Movistar contribuirá a impulsar el crecimiento de vehículos conectados en España junto a la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM). Pero no es su único movimiento en favor de la movilidad conectada: Movistar Car ya lleva esta realidad a cualquier vehículo independientemente de su antigüedad.
Movistar ha entrado de lleno en la competición por promover la movilidad conectada. La compañía de telecomunicaciones anunció recientemente una alianza con GANVAM para impulsar el crecimiento del coche conectado en España. Una realidad todavía incipiente, pero llamada a crecer de forma vertiginosa.
De hecho, se calcula que el año que viene ya circularán 6 millones de vehículos conectados por las calles y carreteras españolas, según Faconauto y MSI. La cifra sorprende, pero es factible si se responde correctamente a una pregunta clave: ¿qué es exactamente un vehículo conectado?
La respuesta no tiene mayor misterio: un coche conectado a Internet en todo o en parte. Y es extremadamente fácil lograrlo si tenemos en cuenta que se puede conectar el smartphone al coche vía Bluetooth y mejorar la experiencia de conducción.
Cómo conectar el coche a Internet
Si vamos un paso más lejos, la propia Movistar lanzó hace unos meses Movistar Car, un dispositivo que se conecta al puerto OBD, presente en vehículos posteriores a 2005, y dota de conexión a Internet al vehículo. Y mucho más: analiza las condiciones del coche y alerta si detecta alguna anomalía. También geolocaliza el vehículo hasta el punto de determinar si se ha sufrido un accidente.
Otras empresas como Amazon también venden dispositivos similares (Echo Auto), pero Movistar está aprovechando su capilaridad en España para llegar aún más lejos. El objetivo es caminar de la mano de los fabricantes y vendedores no solo para extender la penetración de Movistar Car, sino para utilizar el posicionamiento de la telco para impulsar esta industria en España. Porque, recordemos, el país cuenta con casi 30 millones de coches, lo que ofrece un inimaginable potencial de conectividad para crear vehículos más seguros y eficientes.
De hecho, el coche conectado, y la movilidad conectada como industria, busca mucho más que llevar wifi en el coche. El objetivo último es optimizar la circulación gracias a la tecnología y mejorar la seguridad de las carreteras aprovechando las ayudas que estas nuevas realidades pueden entregar al conductor.
5G y conducción autónoma, siguiente fase de la movilidad conectada
Podríamos decir que el coche conectado es el paso previo a algo mucho más grande que está por llegar. Y es que se trata de una primera fase de la movilidad conectada, un concepto más amplio que servirá no ya para integrar Internet en el vehículo, sino para integrar al vehículo en una red.
Los coches se comunicarán entre sí y con el entorno (carreteras, comercios, semáforos, sistemas de vigilancia y asistencia, etc.). Y, por supuesto, se conducirán solos, sin intervención humana. Es la conducción autónoma, que necesitará a Internet como eje vertebrador y a las redes 5G como ‘autopista’ digital para trasladar esos datos generados, enviados y recibidos.
Todavía pasarán algunos años hasta que veamos como algo cotidiano estas realidades que empiezan a asomar la cabeza. Por ahora, lo más cercano y asequible que tenemos son dispositivos como Movistar Car o Amazon Echo Auto. No está de más que vayamos familiarizándonos con estas nuevas capacidades. Como no lo está que empecemos a crear sinergias entre nuestro vehículo y nuestro smartphone.
En tecnología hay que llevar la voz cantante si no queremos quedarnos atrás. Porque, como decimos siempre, lo importante es “que el futuro no te deje atrás”.
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