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OASIS, el proyecto que quiere revolucionar la ayuda humanitaria

Miguel Angel Gomez| 7 de julio de 2025

Un grupo de adolescentes de Mejorada del Campo ha conquistado la décima edición del Audicrea Challenge con OASIS, un proyecto de contenedores inteligentes para crisis humanitarias. Más allá del premio y el viaje a Silicon Valley, los finalistas demuestran que los jóvenes no solo tienen ideas, sino que también tienen propósito y capacidad para cambiar el mundo.


El pasado 21 de junio, el Teatro Príncipe Pío de Madrid fue testigo de la emocionante final de la décima edición del Audicrea Challenge, una competición promovida por Audi que no solo premia la innovación, sino que cultiva además el talento con propósito. El evento, conducido por David Andrés —ganador de la primera edición—, reunió a diez equipos finalistas seleccionados entre 600 participantes de toda España. Su mensaje fue claro: esto no va solo de ideas, sino de impacto real y transformación social. 

Entre los presentes, destacaba la emoción en las palabras de Ignacio González, director de Comunicación de Audi España: “Son diez años maravillosos impactando a más de 14.000 jóvenes en los que hemos sembrado una semilla de la que tiene que brotar algo bueno”. Y esa semilla parece haber germinado con fuerza en el IES Los Olivos, de Mejorada del Campo (Madrid), cuyo equipo presentó OASIS: un sistema de contenedores inteligentes para zonas afectadas por guerras, catástrofes o crisis migratorias, en el que cada unidad es capaz de proporcionar electricidad, kits de primera necesidad, conexión a internet y organización de voluntarios. 

De izquierda a derecha: Adrián Santiago, Ricardo Isla, Alejandro Olaya (driver) y Lorenzo Martín

Detrás del proyecto están Ricardo Isla, Alejandro Olaya, Adrián Santiago y Lorenzo Martín, jóvenes entre 16 y 18 años que, además de talento, demuestran una inusual madurez para detectar problemas reales y diseñar soluciones efectivas. Una visión que emociona a figuras como Caita Montserrat, directora CX & Digital Transformation en Audi España: “Pensar que hemos dejado una huella de innovación en tantos chicos y chicas durante estos diez años nos hace sentir superorgullosos”. 

El concepto de impacto está omnipresente en todo el proyecto Audicrea y Montserrat lo explica así: “Ni siquiera lo mencionamos en el briefing, porque ellos ya entienden lo que significa alto impacto”. Ejemplos no faltan: proyectos que llevan agua caliente a zonas remotas, que acompañan el duelo por la pérdida de seres queridos o que abordan la salud mental juvenil. En esa línea se enmarca OASIS. 

“Esto es un proyecto educativo y formativo que acaba cristalizando en una competición. Pero lo importante no es la competición, sino el proceso de formación que tenemos con estos chicos durante seis meses, y tenemos que seguir trabajando en formar, no solo a estos chicos, sino también a los docentes. Deseo que a Audicrea le queden muchos años por delante y confío en que haya líderes en el futuro que podamos decir que pasaron por aquí, aunque este no es el gran objetivo, pues es dejar huella en muchísimos jóvenes”, afirmaba Montserrat. 

Y entre esos posibles líderes, el equipo de OASIS tiene mucho que decir. Así lo contaron, con sus propias palabras, a Influencers justo después de la final. 

¿De quién fue la idea del proyecto? 

Alejandro Olaya: Nosotros también colaboramos en otro Fab Lab de nuestro instituto, donde nos inspiran y motivan constantemente a trabajar en nuevos proyectos. La idea de OASIS surgió de una lluvia de ideas en la que mezclamos varios conceptos previos, los adaptamos, los mejoramos y los conectamos con la realidad actual. Nuestro objetivo era estar preparados para intervenir en los ámbitos donde más ayuda se necesita en la sociedad hoy en día. 

¿Qué otras ideas contemplasteis y por qué finalmente os decantasteis por esta? 

Alejandro Olaya: En ese brainstorming se crearon grandes ideas que en el futuro podrían ser importantes y quizá las desarrollemos también, como pueden ser aplicaciones para rutas migratorias, autobuses que limpian, aplicaciones para movilidad reducida… Muchas ideas que se quedaron ahí, pero que con un poco de trabajo y de ilusión pueden ayudar a muchas personas. 

¿Cuál ha sido el momento más complicado en estos seis meses? 

Ricardo Isla: Cada uno hemos tenido diferentes obstáculos según nuestras circunstancias personales. Compaginar la vida estudiantil con el proyecto es un reto. Para mis compañeros el momento más complicado ha sido que la EVAU ha coincidido con el final del proyecto; en mi caso era un final de curso y, para nuestro driver, que está en la universidad, también ha sido un momento difícil.

¿Creéis que el proyecto, tal y como está ahora mismo, adolece de algo? 

Lorenzo Martín: Probablemente, la parte que supone un reto más grande y donde definitivamente hay que darle muchas vueltas es el interior del contenedor y todo el sistema que va por dentro, ya que esto es una ingeniería muy compleja que, aunque ya tenemos ideas de cómo funcionaría, tendría que estar respaldada por expertos para llevar a cabo una solución real. 

¿Qué expectativas tenéis del viaje a Silicon Valley? 

Ricardo Isla: Tenemos varias. La más importante es la formación; este viaje va a transformar el proyecto, pero también a nosotros como personas. Por otro lado, esperamos levantar financiación, aunque el hecho de que las grandes empresas de Silicon Valley sepan que hay un proyecto en España que se llama OASIS ya nos enorgullece.

A lo largo de estos meses, cuando habéis pedido ayuda, ¿qué respuesta habéis recibido? 

Alejandro Olaya: Por suerte hemos contactado a muchas personas y, de una forma u otra, todas nos han ayudado. No me quiero dejar a nadie, pero estamos colaborando con la Cruz Roja; Claudio Serrano nos cedió su voz para nuestro vídeo de forma totalmente anónima y sin pedir nada a cambio; y Pampliega, que es un periodista español especializado en zonas de conflicto, nos ha permitido expandir nuestra idea y adquirir contactos sabiendo que, desde un principio, alguien nos apoyaba. Estamos muy agradecidos a todos. 

En todo este proceso, ¿qué es lo que más os ha gustado? 

Ricardo Isla: Las primeras fases del método Lombard y aprender cómo hacer un proyecto es algo muy chulo, pero sobre todo, en el plano personal, con lo que me quedo es que justo ayer, cuando enseñábamos el guion a Xavier Verdaguer porque teníamos todos los equipos la posibilidad de hacer una presentación y que nos dieran feedback, la respuesta fue que lo cambiáramos por completo. No hemos podido casi ni dormir, pero el esfuerzo ha merecido la pena. 

Suministrarán un contenedor en cualquier punto de España en menos de 2 horas.

¿Ha cambiado vuestra visión sobre la marca Audi desde que habéis comenzado este proyecto? 

Ricardo Isla: Desde luego. La gente joven vemos desde fuera a la marca Audi como una marca de automoción. Pero, después de ver que se implican en iniciativas como esta y que fomentan que las personas crezcan, creo que Audi es mucho más que una simple marca de automoción. 

¿Qué os gustaría ser profesionalmente en el futuro? 

Alejandro Olaya: Yo he empezado este año la universidad y me gustaría ser economista en una gran empresa, emprender, ser libre y viajar. 

Ricardo Isla: Me gustaría estudiar Marketing o Ciencias Económicas y llevar una vida como la de Xavi, por ejemplo, creando empresas, inspirando a la gente y ser emprendedor. Lorenzo Martín: También me gustaría ser economista, pero desde un lado más diplomático, promulgando unos valores que pueden traer una mejora fundamental para nuestra sociedad: solidaridad, generosidad, hablar con perspectiva y con empatía. Conseguir que todos seamos conscientes de que vivimos en sociedad y que no solo importa lo que te pase a ti. 

Adrián Santiago: Yo quiero ser feliz, teniendo una vida en la que sea útil a los demás, ayudando a la gente, y haciendo feliz a mi familia. 

“Lo más importante es que nunca dejemos de soñar” (Alejandro Olaya)

¿Qué huella ha dejado Audicrea en cada uno de vosotros? 

Ricardo Isla: Marcaría 2 fundamentalmente. La primera es que la perseverancia funciona y que, si de verdad te esfuerzas por algo, acaba funcionando. En segundo lugar, que incluso siendo jóvenes podemos llegar a tener un gran impacto en la sociedad. 

Alejandro Olaya: En nuestra presentación terminamos con el lema ‘no solo somos contenedores, contenemos esperanza’, y creo que esa frase también define lo que es Audicrea: una plataforma de esperanza que demuestra que los jóvenes podemos hacer algo por el mundo, contribuir a mejorarlo y motivar a otros a hacer lo mismo. Gracias a empresas como Audi, que nos impulsan a soñar, podemos creer en nuestro potencial. Y lo más importante es que nunca dejemos de soñar. 

Adrián Santiago: Yo, el año pasado, no conocía Audicrea. Lo conocí gracias a mis compañeros y, desde entonces, me ha abierto la mente, me ha inspirado y me ha hecho ver que el trabajo duro muchas veces, no siempre, pero sí muchas veces, viene recompensado.

Lorenzo Martín: Para mí, ha sido un punto de entrada al mundo del emprendimiento, del cual yo era bastante ajeno, y sin embargo gracias al concurso y a la posibilidad de desarrollar este proyecto con mis compañeros me he dado cuenta de que esto es algo que no solo se me da bien, sino que me gusta mucho, me llena.

Los integrantes de los diez equipos finalistas posaron antes de la gran final.

Finalizada la entrevista, uno de los integrantes de OASIS se acercó a Ignacio González, director de Comunicación de Audi España, para decirle: “Por favor, no dejéis de hacer Audicrea nunca, porque nos ha cambiado la vida”. Fue un momento breve pero profundamente revelador, una súplica que encapsula lo que significa esta iniciativa para quienes la viven desde dentro. Porque más allá de los premios, lo que queda es la transformación personal, la semilla del propósito y el impulso de saber que los jóvenes sí pueden cambiar el mundo si alguien les da la oportunidad. 

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