El sector ‘pharma’ español afronta el reto de retener el talento
“No tenemos nada que envidiar a la competencia que llega desde el extranjero. Cualquier instalación farmacéutica española es de primera calidad”. Con esa reivindicación, Cristóbal Molleja, presidente de NET-PHARMA y CEO de Montajes Delsaz, resumía la idea central del evento ‘El Trabajo del Futuro en la Industria Biosanitaria’. Y es que, con el paso de los años, España se está convirtiendo en un referente para el sector gracias a la enorme red de compañías y empresarios que trabajan en él. Aunque una cosa es lo conseguido hasta ahora y otra el camino por recorrer.
Así, si la industria puede sacar pecho por el trabajo y la posición lograda respecto a sus competidores internacionales, también es evidente que hay muchos retos de cara a los próximos años. Y cierta preocupación. El sector en España parece atenazado por la confluencia de dos factores: el primero, ya nombrado, es la competencia a nivel global que exige reinventarse continuamente. El segundo, probablemente el más acusado, es tanto la captación como la retención del talento. El otro gran paradigma al que se enfrentan las firmas farmacéuticas en España.
“Me preocupa mucho el perfil de trabajador que estamos recibiendo (…) Confiamos en nuestra forma de enseñar, pero con lo que llega es complicado”, alertaba Alicia Fuentes, directora de Recursos Humanos de Laboratorios Normon, durante su intervención en el acto. La directiva, que conoce de primera mano las idas y venidas dentro del sector, ve con preocupación que los trabajadores que llegan hasta las firmas no solo están faltos de preparación, sino que llegan sin quizás demasiada ambición o espíritu de crecimiento. De ahí, esa preocupación por “el perfil”.
EL SECTOR ANTE SU MAYOR RETO: ATRAER, RETENER Y MOTIVAR AL TALENTO
Pero el verdadero problema no es tanto el primero como el segundo. Las firmas farmacéuticas han aprendido a ser extraordinariamente eficientes en sus formaciones internas. “A base de tortas y casi sin ayuda”, reconocía entre bambalinas algunos de los asistentes al evento de NET-PHARMA. A lo anterior, hay que añadir una formación profesional ligada al sector residual y excesivamente diseminada en España. Al final, pese a que lo que preocupa es la motivación, la realidad es que una mayor visibilidad educativa podría ayudar a ver el sector de forma más atractiva, lo que limitaría ese impacto sentimental.
Además, ese problema se da a todos los niveles. “Me llegan muchos ingenieros que no son conscientes de que en la industria farmacéutica les necesitamos”, reconoce Molleja. Por ello, desde el grupo NET-PHARMA se está trabajando en soluciones. Quizás una de las más importantes es el proyecto denominado NET-PHARMA Academy, que lidera Antonio Naranjo. Una escuela para dar esa formación —también esa visibilidad de futuro tan necesaria para ganar la motivación de los empleados— que nace con la idea de: “Ser un partner para la industria. Queremos ocuparnos de todos los eslabones de la cadena de valor. Todos los verticales. Y dentro de esos verticales, también ser valiosos en todo el proceso.”
Un proyecto que requerirá de un esfuerzo titánico, pero que pretende dar respuesta a algunos de los interrogantes que más preocupan hoy a la industria. El sector ha crecido con fuerza en los últimos años, de hecho, ha multiplicado por cinco su facturación en el último lustro; pero los siguientes serán más difíciles. La competencia aprieta tanto para ganar cuota de mercado como para atraer y retener el talento. Y al final es la plantilla, desde el primero al último, el puntal principal del crecimiento de la compañía.
El reto está ahí, aunque reconocerlo ya es un primer paso. Quizás el siguiente sea grabar a fuego uno de los mandamientos expuestos por Molleja: “Dignificar todos los trabajos y a todos los trabajadores”.
