Marta Ortega ve peligrar su puesto ante la revuelta de sus empleadas

Últimamente parece que Inditex no consigue la aceptación popular con las decisiones que está tomando. A nivel interno, las huelgas de sus empleadas, que empezaron el diciembre en A Coruña, lejos de cesar, se han prologado por todo el territorio español. Por otro lado, los clientes tampoco están muy contentos con los nuevos protocolos de devolución. Todo esto solo cerca el círculo sobre Marta Ortega.

Ya se avisó hace un tiempo, pero no es hasta ahora que Inditex lo ha hecho real. Se han acabado las devoluciones online gratuitas. El 1 de febrero se hizo efectivo un sistema que la multinacional ya llevaba meses desarrollando en otros países.

Todo consumidor que quiera hacer devoluciones o cambios en domicilio deberá abonar un coste extra de 1,95 euros, tal y como reza en la página web: «Las devoluciones de pedidos realizados a partir del 1 de febrero del 2023 tendrán un coste de 1,95 euros que se descontarán del importe reembolsado», señala la marca.

Este importe afecta a todas las marcas de la compañía, desde Zara a Lefties, pasando por Oysho o Massimo Dutti. Lo que seguirá siendo gratuito son todas las devoluciones que se hagan de forma presencial en sus tiendas.

Asimismo, el buque insignia de Inditex, Zara, señala que también se pueden devolver los pedidos de forma gratuita a través de un punto de entrega en el mismo país donde se realizó la compra.

Aunque la empresa fundada por Amancio Ortega afirma que en el resto de países donde han aplicado este sistema lo han aceptado «extremadamente bien», lo cierto es que en España, desde que se iniciaron los rumores, los usuarios no han parado de quejarse.

Lejos de un posible temor a una caída de las ventas, Inditex sostiene que es una gran medida. El consejero delegado de la compañía, Óscar García Maceiras, afirmó ante una llamada con analistas que han apreciado dos puntos positivos: el aumento de las devoluciones en tienda y la reducción del periodo para la devolución por parte de los clientes.

Las dependientas de Inditex extienden la huelga a toda España

Mientras esperan a la reacción de los consumidores y se enfrentan a esa batalla, lo cierto es que la guerra de Inditex ha estallado internamente.

En noviembre, las empleadas en A Coruña de la compañía salieron a la calle a reivindicar un salario digno que les permitiese llegar a fin de mes. Era la primera vez que las «niñas», tal y como son nombradas dentro de Inditex, se enfrentaban a la máxima empresa gallega.

Lejos de quedarse en A Coruña, estas quejas se extendieron por todo Galicia y las dependientas de todas las cadenas de la compañía salieron a manifestarse mientras secundaban una huelga.

Ahora, meses más tarde, estas propuestas ya han llegado al resto de España. Desde enero, las dependientas del país se han sumado a las gallegas pidiendo una mejora en sus condiciones laborales. A finales de dicho mes, CCOO y UGT, los dos sindicatos mayoritarios, habían empezado una negociación con la empresa en la que pactaron una subida salarial del 3%, es decir, 30 euros al mes.

Sin embargo, las trabajadoras lo consideran insuficiente. Sara Sánchez, delegada de la Confederación General del Trabajo (CGT), aseguró que se trata de algo “vergonzoso, lamentable y humillante».

Este sindicato sostiene que es una falta de respeto y que ese 3% “queda lejos de la subida conseguida por nuestras compañeras en A Coruña”. Las gallegas lograron una subida del 25% y de 382 euros de una manera progresiva.

Ante la negativa de Inditex de dar su brazo a torcer, las huelgas van a seguir extendiéndose por todo el país. La siguiente es el próximo 11 de febrero, convocada por CGT, quien pide estar presente en las negociaciones.

Marta Ortega capea el temporal

Mientras, Marta Ortega ve como todas estas voces en contra pueden perjudicar de manera económica a Inditex. Ni la guerra de Rusia y Ucrania ni la subida de precios han conseguido hundir al imperio. Sin embargo, ahora es el corazón de la compañía lo que se está debilitando.

La tarea de los grandes de la moda ha consistido en mantener estable el porcentaje del margen bruto en el negocio, entre el 50% y el 60%. En el caso de Inditex, durante los primeros nueves meses de 2022, su margen bruto fue de 58,7%, hasta los 13.532 millones de euros. Aunque es un margen alto, supone un 3% menos que durante el mismo periodo del año anterior.

Aunque en un principio se presupone que Inditex no va a encallar en cuanto a beneficios económicos se refiere, debe estar alerta. Lo cierto es que el resto de la cadena va bien, pero Inditex tiene que tener en cuenta el lastre que le supone Zara Home, ahora integrada en Zara.

Hasta la fecha, los resultados económicos avalan a Marta Ortega como presidenta de Inditex. El único frente que tenía abierto, su mala cotización en bolsa, también parece haberse dado la vuelta. Todo sonríe a la heredera de Amancio Ortega.

Sin embargo, la guerra interna con sus empleadas, el hecho de que haya salido a la luz las malas condiciones labores a las que se enfrentaban, sumado a la nueva política de devoluciones, puede oscurecer la imagen pública de Inditex, arrebatarle ese aura de empresa idílica y modélica para el resto y arrastrarla a problemas de imagen que puedan mermar sus ventas.