Miguel Adrover vuelve a lucir cara en la moda de la mano de Vaquera
La última colección de Vaquera ha resultado un grito frente a los estándares de la moda en toda regla. Con una estética marcadamente religiosa e irreverente, aporta la característica diversidad por la que el colectivo de diseñadores nació en 2013. La impresión sobre polos blancos de las caras de sus referentes; Martin Margiela, Andre Walker, Vivienne Westwood y Miguel Adrover, ha dado mucho que hablar.
¿Quién es Miguel Adrover y por qué no te suena? Pues una de las figuras más destacadas de la historia de la moda que, junto a la Maison Martin Margiela y Alexander McQueen, rompiera esquemas a principios de la década de los 2000. Pocos datos se pueden encontrar de su misteriosa biografía, pero estos nos relatan como abandona los estudios a la edad de doce años para trabajar en la granja familiar y posteriormente emigrar a Nueva York, estableciéndose mientras fregaba suelos y confeccionaba en su piso mezclando prendas. Un bolso de Louis Vuitton hecho falda o una gabardina de Burberry’s convertida en un vestido, que anticipaba la llegada de la logomanía, le valieron un aluvión de elogios por parte de la prensa especializada en un tiempo récord.
Por desgracia, un fatídico error a la hora de presentar una colección influenciada por la estética de Oriente Próximo 48 horas antes del atentado a las Torres Gemelas, le valió la cruz en el sector y tuvo que abandonar su pasión durante unos años, hasta resurgir en un ambiente más calmado en 2007. Su última colección data de 2012 y está repleta de piezas que terminarían por influenciar a la corriente actual en la moda, con Vêtements o Gosha Rubchinskiy como claros ejemplos.
Actualmente retirado de la confección al más alto nivel, regenta un variopinto bar de cócteles en su Mallorca natal, llamado Es Jaç. Así mismo el pasado 31 de marzo presentaba un nuevo proyecto centrado en las artes plásticas y la fotografía llamado Sa mort amb prebes torrats, en Santanyí. Antiguos amigos y colaboradores, como también nuevos desconocidos, han acudido a la galería donde recoge el trabajo de sus últimos dos años, que ha sabido guardar con gran recelo. Se abre así una nueva puerta en la carrera de este prolífico creador, dejando la incógnita de cuáles serán sus nuevos pasos a seguir.
Por Adrián Rodríguez Costa