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Pfizer y Moderna se disparan en Bolsa: la cepa sudafricana forzará a una cuarta vacuna

Pedro Ruiz| 26 de noviembre de 2021

Una nueva cepa sudafricana ha hecho saltar las alarmas de todo el mundo. Los mercados han reaccionado a la noticia con fuertes caídas. Los principales perjudicados han sido los sectores energéticos, como el petrolero, o el turístico, por el miedo a que puede forzar nuevas restricciones. No así Pfizer y Moderna, que están disparadas. Y es que la nueva variante conocida como B.1.1.529 es cuatro veces más peligrosa que su antepasada africana y el doble que Delta Plus. Un escenario que, sin embargo, podría ser muy rentable para los fabricantes de vacunas, dado que podría forzar una nueva dosis. La cuarta.

Hace cerca de un año, Sudáfrica también fue noticia. Unas variante del Sars-Cov-2, conocida como 501Y.V2 o también B1.351, más transmisible, había hecho su aparición. Aquella mutación preocupó a todo el mundo porque la proteína clave del virus, la espiga (la responsable de introducir el virus en las células), tenía ocho mutaciones. Al mismo tiempo, otra cepa en Gran Bretaña empezó a ocupar los titulares, era la conocida como Delta y causó un invierno trágico. Aunque las vacunas se mostraron eficaces ante ambas, lo que ayudó a mejorar con la llegada de la primavera.

Pero una evolución de esa misma cepa, Delta Plus, supuso un problema importante. En su caso, el número de mutaciones en la proteína spike, como se conoce a la espiga en la jerga científica, era ya de 17. Un número suficiente para confirmar que no solo era mucho más infecciosa, sino que era capaz de reducir drásticamente la eficacia de uno de los dos pinchazos de las vacunas existentes. Más tarde, se demostró que también podía reducir la protección de la pauta completa, en especial, pasado un tiempo. Para entonces se empezó a contemplar utilizar una dosis de refuerzo.

 

A MÁS MUTACIONES, MENOS EFICACIA DE PFIZER O MODERNA

Por ello, los científicos empezaron a entender que a más mutaciones en una variante, más problemática podía volverse. “Muchos de los cambios se han encontrado en variantes como Delta y Alpha y están relacionados con una mayor infectividad y la capacidad de evadir los anticuerpos que bloquean la infección [con las vacunas de Pfizer y Moderna]”, se explica en un artículo científico en la revista Nature. Y aquí viene el principal problema de la nueva cepa sudafricana, dado que el aumento de las mutaciones en la proteína spike ha llegado a su cenit, por el momento, con hasta 30.

covid-19

 

La cifra supone multiplicar prácticamente por dos a Delta Plus y cerca de cuatro veces más que la antigua 501Y.V2, lo que supone un problema. Además, la cepa B.1.1.529 aparente está detrás del fuerte aumento de los casos en la provincia de Gauteng, donde se encuentra la capital Johannesburgo, en noviembre. Un incremento que se ha producido particularmente en las escuelas y entre los jóvenes, que suelen juntarse más. La secuenciación del genoma de un equipo de científicos sudafricanos encontraron que la nueva cepa sudafricana era responsable de las 77% muestras de virus que analizaron en la región.

Los expertos llaman a la calma. “Esta etapa es demasiado pronto para decir algo», explica Penny Moore, viróloga de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, a Nature. Pero no es tan fácil mantener la cautela. Moore es la responsable del laboratorio que está evaluando el potencial de la variante para esquivar la inmunidad de vacunas e infecciones previas y reconoce la existencia de informes acerca de reinfecciones y contagios en personas vacunadas.  «Hay muchas cosas que no entendemos sobre esta variante», dijo Richard Lessells, médico de enfermedades infecciosas de la Universidad de KwaZulu-Natal en Durban, Sudáfrica.

 

LA NUEVA VARIANTE ÓMICRON

Este viernes, 26 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud nombró a la nueva variante sudafricana como Ómicron. Además, etiquetará la cepa, actualmente conocida como B.1.1.529, como una variante de preocupación o variante de interés. Mientras, dos problemas importantes se siguen intentando descifrar a toda prisa. La primera es si realmente ese mayor número de mutaciones tendrá un efecto de escape frente a los vacunados con dos y hasta tres dosis de Pfizer o Moderna. La segunda es si será más infecciosa, lo más probable, y también si es más mortal. Por último, el verdadero nivel de desarrollo.

La voz de alarma la ha dado la propia Moore. “Sabemos que muchas mutaciones son problemáticas, pero muchas más parecen estar contribuyendo a una mayor evasión [reducir la eficacia de las vacunas como Pfizer]”, dice la científica. Incluso hay indicios de modelos informáticos de que B.1.1.529 podría esquivar la inmunidad conferida por otro componente del sistema inmunológico llamado células T, una afirmación que podría ser realmente problemática. Los datos al respecto se conocerán en dos semanas.

En cuanto a que la variante sea más transmisible parece evidente. Al fin y al cabo, es la situación más lógica desde un punto de vista biológico. Los virus mutan de manera natural, cada día se producen decenas de pequeños cambios, a medida que se replican. Esa característica hace que con el paso del tiempo terminen prevaleciendo las variantes que con sus cambios se vuelven más infecciosas. Se trata de un proceso evolutivo al más puro estilo que describiría Charles Darwin hace varios siglos. Pero eso también implica que con el tiempo se vuelvan menos agresivos, ya que eliminar al portador implica eliminar la posibilidad de replicación.

 

PFIZER Y MODERNA, DISPARADAS EN BOLSA

De hecho, los científicos reconocen que otros coronavirus inofensivos ahora pudieron mostrarse en sus comienzos tan agresivos como el actual. El último interrogante, el de el nivel de propagación, también parece indicar que estamos en lo peor. El primer contacto con la nueva cepa sudafricana se identificó en Botswana este mes y ha aparecido en viajeros a Hong Kong desde Sudáfrica. Una representación geográfica ya preocupante. Pero hay algo peor: “Nos preocupa que esta variante ya esté circulando bastante”, explicó Lessells. Al fin y al cabo, el único motivo del apellido sudafricana, como ocurrió hace un año, es que es de los pocos países africanos que secuencian el genoma del virus.

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El alto número de mutaciones, su incidencia sobre las vacunas y rápida propagación recuerda demasiado a Delta Plus. Y, con ello, la necesidad de una tercera dosis que ya será para todos los adultos. Ahora, la llegada de Ómicron podría de nuevo forzar la puesta de otra dosis más de refuerzo, la cuarta. Hasta el punto de que las compañías implicadas, como Pfizer o Moderna, están disparadas en Bolsa. La primera marcaba un aumento de 13% en preapertura, mientras que el incremento de la segunda superaba el 6%.

En definitiva, la pesadilla del covid-19 parece que todavía depara un capítulo más. Quizás, el último antes de que todo pueda acabar como un mal sueño una vez pase el invierno. Hasta entonces, las autoridades se verán obligadas a actuar en pleno repunte en todo el mundo, especialmente en Europa. Aquí mandarán aquellas decisiones que sean menos dolorosas para la economía y los ciudadanos. Y las restricciones son muy costosas, mientras que buscar ampliar el número de dosis parece más sencillo. Pfizer y Moderna se frotan las manos. Los antivacunas también.

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