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El milagro de Aldi para no subir los precios

Lidia Vega| 4 de noviembre de 2022

La situación económica actual está siendo insostenible. Con una inflación por encima del 7%, los precios de los productos de alimentación han subido. La crisis energética provocada por la guerra entre Ucrania y Rusia, sumada al encarecimiento de las materias primas, ha hecho que los supermercados y tiendas locales hayan tenido que subir los precios.

Sin embargo, unos se han subido más ‘a la parra’ que otros. Mercadona y DIA han sido los dos supermercados que más han encarecido el precio de sus productos. En concreto, ambos han subido sus precios más de un 16%, cuando la subida del sector se situaba en los 12,7%.

Por suerte, hay algunos que han decidido contener esa subida, como Aldi. Según reflejan los últimos datos proporcionados por Kantar, al comparar la subida de precios entre septiembre de 2022 y el mismo mes de 2021, Aldi se situó un 1,5% por debajo del incremento del 12,7% registrado en el sector.

«Aldi se consolida como dique de contención ante la subida de precios generalizada en el mercado, conteniendo el incremento por debajo del promedio de la distribución. Ante el contexto actual de inflación, el consumidor está buscando vías de ahorro para contener el coste de su cesta habitual», destaca la compañía.

Pero, ¿cómo consiguen retener así los precios?

 

Aldi hace una firme apuesta por la marca blanca

La realidad es que Aldi no está parando de crecer. Aunque, por el momento, solo cuenta con un 1,5% de la cuota del mercado, la cadena alemana es el supermercado que más compradores ha ganado en el último año. Junto con su compatriota, Lidl, ambas se reparten a buena tacada de los compradores.

De hecho, según informa Kantar el 67,4% de los hogares son compradores de estas cadenas. De la misma manera, ambas aglutinan el 53,9% de la publicidad por televisión. Pero, centrándonos en Aldi, poco a poco va consiguiendo hacerse un hueco. Ya ha conseguido aumentar los compradores mensuales un 11%. Esta cadena está conquistando a familias jóvenes, con y sin hijos. Además, está ganando cuota en las cestas grandes.

Entre sus ventajas, se encuentra la firme apuesta de los alemanes por la marca propia. En los últimos años, Aldi ha sabido darle un fuerte impulso a los productos de marca blanca, algo que hoy en día es la clave si los supermercados quieren triunfar. De hecho, el 86% de su surtido es marca propia. Entre la oferta que ofrecen se encuentran desde productos frescos hasta droguería.

Podemos dividir las marcas propias de Aldi en siete grupos: El Mercado de Aldi, donde encontramos los frescos; GutBio, su popular gama ecológica; Milsani, para los lácteos; Flete, de congelados; la Tabla de Aldi, de embutidos; Esselt de Aldi, la marca de droguería y El Horno de Aldi, donde ofrecen pan y bollería. Esta amplia oferta hace que los consumidores encuentren todo lo que buscan en el supermercado, sin tener que expandir sus compras para completar la lista.

Sin embargo, esta no es la única fortaleza de la alemana. En tiempos de crisis, las promociones son un buen reclamo. Y esto Aldi lo sabe bien. Cada semana la cadena de supermercados renueva los productos en oferta, creando la necesidad a los consumidores de acudir, al menos, cada siete días para hacerse con ellas. «Las ofertas les permiten encontrar cada semana productos básicos, entre estos productos frescos, al precio más bajo del mercado», afirma la compañía.

 

La relación con los proveedores, el principal problema de Aldi

Sin embargo, no todo es positivo para Aldi. La relación entre los supermercados alemanes y los proveedores de frutas y verduras deja mucho que desear. Casi como le pasa a Mercadona, esta cadena también ha tenido muchos enfrentamientos con el campo, que le acusa de fomentar la competencia desleal.

De hecho, la última polémica es de hace apenas un mes. La Asociación Valenciana de Agricultores ha denunciado ante la Agencia de Información y Control Alimentario la campaña de Aldi, que ofrecía las mandarinas un 25% por debajo de su precio. Esta campaña coincide con la recolección de cítricos en España.

Según explica AVA-ASAJA, Aldi habría podido acometer una presunta venta a pérdidas, ya que con una cotización de 1,49 euros por kilo podría haber provocado una destrucción del valor del producto a lo largo de la cadena alimentaria.

«Aldi vuelve a demostrar sin pudor la inquina alemana hacia la citricultura española. Mientras las naranjas y mandarinas procedentes de Sudáfrica y otros países del hemisferio sur copaban los lineales de sus supermercados, no había problema en mantener precios razonables”, explica el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.

“Pero precisamente ahora que empiezan a comercializarse las primeras mandarinas españolas, de repente le entran las prisas por usar los cítricos como producto reclamo. Así se entiende por qué los alemanes anteponen sus intereses comerciales con Sudáfrica a la solidaridad y la seguridad fitosanitaria europea«, añade.

Si Aldi quiere seguir creciendo teniendo a su favor no solo a los agricultores, sino también al resto de la población, debe tratar de solventar este tema. Un buen ejemplo lo tiene en la cadena de Juan Roig y su famosa crisis de la leche. Por no querer ofrecer un sueldo digno a los ganaderos se ha quedado sin leche y, además, con una mala opinión por parte del público que va a tardar mucho en quitarse.

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