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Paloma Suárez: «Decían que mi sueño era imposible»

Marina Vazquez| 24 de noviembre de 2022

De pintar zapatillas a crear colección que desfilan a nivel internacional. Charlamos con Paloma Suárez, la diseñadora canaria que, poco a poco, ha conseguido hacerse un nombre y vivir de sus diseños.

Tal vez, su nombre te resulte desconocido, pero apúntalo; todo indica que llegará a lo más alto en el terreno de la moda. El porqué es sencillo: en muy poco tiempo, la diseñadora canaria ha logrado que sus colecciones deslumbren sobre la pasarela, a nivel nacional e internacional, cosechando éxito tras éxito con sus patrones atípicos.

A sus 28 años, siempre tuvo clara su vocación. Sus primeros diseños fuera del papel recayeron sobre sus zapatillas, que pintó y decoró a mano. Lo que empezó como un hobby acabó fomentando que registrase su nombre como marca a los 14 y que, unos años después, pusiera rumbo a Madrid para estudiar Diseño de Moda. Tras finalizar sus estudios, sus creaciones comenzaron a estar presentes sobre la pasarela.

Diseños que, con su curioso trazo, comienzan a ser reconocidos y a tener un hueco sobre la pasarela, generando fervor y deseo entre el público que ávido espera con ansia su nueva colección.

 

Paloma, comenzaste tu andadura en la moda siendo una adolescente, ¿cuándo te diste cuenta de que para ti la moda era más que un pasatiempo?

Cuando aún vivía en La Palma y pintaba zapatillas, un día me encontré con una niña y su madre por la calle. Ella llevaba los zapatos que yo le había diseñado, su madre me paró para presentarme y la mirada de aquella pequeña niña ilusionada me hizo sentir que, sin duda, quería dedicar mi vida a eso. Yo tendría 15 o 16 años. Si antes fantaseaba con ser diseñadora, en ese momento se convirtió en un objetivo; quería seguir haciendo feliz a otras personas con algo que también me hacía feliz a mí.

 

Un objetivo que derivó a que dieras tus primeros pasos en la MBFWM presentando tu primera colección a los 21 años, junto a otros debutantes. Se podría decir que fue toda una declaración de intenciones…

Sí. Mi colección se llamó ‘IMPOSSIBLE’. Con ella quería transmitir la capacidad que tenemos de transformar lo imposible en posible si, de verdad, peleamos y luchamos por nuestros sueños y objetivos. Ese mensaje siempre está presente en mis colecciones porque lo que más me repitieron en la adolescencia era que esto era imposible. Recuerdo ese desfile como un sueño cumplido. Un antes y un después indiscutible en mi desarrollo, tanto personal como profesional.

 

Después de siete años, ¿te sigues identificando con esos diseños o prefieres explorar nuevas facetas o técnicas?

Por supuesto. Cada colección es única, pero todos mis diseños llevan un pedacito de mi alma implícita. Como  persona y profesional, evoluciono cada día y conmigo los diseños, pero todos son y han sido lo que tenían que ser en cada etapa. Claramente, la evolución es constante y yo, personalmente, necesito estar en continua investigación, desarrollo e innovación. No me gusta encasillarme, siento que eso nos limita y nos coarta. A mí me gusta la libertad y eso es lo que quiero que supongan mis diseños para el público.

 

«En la adolescencia, lo que más me repitieron era que mi sueño era imposible»

 

Y, ahora, después de debutar oficialmente en el calendario de MBFWM el año pasado, has regresado este, no con una, sino con dos colecciones nuevas, ‘Bloom’ y ‘Make a Wish’. ¿Cómo ha sido?

Ha sido un gran reto, tanto creativo como empresarial, pero me siento muy feliz de haber sido capaz de lograrlo. Es increíble sentir todo el cariño y respaldo que recibo por parte de todos. ‘Bloom’ fue un homenaje a mis paisanos de la isla de La Palma afectados por el volcán, quería aprovechar el foco mediático del desfile para darles el lugar y la importancia que merecen y recordarles que siempre, a pesar de todo, se vuelve a florecer. ‘Make a Wish’ es la continuidad de ese mensaje positivo de esperanza; con ello quería invitar al público a desear desde el corazón. Pasamos el 90% de nuestro tiempo deseando y debemos tomar acciones a favor de la persecución de esos sueños y anhelos.

 

Unas prendas que no hace mucho paseaban en el street style de Nueva York, Milán y, por supuesto, Madrid, ¿qué sentiste al ver a las grandes celebrities luciendo tus creaciones?

Sin duda, es precioso ver cómo las personas confían en mis diseños para lucirlos y utilizarlos en acontecimientos tan relevantes. Para mí, es una inmensa alegría y una responsabilidad para cuidar todos los detalles tratando de que todo vaya siempre lo más perfecto posible.

Paloma Suárez en el desfile de Madrid es Moda (c) CoolHunting.

 

De entre todas tus colecciones, ¿con cuál te quedarías y por qué?

Todas son especiales; cada una hace referencia a un momento específico de mi vida donde he contado y expresado cosas importantes para mí y para la sociedad. Si tuviese que elegir solo una, diría que ‘Heaven’. La creé en un momento muy doloroso de mi vida, la pérdida de mi abuelo. Tenía que presentar dossier de la colección sí o sí, esto me ayudó a liberar muchas emociones y a recordarme a mí misma que las personas, cuando viven en nuestro corazón, son eternas.

 

Centrándonos en tu proceso creativo, ¿cuál dirías que es tu máxima inspiración? ¿Dirías que tus creaciones están pensadas para un tipo de persona?

Para mí, las emociones son fundamentales. Necesito encontrar un mensaje que trasladar y que tenga un efecto sobre las personas, algo positivo y profundo. Cuando encuentro esa idea, todo gira en torno a ella para darle forma y que el público la perciba, la entienda y desee hacerla suya. En cuanto a quién está enfocada, yo siempre he presumido de que mi público es muy diverso. Mi trabajo es crear para facilitarle la vida a mis clientes, hacerla cómoda y agradable. No busco poner etiquetas ni limitaciones, en este universo somos todos bienvenidos y celebramos la diversidad en todas sus formas.

 

Y hablando un poco de inspiración, ¿tienes algún referente en la industria de la moda?

Muchísimos. Soy una gran apasionada de las biografías de todos los diseñadores, de la historia de la moda y la evolución social a través de esta. Desde Madeleine Vionnet, Elsa Schiaparelli o Coco Chanel hasta Oliver Rousteing, Margiela, Alexander McQueen, etc.

 

Si algo caracteriza tus diseños es que siempre han estado ligados al made in Spain y al slow fashion, ¿crees que llegará un momento, dada la situación de la industria, en el que el fast fashion deje de existir tal y como lo conocemos en la actualidad?

Siento que existe una necesidad real de frenar el sistema de consumo tal y como lo conocemos, replantearnos nuevas formas y ser más conscientes de las acciones que tomamos cada día. Soy consciente de que no será algo de hoy para mañana, pero el cliente cada vez está más convencido de esto, más comprometido con nuevas empresas con otros valores, intentan favorecer más la economía de proximidad y empiezan a valorar de nuevo más la calidad que la cantidad. Es complicadísimo que el sistema cambie de forma radical, pero los avances se irán notando de forma paulatina. Si no es por conciencia y gusto, terminará siendo por necesidad.

 

«La pasión mueve montañas, pero no es suficiente. Hay que trabajar muy duro cada día»

 

Cuéntanos, tras presentar tus nuevas colecciones, ¿cuál es tu próximo proyecto profesional para el año que viene? ¿Y a largo plazo?

Me gusta que la vida me sorprenda e ir fluyendo según surgen las oportunidades. Ahora mismo, nuestros objetivos se centran fundamentalmente en seguir consolidando la firma en territorio nacional e internacional con nuestra principal agencia en Londres. Ellos trabajan directos con oficinas en las ciudades más estratégicas de todo el mundo  y es algo muy importante para nosotros. Al mismo tiempo, también queremos incrementar nuestros puntos de venta e ir creando diferentes líneas de producto.

 

Desde tu experiencia, ¿qué consejo le darías a alguien que quiere diseñar, pero le da miedo o le frenan con el ya manido “no tiene salidas”?

Considero que tenemos que escuchar más a nuestro corazón. Hoy en día es muy difícil acertar de pleno en algo que te garantice un trabajo, estabilidad y calidad de vida. Y aunque fuese así, ¿antepondrías eso a convivir toda tu vida pensando qué hubiera pasado si hubieses hecho lo que de verdad querías? Yo prefiero arrepentirme de lo que hice y no de lo que dejé de hacer. Eso sí, la pasión mueve montañas, pero no es suficiente. Hay que trabajar muy duro cada día, sin fechas, sin horarios y dando el 300% de ti, intentando mejorarte cada día, ofreciendo soluciones y creando equipo.

 

foto destacada (c) CoolHunting

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