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Los influencers digitales

Miguel Ángel Ossorio Vega| 14 de julio de 2021

Los influencers digitales, creados a través de la tecnología CGI (abreviatura en inglés de Common Gateway Interface), se postulan como una nueva era para los influyentes, arrebatando la popularidad a los de carne y hueso.

 

La era de los influencers y las redes sociales

Con el boom de las redes sociales, surgieron muchas nuevas figuras que se han lucrado gracias a ellas. El fenómeno de los influencers no conoce límites y se ha convertido en un movimiento global. Tanto, que muchos de los jóvenes de hoy en día aspiran a convertirse en uno de ellos y convertir un hobbie en una profesión.

Ya es tal la saturación que tiene este mercado, que hay muchos que se cuestionan si el término influencer ha tocado techo. Mientras tanto, se van creando nuevas oportunidades aprovechando las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, dando cabida a nuevas generaciones de ellos.

 

¿Qué son los influencers digitales?

Estos nuevos tipos de influencers no son de carne y hueso. Son personajes creados con CGI y que se han convertido en auténticas estrellas en las redes sociales, haciéndole mucha competencia al modelo usual de influencer al que estamos acostumbrados. Gracias a la inteligencia artificial, se han ido abriendo paso en las redes sociales y despertando mucha admiración entre los usuarios.

 

¿Quiénes son algunos influencers digitales?

Algunos ejemplos de influencers ficticios que están consiguiendo mucha popularidad a día de hoy son Lil Miquela o Shudu. Han llegado a Instagram a revolucionar la red social, ya cuentan con 1,1 millones de seguidores la primera, y 106.000 la segunda. Muchas marcas de moda ya han contactado con sus gestores para hacer colaboraciones en conjunto.

Algunos otros ejemplos son:

  • @noonoouri: activista vegana.
  • @bermudaisbae: amiga de Lil Miquela, ambas colaboran y van a restaurantes y conciertos juntas.
  • @imma.gram: primera influencer digital.

Problemas de los influencers digitales

Como en casi todo, la tecnología en este caso avanza mucho más rápido que la regularización. La FTC (Federal Trade Commission) pone en duda la transparencia que hay entre las relaciones de las marcas y los influencers tradicionales en muchas ocasiones, así que en el caso de estos nuevos influencers ficticios, el problema es mucho mayor.

La regulación establece ahora que, con el objetivo de que se de a conocer a los usuarios de las redes si existe o no una relación contractual entre las marcas y los influencers, había que señalarlo. Ahora, es de obligado cumplimiento que se etiquete en el contenido de la publicación si es con fines publicitarios o patrocinios. Esta norma es de difícil cumplimiento para la inteligencia artificial ante la dificultad para exigir responsabilidades.

Otro de los problemas que se nombran es la preservación de la autenticidad del mensaje. Muchas agencias de influencers se agarran a que una máquina no puede decidir si una prenda es suave o no, por ejemplo. Por lo que no es verídica al 100% la información que nos estarían aportando.

 

Pero también hay beneficios

Muchas marcas han encontrado en este nuevo personaje de las redes sociales un filón. Ven que se eliminarían determinadas fricciones que se puedan generar entre las relaciones con las personas y sus egos, al poder determinar qué mensaje lanzar.

Muchas compañías ya están trabajando para poner estos personajes ficticios a trabajar en áreas como servicio al cliente, asistencia digital personal o entretenimiento.

El avance de las tecnologías nos lleva a un nuevo mundo en el que la realidad y la virtualidad van de la mano. Las preguntas son muchas, sobre todo… ¿seremos capaces de distinguir entre realidad y ficción? ¿Cómo nos afectará la aparición de estos personajes a nuestras vidas? ¿La profesión de influencer tiene los días contados?

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