Poco a poco comenzamos a vislumbrar cuál será el futuro de la alimentación. A los alimentos impresos en 3D y los suministrados en cápsulas, pronto habrá que añadir un nuevo producto que puede hacer saltar por los aires el proceso de cocinar.
Iftach Gazit, un estudiante de diseño industrial en la Academia de Artes y Diseño Bezalel de Tel-Aviv, ha presentado recientemente su trabajo Under Pressure. Lo curioso de este proyecto es que Gazit ha ideado unas bolsas inteligentes que permiten cocinar… ¡en la lavadora!
El nombre de las bolsas, Sous La Vie (Bajo la Vida), es un juego de palabras con el término francés ‘sous vide’ (al vacío), ya que se basan en la técnica de cocción en agua caliente. Los astronautas utilizan esta método en sus viajes al espacio.
Las bolsas selladas permiten que la comida se cocine de manera uniforme. Están fabricadas con papel Tyvec, un material resistente al agua que aisla la comida y evita que se mezcle con el detergente. Una segunda capa de plástico impide cualquier fuga para no manchar las prendas de ropa que se estén lavando al mismo tiempo.
Los prototipos de Iftach Gazit actualmente contienen carne, pescado y verduras. Las bolsas vienen con unas etiquetas, al estilo de las que trae la ropa, en las que aparece la información nutricional y el tipo de cocción recomendada.
Y es que cada bolsa funciona con un programa de lavado diferente. La comida se cocina generalmente a temperaturas entre 50 y 70 grados. Si por ejemplo se quiere cocinar un trozo de carne a 58 grados durante dos horas y media, se selecciona en la lavadora el programa de larga duración ‘sintéticos’. Si se opta por cocinar verduras, se ajusta la máquina en el programa ‘algodón’, de corta duración.
El proyecto de Gazit tiene en realidad un trasfondo social. Tras la crisis de 2008, muchas personas han pasado apuros económicos hasta el punto de ser incluso desahuciados de sus hogares. La clase media empezó a pasar verdaderas dificultades y tuvo que buscar soluciones a sus problemas alimenticios y de vivienda. Una de las estas soluciones fue acudir a las lavanderías, lugares muy válidos como refugio al estar abiertos 24 horas al día, 7 días a la semana.
Un bloguero sin hogar describía las lavanderías como “los lugares más útiles de la Tierra para las personas sin hogar, además de la biblioteca”. ¿Las razones? Además de lavar la ropa, se pueden rellenar las botellas de agua, cargar el móvil, conectarse a Internet, descansar…. Entonces, ¿por qué no ayudar a estas personas a cocinar en ellas sus propios alimentos? Gazit asegura que las bolsas sirven como recordatorio de la pérdida de los hogares y los sueños de los ciudadanos.
“Ofrecen una mirada profunda a las condiciones culturales que determinan cuáles son los productos que consumimos, en este caso, el capitalismo y la comida rápida versus el socialismo y la comida lenta”.
Las bolsas de Sous la vie por ahora solo son un prototipo, pero Gazit pretende hacerlas realidad en un futuro próximo.
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