Skip to main content

Esto es todo lo que podrás hacer si vuelas en primera clase con Emirates

Redaccion| 21 de abril de 2017

El lujo extremo de la aerolínea te hará sentir como parte de la realeza. No escatiman ni un detalle.

Mientras en Europa el mercado aéreo ha quedado en manos de las compañías de bajo coste (que ahora se lanzan a la conquista de las rutas transatlánticas), en Emiratos Árabes Unidos se consolida el lujo extremo para que los larguísimos vuelos que cubren se conviertan en una experiencia inolvidable. Emirates, calificada como la mejor aerolínea del mundo en los premios Traveller’s Choice Awards 2017, donde votan usuarios de la plataforma TripAdvisor, se sitúa a la vanguardia de esta nueva forma de volar. Vamos a ver por qué.

En apenas 32 años (fue fundada en 1985), Emirates se ha convertido en una poderosa aerolínea que vuela a más de 150 destinos. A ello ha contribuido el papel de Dubai en el sector aeronáutico: su privilegiada situación, a caballo entre Europa y Asia, permite realizar escalas en sus modernas instalaciones para enlazar vuelos y convertir un larguísimo viaje en dos largos viajes. Conscientes de la cantidad de horas necesarias (volar de Madrid a Dubai supone casi 7 horas a bordo), Emirates ha decidido hacer del vuelo una experiencia en sí misma.

Para empezar, Emirates utiliza los aviones de pasajeros más grandes que existen en el mercado: los Airbus A380 y los Boeing de la serie 777. La compañía posee más de 250 aeronaves con una edad media de 6,4 años, una de las más jóvenes del planeta. Esto se debe a que renueva constantemente su flota, que en 2018 estará compuesta por 320 aviones y en 2020 esperan que pueda tener 400.

 

Estos gigantescos modelos, con capacidades que oscilan entre los 266 y los 517 pasajeros en cada avión, se convierten al mismo tiempo en hotel, bar y centro de ocio. Los pasajeros de las clases económicas disponen de más espacio de lo habitual para estirar las piernas. Además, tienen a su disposición un sistema de entretenimiento a bordo llamado ICE (Information, Communication, Entertainment), repleto de películas, series, música e incluso videojuegos. Los pasajeros también pueden realizar llamadas telefónicas o conectarse a Internet pagando un suplemento. Por supuesto, la mayoría de los vuelos incluyen comidas, bebidas y aperitivos. Y los más pequeños reciben en algunas rutas regalos para que jueguen durante el vuelo.

Si la clase turista ya supone un aumento de nivel respecto a otras compañías, es en primera clase donde Emirates destaca como un operador de lujo extremo. En los modelos A-380 los asientos de primera clase se sitúan en el piso superior del avión (efectivamente: esos aviones tienen dos plantas). Se accede a través de unas escaleras situadas en ambos extremos de la cabina y a esta zona exclusiva sólo pueden entrar quienes hayan comprado un billete de esa categoría (volar entre Londres y Dubai en primera clase puede costar alrededor de 4.500 euros, ida y vuelta). La primera clase de estos aviones tiene apenas 14 asientos, por lo que la exclusividad ya se nota desde el primer momento. Aunque en realidad empieza antes, ya que los pasajeros tienen a su disposición salas de espera exclusivas en algunos aeropuertos y preferencia a la hora de embarcar y desembarcar.

Durante el vuelo, a las comodidades de la clase turista se unen detalles y servicios que hacen de la primera clase una de las más lujosas del mundo. Los asientos son de cuero y se pueden reclinar hasta convertirse en una cama. Además, están situados en una especie de cabina en la que es posible cerrar unas puertas para aislarse del ruido y descansar entre las nubes. Si el pasajero prefiere ir sentado, el asiento dispone de un sistema de masajes para ayudar a relajarse mientras disfruta del sistema de entretenimiento a bordo.

Todos los pasajeros reciben un neceser con artículos de aseo de las marcas más prestigiosas del sector y pueden utilizar las dos duchas del avión. Se encuentran situadas en sendos habitáculos que más bien son pequeños salones de belleza, con lavabo de mármol y suelo climatizado. Cada pasajero podrá pasar 30 minutos allí y dispondrá de cinco minutos de agua para ducharse a 12.000 metros de altura.

Si lo suyo es la gastronomía, la primera clase dispone de un menú especial y de platos a la carta que se preparan al momento. Y nada de bandejas de plástico: los platos se sirven en vajilla de porcelana de Royal Doulton. Además, los asientos disponen de un minibar repleto de refrescos y existe una carta de alcoholes y licores con vinos, champán y cócteles. Los exclusivos viajeros pueden disfrutar de estas bebidas (entre las que se incluyen marcas como Dom Perignon o Hennessey Paradis – esta última con un precio que supera los 700 dólares por botella -) durante la comida o en el bar. Y es que la zona de primera clase de los modelos A-380 incluye una barra de bar con camareros que sirven bebidas durante el vuelo. Todo sea por una lujosa experiencia inimaginable en un avión.

 

Miguel Ángel Ossorio Vega

OTROS ARTÍCULOS DE ESTE AUTOR
NOTICIAS RELACIONADAS

Suscríbete ahora

LO MÁS DESTACADO