Cinco escapadas rurales en Madrid para aprovechar el otoño
Os proponemos cinco escapadas rurales dentro de la Comunidad de Madrid. Cinco pueblos a los que ir de excursión este otoño (o durante el resto del año) donde desconectar de todo sin tener que hacer largos recorridos desde la capital.
Buitrago del Lozoya
A pie de la Autovía del Norte (A-1), Buitrago del Lozoya es uno de los pueblos más visitados del norte de Madrid. No es de extrañar, ya que además de su buena comunicación con la carretera de Burgos está en las faldas de la Sierra de Guadarrama. El empedrado de su antiguo recinto amurallado de origen musulmán (cuenta con torreones macizos, barbacana, foso, coracha, una torre albarrana y un alcázar) se refleja en las aguas del río Lozoya, dotando a su panorámica de una gran belleza. Su caso urbano está declarado bien de interés cultural, con numerosos lugares de interés como el Castillo de los Mendoza, el Palacio del Bosque, la Torre del Reloj o el Puente Viejo.
Manzanares el Real
Sin duda el principal atractivo de Manzanares el Real es tener al lado La Pedriza, una de las zonas más visitadas de la Sierra de Guadarrama. Podemos acceder desde el propio pueblo a través del Tranco, o si queremos subir en coche tendremos que hacerlo a través de la barrera de acceso (sujeta a restricciones horarias y de aforo). Naturaleza en estado puro donde hacer cualquiera de sus múltiples rutas de senderismo o vías de escalada, así como comer en los chiringuitos de Cantocochino. En el municipio podemos visitar su castillo medieval, con visitas temáticas y representaciones teatrales, o dar un paseo por el Embalse de Santillana.
Montejo de la Sierra
El pueblo más famoso de la Sierra del Rincón, gracias a su popular hayedo. Solo puede verse a través de las visitas guiadas, que aunque gratuitas hay que reservarlas previamente de forma digital. El otoño es sin duda la mejor estación para deleitarnos con sus colores, pero también podremos disfrutar de él durante el resto del año. El municipio ofrece además otras bucólicas rutas de senderismo. O si queremos pegarnos un homenaje gastronómico, nuestro sitio es el Mesón El Hayedo. Irresistibles sus judiones de la sierra, sus carnes, sus croquetas y sus postres caseros.
Morata de Tajuña
Desde el sureste de la Comunidad, Morata ofrece multitud de opciones. Los ciclistas pueden recorrer la Vía Verde del río Tajuña, que lleva desde Arganda del Rey hasta Ambite. Los senderistas tienen numerosas rutas en las que, además de perderse entre olivares, huertos y maizales, encontrarán restos de la Guerra Civil Española (desde búnkeres hasta trincheras). Aunque si nos interesa especialmente este episodio de nuestra historia reciente, tenemos una cita obligada con el Museo de la Batalla del Jarama. A la salida podremos comer en el Mesón El Cid o en otras terrazas tan agradables como las de El Bosque o Libra II. Y no podemos irnos sin probar sus famosas palmeritas de chocolate, a nuestra disposición en todas las panaderías y pastelerías de la localidad.
San Martín de Valdeiglesias
Al lado opuesto de Madrid, en el extremo occidental, llegamos por la carretera de los pantanos (M-501) a San Martín de Valdeiglesias. Limítrofe con Ávila y Toledo, en los confines de la Sierra de Gredos y en plena cuenca del Alberche. De hecho uno de los parajes naturales más visitados de la zona es el Pantano de San Juan, que represa las aguas de este río para disfrute de bañistas, pescadores y aficionados al esquí acuático. En el pueblo de San Martín debemos visitar el Castillo de la Coracera, abierto al público viernes de 16:00h a 19:00h y sábados y domingos de 11:00h a 20:00h. En sus afueras, son muchos los curiosos que se asoman a El Bosque Encantado, a la par jardín botánico y parque de esculturas vegetales. Ofrece además la posibilidad de alojarse en sus apartamentos.