Oasis Eco Resort, el hotel más ecológico del mundo
Emiratos Árabes Unidos tiene un objetivo claro a medio plazo: convertirse en uno de los países más sostenibles del planeta Tierra. Si a ello se suma que en 2021 esperan recibir a 45 millones de personas, de las cuales 31 millones serán turistas internacionales, parece evidente que el sector del turismo ecológico va a recibir un gran impulso en los próximos años.
La compañía Eco Resort Group ha planificado la construcción de resorts de lujo ecológicos en entornos paradisiacos de los EAU y la región MENA (Medio Oriente y el norte de África). Su proyecto más ambicioso es el Oasis Eco Resort, un complejo hotelero en medio del desierto que pretende convertirse en el hotel más ecológico del mundo.
Oasis Eco Resort se construirá en Liwa, la región sur de los EAU, y su apertura está prevista para 2020. El diseño del hotel lleva la firma de Baharash Architecture, un estudio londinense de renombre internacional que ha recibido múltiples reconocimientos por su creatividad y su empeño en diseñar lugares más saludables.
El complejo rodeará un oasis en el desierto simulando la forma de una estrella. Las 84 suites de lujo estarán interconectadas y contarán con terraza al aire libre para poder disfrutar de unas vistas espectaculares. En cuanto a las instalaciones proyectadas, destacan un gimnasio que contará con equipos de última generación, un área de negocios o un spa terapéutico en el que el cliente podrá recibir tratamientos de belleza y bienestar.
Sin duda el gran atractivo del hotel es que está ideado para respetar el medio ambiente y cuidar la salud de sus huéspedes. El agua se extraerá de la tierra por medio de un pozo profundo y el manantial central se utilizará para la cría de peces, el riego de cultivos y todo tipo de actividades recreativas. Sus 47.000 m2 de paneles solares a modo de techo servirán para cubrir las necesidades energéticas y contará también con una zona “cero emisiones” y de tratamiento de residuos. Incluso el agua residual se reciclará para el riego. Por supuesto, todo ello será supervisado por especialistas como biólogos y personal de conservación, que velarán por el mantenimiento del ecosistema y de la vida silvestre nativa.
En el bar y el restaurante, los clientes podrán degustar alimentos que habrán sido cocinados con ingredientes orgánicos cultivados en el pueblo más cercano o en el mismo establecimiento. Los huéspedes podrán pescar en el manantial y cocinar los alimentos con la ayuda de un chef, mientras que las frutas frescas, las verduras, los productos lácteos y la carne serán cuidadosamente seleccionados en las granjas locales. Además de delicias indígenas, la carta también incluirá los platos más selectos de la cocina internacional orgánica.
A los beneficios ambientales hay que añadir otros no menos importantes, tales como los económicos y socio-culturales. El complejo creará oportunidades de empleo para la población local y revitalizará la economía. Además, ayudará a preservar este espacio natural y aumentará la conciencia de los valores medioambientales a través de programas educativos.