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Los trabajadores de Mercedes explotan ante «el chantaje» de la Dirección

Pedro Ruiz| 9 de junio de 2022

La Dirección de Mercedes sigue jugando a dos bandas con los trabajadores de su fábrica en España. Así, los acontecimientos se han sucedido en las últimas semanas, mientras todavía se negocia el nuevo convenio colectivo. Primero, la empresa lanzó su nuevo plan de transformación enfocado totalmente al lujo. La propuesta deja en el aire el futuro de su negocio de furgonetas, precisamente, los modelos que se construyen en la planta de Vitoria-Gasteiz. Por último, el equipo directivo trasladó un posible plan de inversión multimillonario, pero ligado a lograr más flexibilidad laboral.

El rompecabezas ha terminado por desesperar a los trabajadores. De hecho, un gran número de ellos califica ese ofrecimiento como “cortina de humo” e incluso de “chantaje”. Una de las razones es que no hay nada real encima de la mesa más allá de un alegato verbal. “No hay nada tangible”, explica uno de los trabajadores. Y es que se trata de un planteamiento tan inicial como aventurado, ya que llega en plena reconversión de la marca. Además, se especificó tanto que sería “a largo plazo”, como que realmente todavía no hay una decisión tomada.

Al fin y al cabo, meses antes, el responsable estratégico de Vans de Mercedes, Ingo Ettischer, habló acerca de la importancia de llegar a un acuerdo en el convenio. En especial, de cara a la decisión de la multinacional sobre qué planta fabricará los modelos eléctricos, pero no hay nada más. Pero a cambio exige unas contraprestaciones muy reales: empeorar las condiciones de empleo y sueldo de los operarios. Esa confrontación es precisamente lo que más ha enfadado a la plantilla. También a los propios sindicatos, que a pesar de valorar muy positivamente esa posibilidad señalan que “no van a bajar los brazos”.

 

LOS TRABAJADORES DE MERCEDES INICIAN LAS MOVILIZACIONES

También ha sorprendido (aunque no mucho) que Mercedes haya deslizado la oferta pocos días antes del inicio de las movilizaciones. “Realmente, parece premeditado que hayan aprovechado una de las reuniones cercanas al parón programado para lanzar ese anuncio”, señalan fuentes cercanas a la compañía. Para muchos de los trabajadores y algunos de los sindicatos, no todos, no hay ninguna duda de que estaba “planeado”. Por ello, consideran vital para hacer más presión seguir con la huelga que ya tenían convocada de cara a los próximos días.

 

Mercedes
El Mercedes-Benz 300, de 1955, se convirtió en el coche más caro del mundo al venderse por 135 millones de euros

 

Los trabajadores empezarán este mismo viernes con su calendario de movilizaciones, que incluye concentraciones de dos horas los días 10 y 15 de junio. Aunque todavía pueden darse avances significativos en los próximos días. De hecho, este mismo jueves ha tenido lugar una reunión entre las partes y está previsto que se vuelvan a ver hasta tres veces más a lo largo de la semana que viene. Una actividad mucho más intensa que la que se había producido hasta ahora que desvela la necesidad de unos y otros por llegar a un acuerdo.

Aun así, tampoco parece que esté cerca. Al fin y al cabo, las negociaciones se han extendido más allá de un año con parones significativos. Uno de los puntos más conflictivos es cómo se revalorizarán los salarios. La propuesta sindical incluía elevarlos con el IPC y añadir un punto porcentual más. Una petición que desde Mercedes ven como inviable en plena escalada del índice de precios español. De hecho, las previsiones de los grandes organismos económicos, ya a mediados de año, son que se sitúe por encima del 8% y el que viene cerca del 5%. Una escalada de costes, solo en personal, que es insostenible.

 

EL DIFÍCIL FUTURO DE LA INDUSTRIA PARA VITORIA-GASTEIZ

Otro de los problemas importantes para los trabajadores es acerca de su futuro. Obviamente, es difícil de entender que una marca dedicada íntegramente al lujo mantenga una línea de negocio de furgonetas. Más si cabe, cuando los ingresos y los márgenes con los que trabaja son mucho más bajos que en el resto de áreas. Por ello, la fábrica tal y como está concebida en la actualidad y sus empleados tienen un futuro complicado. De hecho, Mercedes no ha explicado cuáles son sus intenciones al respecto, lo que deja todo en el aire.

Pero aun con esa gran inversión, de 1.200 millones de euros, la cosa sigue siendo difícil. En primer lugar, porque difícilmente se podrá mantener la plantilla al completo. Al fin y al cabo, dedicarse íntegramente al lujo significa producir poco y vender caro, a diferencia de lo que ocurre ahora. En segundo lugar, porque el empleo ligado a la planta de Vitoria va mucho más allá de la que trabaja en ella, ya que hay toda una industria auxiliar alrededor. Un tejido empresarial ligado a la fabricación de furgonetas, no de superdeportivos de lujo.

Esos matices son realmente importantes, ya que el tejido creado alrededor de una fábrica de cualquier marca es un factor diferencial. Además, habría un tercer factor que son unas condiciones laborales peores (ligadas a ese plan). En definitiva, que en el mejor escenario posible la situación será difícil para los trabajadores. Si se contempla el peor, la situación podría volverse dramática. Las negociaciones serán clave en las próximas semanas o meses. También lo serán para ver si las promesas de Mercedes realmente se cumplen.

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