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MediaMarkt, al borde de la quiebra, pone en riesgo miles de empleos en España

Pedro Ruiz| 27 de septiembre de 2022

MediaMarkt, más bien su matriz Ceconomy, vive en una agonía financiera constante. Una situación límite que puede terminar por llevarse a la compañía por delante. También los más de 7.000 puestos de trabajo que mantiene en España. La llegada de la pandemia supuso una advertencia importante sobre un modelo de negocio obcecado en las grandes superficies físicas. Pero lo peor estaría por llegar. Y es que la inflación de costes, en especial en su país de origen (Alemania), junto con la fuerte competencia, está haciendo añicos los márgenes de la empresa. Un escenario atroz cuando se le suma un apalancamiento operativo y financiero desmesurado.

Aunque quizás el mayor problema es que el mercado ha empezado a descontar el colapso del grupo. Además, sin ningún tipo de pudor. Tome primero la evolución bursátil del grupo Ceconomy en los últimos años. Así, el mercado alemán, donde cotiza, ha visto como el valor de sus títulos se ha desplomado casi en un 64% en apenas seis meses. Si se toman datos anteriores el resultado es aterrador. Y es que las acciones de MediaMarkt se han hundido hasta en un 90% en los últimos cinco años. Un porcentaje que denota por sí solo que la compañía está cerca de la insolvencia.

Pero no hace falta hacer extrapolaciones, ya que los propios inversores lo están haciendo. En concreto, se están deshaciendo de los bonos de MediaMarkt ante el temor de un posible impago en el futuro. Así, el valor de la deuda de Ceconomy que deberá devolverse en 2026 se ha desplomado en los últimos días hasta en 14 puntos básicos. Esa caída le ha llevado a que su valor caiga por debajo de los 60 céntimos por euro de deuda, lo que implica una alta probabilidad de incumplimiento en el futuro. Un escenario apocalíptico en mitad, además, de un movimiento de subida de tipos tan brusco.

MEDIAMARKT TIENE UN GRAVE PROBLEMA DE APALANCAMIENTO

Pese a que ambos datos parecen alejados el uno del otro, en realidad, son las dos caras de una misma moneda. Y es que simplemente explican la delicada situación por la que atraviesa MediaMarkt, ya sea económicamente (evolución bursátil) o financieramente (bonos). También empiezan a dibujar un colapso esperado que empezará con un impago o renegociación de deuda seguida por la venta de activos, cierre de tiendas y despidos masivos.

El ratio de solvencia ya se encuentra por debajo de la unidad, lo que implica quiebra inminente, y la deuda total sobre fondos propios ha alcanzado un más que preocupante 716%.

Y todo empieza con el apalancamiento, vocablo que no hay que confundir con endeudamiento. Aunque muchas veces, por comodidad, se utilicen como sinónimos. En primer lugar, el apalancamiento se divide en tres: operativo, financiero y total. Obviamente, el tercero es el resultado de los dos anteriores, por lo que muchas veces solo se habla de los dos primeros. En el caso de MediaMarkt, el operativo cobra especial importancia a medida que la situación económica se deteriora, lo que termina provocando un desequilibrio enorme en la estructura financiera de la compañía.

El apalancamiento operativo no es más que la parte de costes fijos sobre el total de gastos. Una cifra alta tiene sus ventajas, ya que si las ventas superan ese umbral de costes fijos los resultados se multiplican, ya que hay muy pocos gastos variables. Con esa premisa opera MediaMarkt, ya que sus enormes establecimientos suponen el mayor gasto del grupo. De hecho, el peso de la partida de propiedad, planta y equipo se ha multiplicado por tres desde el 2018. Pero lo que puede ser beneficioso cuando se aumentan las ventas también puede ser demoledor cuando se empiezan a acumular existencias y no se consigue alcanzar esos costes fijos.

EL DOLOR DE UNA DEUDA ELEVADA

En MediaMarkt ha pasado eso último. De hecho, la partida de existencias (también dentro de su balance) ha pasado de 2.400 millones en 2018 a casi 3.400 millones a 30 de junio de 2022. Un colapso en las ventas, como el que se ha producido en MediaMarkt, cuando el apalancamiento operativo es alto suele ser sinónimo de problemas. Al fin y al cabo, ya no solo se trata de generar margen (ventas menos costes) para ganar dinero, sino también para repagar la deuda en la que se ha incurrido para elevar ese apalancamiento operativo. Por ejemplo, al construir nuevas grandes superficies o comprar otras firmas.

Ahí aparece otro enorme problema para Ceconomy o MediaMarkt: el enorme volumen de deuda que ha ido acumulando. Así, si de nuevo miramos en el balance, se puede ver cómo la deuda con las entidades de crédito ha pasado de algo más de 200 millones en 2018 a más de 2.200 millones a 30 de junio de 2022. Eso por sí solo supone una pesada losa sobre la cuenta de resultados del grupo, por los intereses, pero en plena escalada de tipos puede convertirse en un coste inasumible. De ahí, por ejemplo, que los bonos hayan reaccionado tan mal desde que el BCE subiera en 75 puntos básicos el coste del dinero. 

MediaMarkt

Al final, unos ingresos a la baja, una deuda elevada y unos márgenes a la baja terminan descapitalizando el grupo. De hecho, el ratio de solvencia ya se encuentra por debajo de la unidad, lo que implica quiebra inminente, y la deuda total sobre fondos propios ha alcanzado un más que preocupante 716%. Por último, MediaMarkt verá como su director financiero, Florian Wieser, dejará su cargo a finales de año, lo que añade más presión a la situación. Aunque (como siempre) es todavía peor, ya que muchos otros directivos están rechazando la oferta de sustituir a Wieser. Por ejemplo, recientemente se informó que Philipp Amm, actual director financiero de Notebooksbilliger.de, ni siquiera respondió a la oferta.

LOS DATOS DE MEDIAMARKT EN ESPAÑA: MÁS DE 100 TIENDAS Y 7.000 EMPLEOS

Esos problemas se extienden también hasta España. De hecho, hace algo más de un año y medio integraba dentro de su estructura hasta diecisiete tiendas de Worten España que había adquirido previamente. Eso conllevaba también “incorporar a toda la plantilla de las tiendas”, explicaba el director general de MediaMarkt España, Alberto Álvarez. La absorción, por tanto, se vendió como un éxito, ya que la compañía nunca antes había sido capaz de abrir un número tan grande de locales en un espacio tan pequeño de tiempo. Pero lo que en realidad se estaba haciendo era elevar notablemente el apalancamiento operativo.

Hasta el punto de que MediaMarkt contaba en España a mediados del año pasado con 106 locales y hasta 7.000 empleados. Y el objetivo de seguir creciendo. En concreto, el objetivo era el de alcanzar los 3.000 millones de euros en ingresos para 2025, una cifra que ahora se empieza a ver como una quimera. De hecho, el temor es lo que ocurrirá en los próximos meses, ya que una mala campaña de fin de año (tanto el mes del black friday como las navidades) puede acabar en drama para la compañía y los empleados.

En definitiva, MediaMarkt se enfrenta a su hora más sombría. A medida que se acerca el invierno y las expectativas económicas empeoran, con la actividad industrial y el gasto hundiéndose rápidamente, la sospecha de la quiebra empieza a materializarse. De hecho, los inversores parecen ya estar anticipándose a ello. Así, el minorista especializado en productos tecnológicos puede seguir la estela de otros gigantes históricos del comercio que han ido desapareciendo. El problema será el reguero de despidos y ruina que puede dejar tras de sí el hundimiento de una compañía de tal magnitud.

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