¿Podrían salvar la economía rusa las criptomonedas?
La gigantesca e histórica ronda de sanciones económicas contra Rusia por la guerra de Ucrania tiene potencial para perjudicar seriamente a la economía del país. Pero Rusia es una de las mayores potencias en criptomonedas, un activo que podría convertirse en la tabla de salvación de su economía para esquivar las sanciones. ¿Es realmente tan fácil?
Desde que Rusia iniciara la invasión de Ucrania, el 24 de febrero, la sucesión de sanciones contra el país ha sido constante. La lista incluye la expulsión de varios bancos rusos del sistema Swift. Pero también incluye medidas que van desde la paralización de programas de investigación científica conjuntos entre la Unión Europea y Rusia, hasta el cierre del espacio aéreo de casi una treintena de países a las aeronaves rusas.
El objetivo de estas sanciones es estrangular la economía rusa a través de un doble efecto. Por un lado, perjudicar la economía para que el país no tenga ingresos con los que seguir financiando la guerra. Por otro, forzar a que la población del país se rebele contra la situación. Ahora bien, ¿existe alguna fórmula para saltarse estas sanciones?
CÓMO PODRÍA SORTEAR RUSIA LAS SANCIONES CON BITCOIN Y ETHEREUM
Hasta ahora, lo que han analizado muchos economistas es la capacidad que tendrá Rusia para sortear las sanciones simplemente comerciando con otros países. Por ejemplo, China. Pero parece poco probable que el gigante asiático pueda convertirse en el paraguas de Rusia contra las sanciones. Por razones tanto económicas (no tiene capacidad para absorber el comercio que tenía Rusia con Europa) como políticas (China no quiere involucrarse más de la cuenta en el conflicto, a pesar de su amistad con Rusia, precisamente para no ser víctima de sanciones occidentales, como le ha sucedido a Bielorrusia).
Lo que no se ha explorado con tanta intensidad por ahora es el papel que podrían jugar las criptomonedas para sortear las sanciones. Con una población rusa que ha visto cómo en menos de una semana sus tarjetas de crédito dejaban de funcionar y varios bancos impedían hacer transacciones internacionales, las élites del país, en algunos casos con sus activos fuera de Rusia bloqueados por las sanciones, podrían recurrir a las criptodivisas para seguir moviendo su dinero.
RUSIA Y LAS CRIPTOMONEDAS
El poder de Rusia en el mercado de las criptomonedas se cifra en hasta 200.000 millones de dólares en activos, que estarían en manos de su población. Son datos del propio gobierno del país, y que supondrían el 12% de las reservas globales de criptomonedas.
Occidente conoce el poder ruso en criptomonedas, hasta el punto de que ya se especula con que las sanciones podrían afectar también a las principales casas de intercambio -cuya propiedad es china, en el caso de Binance, y estadounidense, en el de Coinbase y Kraken-. La complejidad para bloquear las transacciones de criptodivisas desde y hacia Rusia es más que evidente, ya que estas dos casas de intercambio no son las únicas que existen. De hecho, cualquier programador informático con conocimientos de blockchain y recursos podría crear su propia red. Sobra decir que Rusia, que se maneja bastante bien en el ciberespacio, tiene capacidad de sobra para construir su propia infraestructura.
Sin embargo, a Occidente le quedaría un as en la manga. Si bien Rusia podría sortear las sanciones -o parte de ellas- usando criptomonedas, la propia naturaleza de las mismas dejaría rastro. No en vano, y aunque las criptomonedas son descentralizadas, se sustentan en una tecnología, el blockchain, creada para que cualquier movimiento pueda ser rastreado por cualquiera. Esto pondría muy fácil a los países occidentales que lideran las sanciones encontrar, casi con nombre y apellidos, a quienes sigan haciendo negocios con Rusia. Y sancionarlos.
QUÉ PASARÁ CON LAS CRIPTOMONEDAS SI RUSIA ES SANCIONADA
Por el momento, las principales casas de intercambio no han movido ficha. Tampoco han hablado acerca del asunto, aunque Binance sí ha explicado que penalizar a los rusos de a pie por lo que haga su gobierno no es la respuesta. Sin embargo, y aunque bloquear las criptomonedas sería difícil (Binance asegura que los usuarios se trasladarían a plataformas más pequeñas), Occidente todavía tiene un arma más: atajar las criptomonedas… a través de los bancos. En concreto, bloqueando las transacciones banco-casa de criptomonedas. No en vano, para invertir en criptomonedas hay que utilizar dinero real que se transfiere a las casas de intercambio. Si se corta este vínculo como parte de las sanciones, no será posible -al menos por ahora- transferir el dinero tradicional para convertirlo en criptodivisa.
En cualquier caso, lo que demuestra este caso es cómo estos activos digitales se han convertido en un actor más de la economía global. Cuyos tentáculos, por cierto, trascienden al trading que hacen los jóvenes con sus smartphones para ganar unos cuantos dólares fáciles y rápidos que invertir después en fiestas o superdeportivos. Y también deja la puerta abierta a una etapa de mayor inestabilidad en la cotización de estos criptoactivos y a un reordenamiento de los flujos, al cambiar de manos grandes cantidades en muy poco tiempo.