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‘Nevermind’: 30 años oliendo a espíritu juvenil

Jesús Casañas| 24 de septiembre de 2021

Nevermind cumple tres décadas. El segundo disco de estudio de Nirvana se convertiría en el máximo exponente del grunge, poniendo a Seattle en el punto de mira y catapultando a Kurt Cobain como líder de la denominada “Generación X».

Nirvana ya gozaba de un éxito moderado gracias a su debut, Bleach (1989). Un álbum pesado, tosco y urgente, publicado por el sello independiente Sub Pop, que había generado el ruido suficiente para que Kurt Cobain (guitarra y voz) y Krist Novoselic (bajo) se mudasen de su Aberdeen natal a Seattle, y para que una multinacional de la talla de Geffen Records se fijase en ellos.

 

 

Tras la deserción de Chad Channing, la tercera pata del banco que apuntalaría de forma definitiva la formación del grupo sería Dave Grohl (batería). Con él entrarían a grabar en los Sound City Studios de Los Ángeles (California) entre mayo y junio de 1991 (bajo la producción de Butch Vig) el disco que les haría pasar a la historia.

NEVERMIND (1991)

Nevermind se publicó el 24 de septiembre de 1991. Aquella docena de canciones que terminarían por integrarlo finalmente (más la canción “fantasma”, Endless, nameless) captaron el sonido del trío en su mejor momento.

La alternancia de guitarras limpias (plagadas de chorus y reverbs para darles un sonido acuoso) con distorsiones desgarradoras, la potencia de la batería para solventar la aparente simplicidad de las composiciones (que en ocasiones no pasaban de los tres acordes) y esa mezcla de punk, rock setentero y pop se convertirían en las características musicales tanto de Nirvana como del grunge, el movimiento que terminarían liderando involuntariamente (con trágicas consecuencias).

 

 

Además del sonido, la aptitud y los valores que predicaba el trío acabarían con el establishment del rock ochentero. Cobain no dudaba en mostrarse frágil, aborrecer a los violadores (Polly) o lanzar proclamas feministas (‘‘Nunca conocí un hombre sabio, en todo caso era una mujer’’, Territorial pissings) en sus letras. Se subían al escenario con la misma ropa que habían vestido desde su adolescencia (vaqueros rotos y camisas de leñador), huyendo del cuero y las tachuelas. Y no necesitaban demostrar virtuosismo ninguno: no había más arreglos de los necesarios, no había solo de guitarra si la canción no lo pedía. El glam tenía sus días contados.

La portada del bebé buceando tras un billete de dólar es una de las más famosas de la cultura pop

LOS SINGLES

Smells like teen spirit se lanzó como adelanto el 10 de septiembre. Aquella crítica a la apatía de su propia generación corrió como la pólvora gracias a su videoclip, emitido en bucle por la MTV. Le seguirían otros tres singles: Come as you are, Lithium e In bloom. El disco que la compañía había lanzado sin grandes expectativas conseguía desbancar en enero de 1992 al Dangerous de Michael Jackson como número uno en la lista Billboard.

Actualmente ha vendido 30 millones de copias en todo el mundo. Ostenta el número 1 de Los 100 mejores álbumes de los 90 de la revista Rolling Stone. La portada del bebé buceando tras un billete de dólar es una de las más famosas de la cultura pop.

Ahora que Spencer Elden, el modelo en cuestión, ha denunciado a la banda, herederos y discográfica por ‘pornografía infantil’ en un nuevo intento por rentabilizar su imagen, vuelve a estar en boca de todos.

 

Imagen: Geffen Records

 

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