NextGenerationEU: Los fondos europeos que reactivarán la vida
Por primera vez en la historia, los Estados miembros de la Unión Europea han acordado destinar dinero a fondo perdido para ayudarse entre sí a superar la debacle económica y social provocada por el coronavirus. Son los llamados fondos NextGenerationEU.
Hace algo más de un año, el 21 de julio de 2020, los países miembros de la Unión Europea alcanzaban un acuerdo histórico en mitad de la mayor crisis sanitaria, social y económica del último siglo: el coronavirus. Apenas habían pasado dos meses desde la tímida recuperación de la ‘normalidad’ repleta de restricciones, incertidumbre, miedo y dudas sobre el futuro. Principalmente porque el virus seguía ahí afuera, como demostró durante el verano y en los meses posteriores, quizás debido al exceso de optimismo.
Sin embargo, la Unión Europea había sentado las bases de algo mucho más grande: el primer acuerdo que iba a permitir a sus socios destinar dinero a fondo perdido para la recuperación. Durante el resto del año, y hasta diciembre -coincidiendo con el inicio de la vacunación-, los Estados fueron perfilando las condiciones.
En resumen, los fondos NextGenerationEU son una gigantesca inyección económica que superará los 800.000 millones de euros hasta 2027, de los cuales más de 720.000 millones será dinero específicamente ‘creado’ para combatir los daños económicos derivados de la pandemia. Algo más de la mitad (385.800 millones) serán préstamos en condiciones muy ventajosas para los beneficiarios, mientras que el montante restante (338.000 millones) será a fondo perdido.
DINERO HISTÓRICO PARA REACTIVAR LA ECONOMÍA
El ánimo de estos fondos no es solo reactivador de la actividad económica, que de manera más o menos natural está cogiendo velocidad conforme avanza el proceso de vacunación y se levantan las restricciones. En realidad, la Unión Europea y sus Estados miembros buscan aprovechar la situación para crear un nuevo mundo. “La Europa posterior a la covid-19 será más ecológica, más digital, más resiliente y mejor adaptada a los retos actuales y futuros”, asegura la propia UE. El objetivo es aprovechar la mayor crisis en un siglo, y el toque de atención que nos ha dado la Naturaleza, para reinventar la economía y nuestras sociedades. De otra forma, ¿hubiera servido de algo tanto sufrimiento si no vamos a cambiar nada?
Ahora bien, el esfuerzo económico es mayúsculo. Inédito. Y eso también ha llevado a la Unión Europea a promover nuevas figuras impositivas, como impuestos a compañías digitales o sobre las transacciones financieras. Y es que los mismos países que recibirán ayudas, también aportarán al fondo común. Estamos en un cambio de época que venía de lejos, pero que se ha visto acelerado por la pandemia.
CÓMO BENEFICIARSE DE LOS FONDOS EUROPEOS
Al tratarse de cantidades ingentes de dinero, la Unión Europea también ha puesto en marcha diversos mecanismos de control. Se busca que el reparto sea justo (los países más perjudicados en sus economías por el virus, como España o Italia, recibirán más dinero que los menos perjudicados) y que sea eficiente. Por eso será necesario atenerse a normas y controles muy diferentes de los que ya vimos durante la crisis de 2008, que obligaron a hacer recortes o subidas de impuestos: en este caso será tan diferente, que hasta las reglas fiscales que nacieron de aquella crisis han sido relajadas para permitir un mayor endeudamiento temporal que permita tomar impulso.
España recibirá 140.000 millones de euros en fondos europeos: 72.700 millones serán a fondo perdido, 67.300 millones serán préstamos en condiciones ventajosas
Por ello, se ha propuesto un mecanismo de adjudicación de los fondos abierto a cualquier persona o empresa interesada
en recibir financiación, en un modelo similar a los procedimientos de contratación con las Administraciones Públicas. Cada país, conforme reciba los fondos, deberá abrir convocatorias vinculadas a proyectos relacionados con los objetivos de NextGenerationEU. Los interesados presentarán sus propuestas y se aplicarán criterios técnicos para su adjudicación final. Las normas que aplicarán serán las generales de contratación de la UE, así como las propias de cada país.
Con todo ello, se pretende que estos fondos lleguen a todas las capas de la sociedad y permitan una reactivación económica (y una modernización) nunca antes vista. Todo ello a la altura de una crisis sin precedentes que, ya que nos ha tocado vivir -o sufrir-, es mejor que, al menos, sirva como aliciente para mejorar, crecer y salir realmente mejores.
Por Pablo Madrid