Nathy Peluso: la provocativa cantante multifusión que arrasa en la red
Joven, talentosa, provocativa. Nathy Peluso lo tiene todo para arrasar, tal y como está haciendo. Igual canta una versión de Frank Sinatra que un trap. Con la misma facilidad que habla del Fondo Monetario Internacional o de su clítoris.
Blues, jazz, soul, funky… Sus raíces están en la música negra de mediados del siglo pasado, pero puede viajar hasta los ritmos africanos tradicionales sin dejar de lado la electrónica del trap o el hip hop. Nathy Peluso nació en 1995 en Luján (Buenos Aires, Argentina), y creció escuchando artistas norteamericanos como Ella Fitzgerald o Ray Charles. También a grandes representantes del folklore latino como Joao Gilberto, Ray Barretto o Atahualpa Yupanqui.
En 2004 emigró junto a su familia hasta España: de Alicante a Murcia, Madrid y finalmente Barcelona, donde reside actualmente. En su periplo por nuestro país tuvo tiempo de estudiar comunicación audiovisual y teatro mientras trabajaba en hoteles o cadenas de producción. Hasta que en 2017 se le cumplió el sueño de cualquier artista: dejarlo todo para dedicarse a lo suyo (la música, por supuesto).
Como tantas otras, su carrera musical comenzó tocando versiones por bares y restaurantes. Pero las suyas no están al alcance de cualquier voz: Frank Sinatra, Etta James, Nina Simone… También empezó a grabarlas para subirlas a su canal de YouTube. Las visitas se dispararían hasta decidirse a dejar la universidad.
En 2017 lanza el recopilatorio Esmeralda, a la vez que su primer single de cosecha propia: Corashe. Supone su punto de inflexión, demostrando al mundo su carismática mezcla de estilos y su portentosa voz, aliñada con todos los acentos que ha adquirido gracias a sus compañeros y profesores procedentes de Cuba, República Dominicana o Colombia. Lleva más de 18 millones de reproducciones ahora mismo.
El EP La Sandunguera (6 canciones, 2018) termina de abrirle las puertas del éxito. Se embarca en una gira de más de cien conciertos por Europa y Latinoamérica, subiéndose a los escenarios de festivales como Bilbao BBK Live, Sonorama Sónar o FIB junto a su propia banda, Big Menú.
Los Premios Música Independiente (MIN) 2019 nominan La Sandunguera como mejor canción del año y mejor videoclip. Mientras recibe el premio Discovery Artist en la Latin Alternative Music Conference (LAMC) de Nueva York tiene tiempo de publicar su primer libro, Deja que te combata, y de tocar en festivales como el Primavera Sound.
Aquel año lanza dos nuevos singles: Natikillah y Copa Glasé, este último ya bajo el amparo de la multinacional Sony Music.
En 2020 llega al fin su primer álbum de estudio: Calambre. En el single Buenos Aires relata su particular confinamiento: “Cansada de esperar fumando sola en el balcón, imaginando que alguien me viene a buscar”.
Le vale las nominaciones a mejor nuevo artista y a mejor canción alternativa en los Grammy Latinos, en cuya gala (celebrada en noviembre de forma virtual) lo interpreta junto a su compatriota Fito Páez.
En su siguiente sencillo, Sana sana, igual le canta a su sexualidad (“Si te muestro viene la pólice, si me agacho sientes tú mi clítoris”) que arremete contra el Fondo Monetario Internacional (“Y si el FMI me la toca, si creen que van a comer de mi sopa”).
El 27 de aquel mismo mes se une a las Music Sessions del productor musical argentino Bizarrap. La canción resultante (Nathy Peluso: Bzrp Music Sessions, Vol. 36) logró entrar en la lista Argentina Hot 100 de Billboard en la posición número 90.
Al mes estaba en el puesto 74 en el ranking global de Spotify, lo que le valdría la certificación de Oro en España. Lleva más de 140 millones de visualizaciones en YouTube.
Acaba de publicar su último single, Delito, y ya lo han visto más de 6 millones de personas. El mensaje multicultural, elegante, agresivo y provocativo de Nathy Peluso está en plena cresta de la ola.