Mercedes busca salir de España y deja en el aire 13.000 empleos

Mercedes ha iniciado la mayor transformación de su historia. Y eso ya es mucho decir para una empresa que dio a luz al primer vehículo en la historia. Además, lo ha ido haciendo a pasos. En primer lugar, su apuesta decidida, o eso dice, por el coche eléctrico. En segundo lugar, la separación de la marca Daimler, que la da mayor visibilidad. Por último, su “deseo” de ser 100% una marca de lujo. Una hoja de ruta que mejorará, seguramente, sus márgenes. Pero también eliminará decenas miles de empleos, entre ellos probablemente los que tiene en España.

Los ingredientes reunidos el pasado 22 de mayo hablaban por sí solos. Un nombre evocador: “La economía del deseo”. El escenario escogido: Mónaco. Y, posteriormente, la ristra de vehículos estacionados a la vista de los asistentes que iban desde su nuevo deportivo hasta un lujoso Clase G o los nuevos Maybach. En definitiva, hasta el más despistado se dio cuenta de que la intención de Mercedes era una propuesta relacionada con el lujo. Tampoco es nuevo que la firma alemana presentase una oferta de ese estilo. Aunque sí sorprendió su actitud tajante de ‘solo haremos lujo’.

“El lujo de primera calidad tiene el mayor potencial de crecimiento”, señaló Ola Kallenius, consejera delegada de Mercedes. “No se trata solo de China. Es un crecimiento de la riqueza en Europa, hay un crecimiento de la riqueza en América del Norte, hay un crecimiento de la riqueza en todas las economías”, confirmó Kallenius acerca de la nueva posición de la firma alemana. Así, los planes pasan por aumentar las ventas de sus vehículos más caros: el G-Wagon, los modelos AMG, la línea de lujo Maybach y los sedán insignia del grupo como el EQS y S-Class. El objetivo es alcanzar un margen del 14%.

EL DUDOSO FUTURO DEL NEGOCIO DE FURGONETAS

Además, Mercedes desveló que está trabajando en una submarca denominada Mythos que llevará el lujo más allá. La intención es competir con la serie Icona de edición limitada de Ferrari y los 911 coleccionables de Porsche, entre otros. Eso va más allá de la simple construcción de un superdeportivo, ya que supone crear unas máquinas con una identidad propia. Una personalidad que incluye una carrocería tan cuidada como sorprendente y una serie de detalles, interiores y exteriores, que le den esa personalidad que se busca. Por último, y no menos importante, un motor con cientos de caballos de potencia.

La suma de todo eso debe darle a Mercedes la capacidad de mejorar sus márgenes y permitirle alcanzar múltiplos de la industria del lujo. Para que no haya dudas, además, el grupo no hará más vehículos baratos. Pero la pregunta es: ¿Cómo encaja esa apuesta decidida por el lujo con su línea de furgonetas? La respuesta solo la saben los directivos, y no la han hecho pública, pero la realidad es que es muy difícil. Al fin y al cabo, ninguna de las grandes firmas de vehículos de lujo tiene una línea similar, y menos con la misma marca.

Más si cabe, cuando su recorrido parece limitado tanto en el crecimiento como en los márgenes. Al fin y al cabo, la línea de furgonetas de Mercedes mantiene su margen bruto, denominado Ebit, muy por debajo del que tiene en otras líneas como los autos. En concreto, en el primer trimestre obtuvo un 12,6%, mientras que en la venta de coches superó el 16%. Y, además, se trata de un porcentaje más alto de los esperado, ya que el consenso lo situaba incluso por debajo del 9%. En cuanto a la generación de ingresos, Barclays espera que caiga en un 6,6% entre 2022 y 2025.

MERCEDES DEJA EN EL AIRE MILES DE EMPLEOS EN ESPAÑA

Así, tanto las nuevas ambiciones de la cúpula directiva de Mercedes como las cifras de la línea de furgonetas ponen en dificultad su continuidad. Una pésima noticia para España y, más en concreto, para Vitoria y la provincia de Álava. En concreto, la compañía alemana cuenta con una planta con una extensión de 600.000 metros cuadrados en la ciudad situada en el País Vasco. Una extensión que la convierte en la segunda más importante del grupo, detrás de la de Düsseldorf (Alemania), y data de 1953.

En la actualidad, la fábrica da trabajo a más de 3.500 trabajadores de forma directa. Pero la industria auxiliar que trabaja para ella puede superar los 13.000 trabajadores. Entre los modelos que han salido de la planta están la Mercedes Vito, desde 1995, y la Viano, desde 2003, aunque se dejó de fabricar en 2014. Recientemente, Mercedes reformó sus instalaciones para la fabricación de las furgonetas de nueva generación, tanto Vito como el monovolumen Clase V. Aunque es difícil concebir que la firma siga apostando por este tipo de productos cuando ya solo piensa en lujo.

Al fin y al cabo, proseguir con la marca la devaluaría, mientras que cambiar seguiría afectando al margen. La situación no es nada sencilla. Y lo único que parece seguro es que el grupo está dispuesto a asumir los riesgos de su nueva apuesta en forma de “recortes de empleos y fábricas”, según los analistas. Un tijeretazo que, además, es más fácil de practicar en España que en Alemania, donde los sindicatos tienen un enorme poder. De hecho, mantienen una representación notable en el Consejo. En definitiva, el nuevo camino que ha emprendido Mercedes parece alejarle inexorablemente de España.