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Adriana Terrádez: «Más del 60% de los tumores se están curando»

Redaccion| 10 de octubre de 2017

Hablamos con Adriana Terrádez, biotecnóloga y fundadora de BioSequence, una compañía especializada en oncología de precisión centrada en hacer estudios genéticos a los tumores de pacientes con cáncer para intentar personalizar el tratamiento.

¿En qué consiste la medicina personalizada?

Significa que cada paciente reciba el tratamiento más apropiado para su indicación, y generalmente esto va de la mano de la genética. En el campo del cáncer, por ejemplo, lo que hacemos es analizar los tumores de los pacientes a nivel genético y en base a los resultados que tenemos podemos diferenciar qué tratamientos tendrían un potencial beneficio clínico para los pacientes y a qué tratamientos serían resistentes. Esto no solo abre nuevas opciones de tratamientos más dirigidos, sino que evita muchos otros que ya se sabe que no van a aportar ningún beneficio, y así mejoramos su calidad de vida porque ahorramos efectos secundarios.

Como parte de la medicina personalizada está el personalizar tratamientos. ¿Es viable crear medicamentos para cada paciente?

Sí, de hecho es la tendencia. Cada vez hay menos quimioterapias y más tratamientos dirigidos. La genética ha dado esa posibilidad, como conocemos qué alteraciones tienen determinados tipos de tumores en concreto, se empiezan a desarrollar fármacos para esas alteraciones. Y seguro que en un futuro próximo los tumores de los pacientes no se clasificarán por el órgano, sino por la alteración genética concreta del tumor.

Parece que la investigación camina hacia cronificar la enfermedad y a estimular el sistema inmunitario del paciente, como algunas vacunas. ¿Qué crees que veremos en los próximos años?

La inmunoterapia, desde hace unos años, está jugando un rol fundamental porque al final lo que permiten estos fármacos es potenciar nuestro sistema inmune y hacer que muchas células que en teoría estaban ocultas se dejen de proteger y sean reconocibles para nuestro sistema. El cáncer es una enfermedad muy agresiva y aunque muchas veces se den algunos tratamientos, puede buscar mecanismos de resistencia, y al final es una combinación de tratamientos, una batalla contra el tiempo. Por eso es importante monitorizar la evolución de la enfermedad y por eso una tecnología como la biopsia líquida está aportando mucho, porque ahora podemos controlar ya no solo a través de técnicas de imagen, sino en sangre, la enfermedad, los niveles de esas alteraciones genéticas, si crecen o no, y relacionarlo con una nueva progresión del paciente o con una buena respuesta del paciente a los tratamientos.

¿Qué es una biopsia líquida?

Hasta ahora, todos los análisis genéticos se habían tenido que hacer a través de una pieza del tumor del paciente, y gracias a la biopsia líquida ya somos capaces de capturar el ADN tumoral libre circulante que tenemos en sangre y analizarlo. Y a partir de ahí, conocer las características del tumor y saber identificar qué tratamientos serían más recomendables para el paciente. La biopsia líquida es un término más general, se podría contemplar tanto el análisis de sangre, como de orina, como de saliva. Actualmente el que está más desarrollado es el análisis de sangre.

Ya que la prevención parece que es la mejor arma contra el cáncer, parece que han surgido culturas e industrias alrededor de todo esto. ¿Qué dice la ciencia que podemos hacer para evitar el cáncer?

Se pueden leer muchas cosas, pero hay que saber diferenciar la información. La ciencia dice que el sol es un agente cancerígeno, con lo cual, no hay que exponerse a él, sobre todo en determinadas horas, y siempre con protección. El tabaco lo mismo. Hay determinados alimentos como la carne o muchos alimentos procesados que sabemos, y lo advirtió la OMS el año pasado, que también están relacionados. Es tener unos hábitos de vida un poco más saludables, y todos lo sabemos porque es de sentido común.

La mayoría de la gente no se da cuenta de que está desarrollando la enfermedad hasta que da síntomas, y a veces ya es tarde para atajarla. ¿Cómo se puede mejorar el diagnóstico para que la gente se pueda enterar antes? O controlar a la gente de algún modo para darse cuenta antes.

Justamente, la biopsia líquida es aquí donde va a tener un rol muy importante. Hay muchas compañías que están intentando desarrollar estudios muy sensibles que se puedan utilizar a nivel precoz para detectar la enfermedad. Igual que se hace la prueba de detección de sangre en heces para pacientes que puedan desarrollar después un cáncer colorrectal, que se hace a partir de determinada edad. Se van a tener que ir implementando medidas similares. Y con la biopsia líquida, cuando de verdad consigamos tener un estudio coste-efectivo que permita que sea accesible a toda la población en general, que nos permita hacer un screening de todos los pacientes, habrá que determinar muy bien cada cuánto tiempo hacerla, pues al final nos ayudará a intentar prevenirlo o adelantarnos muchísimo para que después no sea una enfermedad agresiva, como es muchas veces en el estado en el que se diagnostica.

La mayoría de las personas tiembla al escuchar la palabra cáncer. Desde tu posición, ¿qué les podrías decir?

Que al final es una enfermedad que por supuesto sigue causando mucho miedo y mucha preocupación, pero cada vez se conoce mejor y se trata mejor. Cada vez hay más tratamientos disponibles, y estamos en un país en el que tenemos acceso a muchos fármacos, y también los profesionales están muy bien preparados. Más del 60% de los tumores se están curando, con lo cual estamos hablando de cifras mucho más esperanzadoras que hace unos años. La gente tiene que estar bien informada y tiene que preocuparse de toda la innovación para intentar comentar todo esto con sus oncólogos para ver de qué se pueden beneficiar. Es una batalla contra el tiempo y hay que intentar sacar el ánimo para luchar contra ella y estar abiertos desde a los ensayos clínicos hasta a los estudios que permitan ofrecer nuevas opciones de tratamiento.

¿Qué le dirías a un enfermo de cáncer, concretamente?

Si es una persona que lo tiene ahora mismo, depende: si está respondiendo bien a los tratamientos, que confíe y siga los planes que tienen sus especialistas y se deje asesorar por ellos. Si no está respondiendo a los tratamientos actuales y convencionales, le recomendaría que preguntase a sus oncólogos si han hecho un estudio genético de su tumor y, si no, que lo hagan, ya que quizá les permitirá abrir nuevas opciones de tratamiento que quizá no hayan sido todavía valoradas. Y si es una persona que ha sobrevivido a la enfermedad, que siga con los controles rutinarios y que si conoce que tiene familiares que también han tenido la enfermedad o jóvenes que lo han tenido, puede ser que lo hayan heredado, y que tomen las medidas necesarias para hacer un análisis genético de la familia y ver si hay una predisposición para intentar prevenirla en el resto de generaciones.

Viajas mucho por trabajo y verás otras realidades científicas. ¿Qué salud le ves a la ciencia española?

En España, la verdad es que tenemos centros muy bien preparados y personal muy cualificado. La cuestión siempre son los recursos que se destinen a la investigación, a la ciencia y a la salud. Cuanto más recursos, más posibilidades y más campo de desarrollo. Estamos en un país líder en oncología, el CNIO es pionero, uno de los que más material científico genera. Estamos en la cabeza del top 10 europeo y mundial. Podemos estar satisfechos. Tenemos muchos ensayos clínicos, cada vez más, pero al final es una cuestión de recursos que se quieran invertir.

¿Es fácil ser científico y empresario?

Depende mucho de las circunstancias, pero la verdad es que fácil no hay nada, apasionante es todo y todo es un proceso de aprendizaje, con lo cual, cuando vienes de un ámbito más científico, adentrarte en el mundo empresarial te hace tener que abrirte a muchas otras experiencias y formarte también en otros campos, pero bueno, la verdad es que es muy motivador, sobre todo cuando es una empresa propia y ves un crecimiento.

>> La entrevista completa a Adriana Terrádez se publicó en el número 4 de la revista ‘Influencers’ (septiembre 2017)

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