Pues parece que sí: DriiveMe, un innovador modelo de negocio, acaba de llegar a España.

De izquierda a derecha, Alexander y Geoffrey Lambert, fundadores de DriiveMe.
Alquilar un coche no suele salir barato, ya que se trata de una máquina delicada que puede sufrir muchos percances, lo que obliga a las empresas de alquiler a cobrar un precio que garantice la necesaria rentabilidad de todo negocio. A pesar de eso, la competencia ha hecho que en los últimos años los precios hayan bajado considerablemente, permitiendo al negocio del alquiler de vehículos llegar a todos los rincones de la geografía. Algo muy útil especialmente cuando hacemos turismo, ya que nos ofrece una libertad que no tendríamos de otro modo.
Estos negocios, sin embargo, siempre han tenido un pequeño escollo: cuando alquilas un coche, generalmente es necesario devolverlo en el mismo lugar, en la misma ciudad. Es poco frecuente que una compañía permita devolver un coche en otra ciudad, y no digamos en otro país. Todo esto, absolutamente comprensible, limita la libertad del cliente. Esta limitación fue la bombilla que se encendió en la mente de Alexandre y Geoffroy Lambert, fundadores de DriiveMe.
Su idea es tan sencilla como sorprendente, de esas que te hacen pensar ‘cómo es que a nadie se le había ocurrido antes’: si el hecho de tener que devolver un vehículo de alquiler en la misma ciudad en que se contrató limita la libertad del cliente, y además las empresas muchas veces tienen que mover coches vacíos desde los puntos de recogida y entrega para equilibrar el stock disponible, ¿por qué no introducir un negocio ahí que beneficie a las empresas y a los usuarios?
Dicho y hecho: eso es DriiveMe, una plataforma que gestiona los traslados de los vehículos de las empresas de alquiler. Y lo hace con clientes particulares que necesitan alquilar un coche para realizar ese mismo trayecto, por el que únicamente deberán pagar 1 euro. Hertz, Avis, Europcar y 500 firmas más ya lo utilizan, de manera que se han recorrido cinco millones de kilómetros en sus primeros cinco años de vida.
La compañía nació en Francia, donde ya tiene más de medio millón de usuarios, y ha escogido España como primer paso para su internacionalización. La elección del país se debe a que su geografía es similar a la francesa y a que, como potencia turística que es, seguro que no faltarán los clientes a un servicio que «ofrece la posibilidad de alquilar un coche por el precio de una lata de refresco», en palabras de Constantin Lambert, director general de DriiveMe en España. Un ejemplo más de cómo la nueva economía puede nacer en cualquier lugar, por insospechado que parezca.
0 comentarios