Las marcas publicitarias, la prensa y ahora también los influencers de las redes sociales, se enfrentan cada día al problema de no conocer cuántos de los seguidores de las webs y cuentas personales son realmente humanos. A las primeras les interesa saber a cuántas personas llegarán realmente sus anuncios a la hora de tomar una decisión sobre los recursos que deben destinar a cada campaña, mientras que las webs y los influencers desean conocer cuál es el alcance real de sus mensajes.
Con el fin de identificar a los robots que se hacen pasar por seguidores, la plataforma influyente Fohr Card, con sede en Nueva York, ha ideado una nueva herramienta con la que pretende identificar con precisión cuántos seguidores de perfiles de personas influyentes son realmente humanos. Hoy en día, comprar followers sale muy barato en las granjas de bots de Rumanía y Filipinas: alrededor de 200 dólares por cada 50.000 seguidores. Pero no todo el mundo lleva a cabo esta práctica. Muchos bots simplemente siguen cuentas importantes para resultar creíbles sin que los influencers sepan que no se trata de humanos.
Según una investigación de la propia Fohr Card, el 7,8% de los 20 millones de cuentas de Instagram son bots o cuentas falsas. Aunque la cifra puede parecer baja, no se debe minimizar su importancia. En la actualidad, la industria del marketing influyente mueve cerca de 1.000 millones de dólares, que se duplicarían en 2019. De ellos, Fohr Card asegura que unos 78 millones de dólares podrían ser desperdiciados si no se detectan a tiempo estos perfiles maliciosos. Por ello, la plataforma, que se dedica a conectar personalidades con marcas, quiere corregir este problema testando la veracidad de las cuentas que existen en las plataformas sociales.
La herramienta que ha diseñado divide los perfiles en tres categorías: activos, trols y bots. El influencer da su permiso para que se escaneen los seguidores de su cuenta a través de una API. La Follower Health Score (Puntuación de la Salud del Seguidor) se determina al escanear nombres de usuario, biografías, actividad en otras plataformas sociales, lo recientes que sean los mensajes y la proporción entre sus propios seguidores y el número de cuentas que siguen. De esta forma, el sistema es capaz de identificar si se trata de robots, por detalles como un nombre sospechoso o una biografía escasa. A través del aprendizaje, la máquina va reconociendo fácilmente los perfiles falsos una vez que han sido categorizados.
La puntuación obtenida por cada seguidor va desde -8 hasta 8, siendo la más baja la que correspondería a un robot y la más alta a un ser humano. Desde la compañía aseguran que el sistema tiene un 100% de fiabilidad. Cada influencer también recibe una puntuación de 0 a 100 según la calidad de sus seguidores.
Fohr Card gestiona las cuentas de influencers en YouTube, Twitter, Tumblr, Facebook y blogs, pero por el momento esta nueva herramienta solo identifica usuarios falsos en Instagram. Lo que sí se presenta como su próximo objetivo es erradicar la compra de compromiso, es decir, aquellos robots que generan ‘me gusta’ y realizan comentarios.
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