Lucía Galán: «Para criar hijos felices lo primero es ser padres felices»
Lucía Galán Bertrand es pediatra, escritora, y una voz influyente en el ámbito de la salud pública en las redes sociales. Lleva diez años divulgando ciencia y ya es reconocida como una autoridad en su especialidad, muy relacionada con el reto de ser buenos padres y criar hijos felices en este mundo de incertidumbres.
Tiene una vocación pediátrica como un templo, pero la propia experiencia de su maternidad “cambió mi manera de vivir y sentir ya para siempre”. Con una enorme visión social, cuenta en abierto sus aprendizajes y sus conclusiones sobre materias que pueden facilitar nuestras biografías con una naturalidad y un desparpajo que la convierten en una excelente comunicadora.
Ha escrito diez libros en Planeta como El viaje de tu vida, Eres una madre maravillosa o Lo mejor de nuestras vidas, y los dos últimos –El gran libro de Lucía, mi pediatra y La vida es esto– están entre los más vendidos, más leídos, más recomendados y más a mano desde hace meses.
Entre consulta y consulta, la pediatra más influyente de España nos abre un hueco en su agenda. De cara al verano y a nutrirnos de su experiencia, tomamos la temperatura al contexto que vivimos y auscultamos sus recetas.
¿Qué sociedad se ve desde tu consulta?
Veo una sociedad con miedo y con más inseguridad que en mis últimos veinte años de profesión. A pesar de la sobreabundancia de información que experimentamos ahora, noto más desinformación. Se ha dado alas al alarmismo y a los bulos, y eso está dando origen a una generación de padres y madres más miedosos en el día a día en la atención hacia sus hijos.
¿Y qué ves en las redes sociales?
¡De todo! Yo empecé en las redes sociales hace diez años y ahí he visto un cambio positivo. Hace una década había muchísimo hater, bastante estafador y demasiados oportunistas en el ámbito de la divulgación científica. Ahora, los usuarios de las redes sociales han aprendido a discriminar mejor quién está detrás de un mensaje que tiene relación con la salud. Saben mirar más allá y contar con sus propios referentes, y eso es un gran paso. Que los padres y madres sepan que no es real todo lo que se vierte en las redes es un avance evidente. En las cuestiones relacionadas con la salud, como es lógico, las audiencias no se la juegan y prefieren seguir a personas fiables.
Ser padres es…
¡Difícil! No hay etapa fácil en la crianza. El postparto es complicado y la vida del niño entre los 0 y 3 años es espinosa… Parece que encontramos un cierto remanso de paz entre los 3 y los 6, pero enseguida llegan la preadolescencia y la adolescencia, y los padres nos sentimos otra vez muy novatos, porque lidiamos con chavales que poco se parecen a los de la etapa anterior… No hay hito fácil en el proceso de crianza, pero todos son absolutamente reveladores y transformadores. El secreto es ser conscientes de que la formación de los padres es un continuo, que estamos aquí para aprender con nuestros hijos, porque lo hacemos lo mejor que podemos. Trataremos de hacerlo cada vez mejor, pero esto es un camino progresivo.
¿Cuál es la mejor manera de criar hijos felices?
Aunque suene impopular, lo primero es buscar nuestra propia felicidad como padres. Desde la insatisfacción, la infelicidad, el hastío, el estrés, la depresión, la enfermedad mental y la ansiedad es imposible dejar a los hijos una infancia o una adolescencia feliz. Me encuentro a diario con padres que ponen el foco exclusivamente en el bienestar de sus hijos descuidándose ellos mismos sin ser conscientes de que su deterioro emocional repercute directamente sobre el bienestar de sus hijos. A veces hay que parar y plantearse, con honestidad, qué necesitamos para estar bien. Mi experiencia me dice que cuando yo estoy a tope de power es cuando mis hijos van mejor, porque yo estoy más optimista, más alegre, más productiva, más tranquila… Esto es poderosísimo, porque los padres somos el espejo donde se miran nuestros hijos cada día. Es bueno hacer parones de vez en cuando, ver qué necesitamos y tomar decisiones para que nosotros estemos bien, porque somos los que llevamos la batuta.
Amor, ilusión, inseguridad, dificultades, incertidumbres, miedos… ¿Cómo se gestiona con acierto ese cóctel dando seguridad a nuestros hijos?
Equivocándonos muchas veces y asumiendo que casi todo en el aprendizaje de ser padres pasa por el camino del ensayo-error, pero informándonos mucho. Me llama la atención que cuando sabemos que vamos a ser padres nos compramos libros y vamos a cursos, y eso es fantástico, pero hay un momento en el que nos olvidamos de seguir aprendiendo e improvisamos bastante. Entramos en la rueda del estrés de la vida de adulto y llegamos a la adolescencia agotados, justo cuando nos encontramos con problemas más graves. No podemos quitarnos de en medio y tirar la toalla. Es importante que los padres busquen referentes para todas las etapas de sus hijos, porque de cómo estemos preparados y de todos los conocimientos que vamos acumulando depende, en gran parte, la educación de nuestros hijos. No es fácil. No nos enseñan a ser padres. Pero cuantos más recursos tengamos, mejor nos irá.
«Es importante educar a nuestros hijos en el mundo real, sorteando las burbujas de fantasía. Hay que formarles en el optimismo y en la alegría, porque todos queremos vivir felices, pero también en la realidad».
En estos momentos de incremento de patologías mentales, también en la infancia, ¿hasta qué punto es importante educar en salud emocional en casa?
¡Es vital! Desde el nacimiento tenemos que educarles para que sepan poner nombres a sus situaciones y ser referentes de calma y de luz en sus vidas. Ellos pueden perder el control, tener rabietas, enfadarse y cometer errores que deben cometer, porque de todos ellos irán aprendiendo, pero nosotros, como padres, somos responsables de hacerlo mucho mejor que ellos. Si ellos levantan la voz, insultan, gritan o pegan, nosotros nunca podemos jugar en esa liga, porque somos ejemplo, y el ejemplo educa. Es fundamental ayudarles y enseñarles, desde que son pequeños, a identificar sus emociones, por qué se enfadan, cómo lo vamos a gestionar, por qué es normal que estén tristes ante esa situación y por qué nosotros estamos llorando, y no porque se nos haya metido una cosita en el ojo, sino porque nos ha pasado algo y la tristeza es una emoción propia de los seres humanos. Es importante educar a nuestros hijos en el mundo real, sorteando las burbujas de fantasía. Hay que formarles en el optimismo y en la alegría, porque todos queremos vivir felices, pero también en la realidad. Es normal atravesar momentos tristes en los que necesitamos nuestro espacio, o de duda, de incertidumbre. Siempre he tratado de educar a mis hijos en la vida real, con el toque de luz y de optimismo, pero sin mirar para otro lado ante situaciones difíciles.
Tus libros están habitualmente entre los más vendidos. Libros de psiquiatras, pediatras y expertos en nutrición son los más demandados, al menos en plataformas como Amazon. ¿Qué significa eso?
Significa que hay mucha necesidad, y que los padres están interesados en saber bien y confían en los profesionales sanitarios, que hemos tomado la batuta en la oferta de consejos y en el aterrizaje de la formación científica. Los médicos estábamos muy centrados en comentar la ciencia entre nosotros, pero desde hace unos años los padres y las madres demandan esos contenidos explicados con un lenguaje comprensible. Los libros muy vendidos responden a una demanda real. Yo he escrito los libros que a mí me hubiese gustado leer cuando mis hijos eran pequeños y mientras han ido creciendo. Hace quince años teníamos muy pocos referentes en estas materias. Había autores extranjeros que escribían bien, pero adolecían de ese toque vulnerable para admitir que es lógico que a veces nos equivoquemos y nos confundamos, y tampoco pasa nada, porque lo haremos mejor en la próxima ocasión. He escrito libros con los que he querido rellenar los vacíos que me encontré como madre, porque los padres los siguen necesitando.
Estás en el top 10 de las influencers más reconocidas en el fair play de las redes, según iCmedia. ¿Cómo ves la divulgación científica en las redes?
La veo cada vez mejor, y me alegra, porque yo tuve que abrirme paso en un mundo en el que se etiquetaba a los influencers con un concepto con el que nunca me he sentido identificada, aunque respeto todas las profesiones. No llegué a las redes sociales para mostrar mi estilo de vida o promocionar marcas comerciales, sino para divulgar ciencia y para acompañar a los padres y a las madres en este viaje tan difícil. Al principio fue complicado y un tanto hostil, y diez años después me muevo entre profesionales maravillosos que divulgan de manera fantástica, sencilla, pero rigurosa desde el punto de vista científico. Los profesionales sanitarios tenemos la autoridad para hablar de salud y lo hacemos a diario en nuestros trabajos, ¿por qué no hacerlo también en las redes sociales? Yo trato a unas veinte familias cada mañana, pero a través de un vídeo puedo llegar a un millón en varios minutos.
«No llegué a las redes sociales para mostrar mi estilo de vida o promocionar marcas comerciales, sino para divulgar ciencia y acompañar a los padres y a las madres en este viaje tan difícil».
¿La honestidad científica es la garantía para el verdadero influencer en estas materias?
Sin duda. Sin honestidad en la vida, apaga y vámonos, y en las redes sociales, más aún, porque se identifica antes a un mentiroso que a un cojo. El famoso postureo ha pasado a la historia y los perfiles sin consistencia todo el mundo sabe cuáles son. Nuestros seguidores buscan el rigor científico, la autenticidad y la credibilidad, que son valores sagrados. Mi misión es traducir en lenguaje comprensible lo que dice la ciencia. Mi consejo para quienes quieran empezar en este mundo es: habla de lo que sabes y dominas con pasión, y triunfarás. No hay más secreto.
¿A qué personas de tu perfil sigues en redes porque aprendes de su profesionalidad?
Sigo con cercanía a @patripsicologa, @davidcallejo, @ginecologa.anarosa, @abihuertas_psq, @psicosaludtenerife, @deborahciencia, @farmaceuticofernandez, @eldoctorron, @dr.mauriciogonzalez y @nuria.nunez_psquiatra.
DOS FLOTADORES ‘PEDIÁTICOS’ PARA EL VERANO
¿Algún consejo para los padres de cara al verano?
Te voy a dar dos: uno emocional, y otro, de seguridad. El primero: ¡Disfruta de tu hijo o hijos! Llevan todo el año esperando a las vacaciones de verano, que es la época que todos recordamos mejor de nuestra infancia. Cógete unos días, te lo mereces y se lo merece tu hijo. Dedícate en exclusiva a llenar su mochilita de recuerdos. Ahí se fraguan buena parte de las experiencias de familia que siempre recordará.
Segundo consejo: Cada año lamentamos en España la pérdida de entre 30 y 40 niños ahogados. Diría que el cien por cien de esos accidentes son prevenibles. ¡Muchísimo cuidado! ¡Nunca solos en el agua! ¡Siempre, con un adulto a menos de medio metro! El sistema de flotación más seguro es el chaleco homologado: ni manguitos, ni flotadores. Me pongo muy nerviosa cuando veo a un niño solo en la piscina o en la playa, y a su padre o a su madre, en la toalla, mirando el móvil. Máxima prevención, porque en un segundo nos puede cambiar la vida.