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Pérez-Reverte lanza su nueva bomba literaria

Influencers| 9 de octubre de 2020

Pérez-Reverte

Arturo Pérez-Reverte fue el escritor más leído en 2019 gracias a Sidi, su interpretación del personaje de El Cid, que le aupó al primer puesto en la lista de libros más vendidos del año. Ahora vuelve a revisar la Historia de España eligiendo un episodio “que había evitado antes”, la Guerra Civil. Había planeado dedicarle dos años pero el confinamiento le ha impedido viajar y ha concluido su novela en uno solo.

Línea de Fuego es el relato humano de una batalla del Ebro imaginaria pero sus combatientes son de carne y hueso.

Su editorial (Alfaguara) ha lanzado 150.000 ejemplares en España y otros 50.000 en latinoamérica de su nueva entrega, Línea de Fuego, lo que da una idea de los resultados que espera.

En Línea de Fuego, el prolífico autor con 35 años de carrera a la espalda, afronta el relato más humano de “los que de verdad hicieron la guerra, los que estuvieron en el frente y pagaron ese precio. Quiero llevar al lectores de la mano y que vean el campo de batalla, lo huelan, lo sientan”.

Para Pérez-Reverte, “solo ganaron la guerra Franco, sus generales más cercanos y un pequeño núcleo. Todos los demás perdieron, perdimos. Perdieron las mujeres, mi tío Lorenzo que llegó al frente con 17 años y se pasó tres años en la guerra…”.

En su presentación, preguntaban al autor “¿por qué ahora la guerra civil”, y repuso con claridad que “los testimonios directos y humanos de la guerra se han perdido, porque sus protagonistas se han ido muriendo. Y cuando desaparece el testimonio humano solo queda el discurso ideológico, que se manipula y se está utilizando de una manera muy irresponsable. Hay mucho desconocimiento y me di cuenta oyendo a un político joven hablar de la guerra”.

Sé que voy a recibir críticas, y confieso que incluso me produce cierto retorcido placer recibirlas de ciertas personas.

De ahí la oportunidad vista por el autor para mostrar, con su prosa vivaz y gran realismo, “cómo lo pasaron de mal nuestros antepasados. Mi idea es que en la página 100 el lector se olvide del bando donde lucha cada personaje, porque se ha tratado mucho la guerra en blanco y negro, de una manera simplista, y no fueron cuatro generales, banqueros y curas contra el pueblo. Fue más complejo. En ambos bandos, algunos eran niños que se ponían por primera vez un pantalón largo. Todos pasaban el mismo frío, el mismo miedo, y no todos los combatientes eran o republicanos o franquistas. A veces luchaban donde les había tocado la guerra, aparte de cómo pensaran”.

Para documentarse ha partido de una extensa información obtenida de tres memorias: “La memoria familiar, porque me han contado la guerra mis familiares; la memoria documental, porque he leído todo lo que se puede leer sobre la guerra civil; y la memoria personal, porque yo ‘he estado’ ahí. He vivido como reportero dieciocho guerras, siete de ellas civiles”.

Pérez-Reverte nunca deja indiferente, y con este libro no pretende “limar asperezas. No tengo más misión que contar historias con toda libertad y sé que no va a gustar a los que utilizan la guerra de manera irresponsable tanto en la extrema derecha como en la extrema izquierda. Voy a recibir críticas, y confieso que incluso me produce cierto retorcido placer recibirlas de algunas personas”.

Por J.C. de L.

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