos afectan a otros clientes y al orden general en las tiendas, para intentar que la diversión no se convierta en molestia. A fin de cuentas, existe el riesgo de que comportamientos inspirados en la tendencia se conviertan en intrusivos o incómodos para aquellos que no desean participar o que simplemente están en el supermercado para hacer sus compras en paz.

Queda por ver si esta moda será efímera o si se asentará. Es muy posible que la tendencia se diluya a medida que más personas participen y la novedad inicial se desvanezca. También habrá que ver cómo afecta a las ventas, algo que no está del todo claro. Pero, por si las moscas, la competencia de Mercadona se ha subido al carro del ligoteo: Lidl y Carrefour han iniciado sendas campañas en sus redes sociales para incentivar a sus clientes a que hagan lo mismo. Así lo han comunicado a través de sus respectivas cuentas en X, antigua Twitter. «¿Cómo ligar en Lidl? Ven de 18.00 horas a 19.00 horas y coge una sandía» (Lidl). «Fueguito, fueguito. Hoy de 20 a 21 horas en nuestras tiendas», (Carrefour). Y parece que no van a ser los únicos.

Hasta nombre tiene esta práctica en la que no está muy claro si lo que la gente quiere realmente es reirse o ligar: supermarket dating. De locos.