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Marisa Paredes, Premio ‘Puente de Toledo’

Jesús Casañas| 17 de enero de 2019

Marisa Paredes ha recibido el jueves, 17 de enero, el premio Puente de Toledo en la gala inaugural de la Semana de Cine de Carabanchel de la mano de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Aprovechamos para rendirle nuestro particular homenaje repasando su vida y obra.

El 3 de abril de 1946 nacía en Madrid María Luisa Paredes Bartolomé, a la que el público terminaría conociendo como Marisa Paredes. En su dilatada carrera de intérprete ha trabajado con los principales directores de nuestro cine (desde Almodóvar a Trueba pasando por Urbizu o Chávarri), se ha colado en el mercado internacional, ha presidido la Academia de Cine y ha recibido numerosos galardones a su trabajo, entre ellos el Goya de Honor.

En las décadas de los 60 y 70 realizó diversos papeles menores, desde spaghetti westerns a películas de Marisol pasando por El mundo sigue de Fernando Fernán Gómez. En 1975 nacería su única hija, la también actriz María Isasi, fruto de su relación con el director Antonio Isasi-Isasmendi.

No fue hasta los 80 cuando tuvo su primer papel relevante gracias a Fernando Trueba: Ópera prima (1980). Pero sin duda lo que catapultó su trayectoria artística fue convertirse en una ‘chica Almodóvar’ con Entre tinieblas (1983, año que se casó con Chema Prado, su marido hasta el día de hoy).

La relación entre Marisa y Pedro se afianzaría en los 90, cuando se convierte en la actriz fetiche del director manchego y alcanza la fama internacional con los títulos Tacones lejanos (1991) y La flor de mi secreto (1995).

Se le abren las puertas del mercado internacional e interviene en producciones de Italia, Francia o México como Profundo carmesí (1996) y El coronel no tiene quien le escriba (1999) de Arturo Ripstein, La vida es bella (1997) de Roberto Benigni o El espinazo del diablo (2001) de Guillermo del Toro.

En el nuevo milenio repetiría con Almodóvar en sucesivas ocasiones: Todo sobre mi madre (1999), Hable con ella (2002) y La piel que habito (2010). Asimismo se convertiría en una habitual del cine europeo, trabajando a las órdenes de realizadores como Amos Gitai (Golem, l’esprit de l’exil), Daniel Schmid (Hors saison), Philipe Lioret (En tránsito), Raoul Ruiz (Tres vidas y una sola muerte), Alain Tanner (Jonás y Lila), Maria Sole Tognazzi (L’uomo che ama), Cristina Comencini (Mi familia italiana) y Manoel de Oliveira (Espelho mágico), entre otros.

Presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España entre 2000 y 2003, uno de sus últimos trabajos es Petra, de Jaime Rosales, que se proyectará durante esta 37 Semana de Cine de Carabanchel que la homenajea con el premio Puente de Toledo.

Este reconocimiento se suma a otros muchos galardones como el Premio Goya de Honor, el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y la Gran Medalla Vermeil de la Villa de París. Un nombre imprescindible del cine español dentro y fuera de nuestras fronteras.

 

Por Jesús Casañas

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