Lydia Valentín: “Querer perseguir la excelencia te hace ser el mejor”

Hablamos con Lydia Valentín en el evento de presentación de los nuevos embajadores de Historias de Confianza de Reale Seguros. La triple campeona olímpica y campeona de Europa por tres años consecutivos, se alza ahora como doble campeona mundial con la reciente victoria en el campeonato del mundo de halterofilia en Turkmenistán.

Lo primero es felicitarla: ¡casi la lías! [risas] pero, al final, lo lograste. Enhorabuena. ¿Cómo empezaste en el mundo del levantamiento de peso?

De casualidad. Yo era una niña deportista, me gustaba el deporte, y el entrenador de halterofilia, el cual llevaba todas las instalaciones deportivas de mi pueblo -Camporayana (León)-, me vio que era una niña que desde muy pronto competía, que no se medía con las niñas, sino ya con los niños directamente; que hacía baloncesto, atletismo y que realmente a mí me gustaba. Me gustaba competir y entrenar. Entonces, se fijó en mí y me fichó, por así decirlo. Me propuso probar la halterofilia, yo no tenía ni idea de ese deporte, pero me dije: ¿por qué no? Es deporte, me gusta, y vi que realmente tenía habilidad. Con el tiempo, decidí retirarme del resto de los deportes y centrarme solo en la halterofilia, así que fue un poco de casualidad.

El pasado año fuiste elegida la mejor halterófila del mundo por la Federación Internacional de Halterofilia, ¿cómo llevas el reconocimiento mediático?

Ha sido algo muy heavy porque, al final, es el Balón de Oro de la halterofilia. Parece algo impensable que una española consiga ser la mejor levantadora cuando siempre han sido Asia, países del este, que tienen todo el potencial y son los mejores campeones. Por eso, me sorprendió bastante y considero que no se ha valorado mucho en España porque tiene poca tradición, pero es el reconocimiento de que eres la mejor. En las competiciones, va por categorías de peso. El año anterior, yo gané el Mundial en mi categoría, cada uno lo gana en la suya pero, al final, este premio es una cosa de todas, da igual la categoría y estoy muy contenta.

 

 

En relación con esto, la halterofilia forma parte de los deportes llamados minoritarios. ¿Crees que se le está dando la visibilidad adecuada en España?

Creo que el deporte olímpico en sí está un poco olvidado, por así decirlo, hasta que aparecen los Juegos Olímpicos. Sí que es cierto que, si consigues medallas, da igual la especialidad; hay mucho seguimiento en cualquier disciplina, pero creo que no es necesario el hecho de conseguirlas, sino que hay que hacer una inversión, un cuidado para que lleguen. Hay que trabajar mucho para lograrlo.

A nivel de recursos, ¿cómo crees que podría mejorar el rendimiento deportivo de España a nivel competitivo?

Se podrían mejorar muchas cosas, siempre se puede mejorar. Yo creo que hay cosas que se han hecho en España que han sido milagros. Ha habido campeones del mundo, como es el caso de Carolina Marín, como es mi caso, como es el caso de Javier Fernández en patinaje, con muy pocas licencias, con muy pocos recursos, muy poca tradición, pero se ha llegado y se ha conseguido, ¿por qué? Por mucho trabajo y por mucha dedicación. Por eso, al final, yo siento que hay que invertir más. Hay mucho talento en nuestro país y considero que hay que ponerlo realmente donde se merece, eso es muy importante: eres el mejor del mundo y eso hay que valorarlo.

¿Qué es para ti un influencer? ¿Te consideras una de ellos?

No, para nada. Yo me considero deportista. Una influencer entiendo que es una persona a la que siguen otras por equis y su trabajo es ese: conseguir que la gente les siga y conseguir crear un perfil que te convierta en una marca. No entiendo mucho de influencers, sí que considero que al final tiene que ver con una profesión. Si eres un deportista o un actor, mucha gente te sigue, pero no eres influencer.

Es un término con muchas interpretaciones…

En mi caso, desde el deporte, puedo influenciar, pero hay gente que solo se dedica a eso y yo no me considero una de ellas. Me considero una deportista que, probablemente, tenga un seguimiento del tipo fan, no seguidores. Lo diferencio un poco, pero en perspectiva no sé si realmente es así.

 

“Yo no hago deporte, el deporte me ha hecho a mí”

 

¿Qué aconsejarías a quien está empezando en el mundo de la competición?

A los primeros que comienzan, aconsejaría que hagan deporte porque, al final, desde muy pequeño te crea y te crees unos valores que los vas a tener desde que eres muy niño, con el desarrollo personal y ya a nivel más mayor. Por eso, siempre digo que yo no hago deporte, sino que el deporte me ha hecho a mí, porque es lo que he aprendido. Sobre todo, les diría que lo más importante es que hagan deporte para disfrutar, que se lo pasen bien, que elijan y que tomen sus propias decisiones; que habrá momentos increíbles, habrá otros que no serán tan buenos, pero lo importante es hacerlo con pasión, dar el cien por cien, disfrutarlo, e importantísimo: practicarlo.

Foto: Icíar J. Carrasco. Geometry

Lydia es la primera en llegar tan alto en levantamiento de peso en España y todo un adalid de la deportividad: la leonesa juega limpio y sin trampa. Tras la revelación de los casos de dopaje de tus rivales anteriores en Pekín (2008) y Londres (2012), ¿por qué valores te riges en tu trabajo?

Me rijo por valores muy importantes, que me han acompañado durante toda mi trayectoria. Obviamente, la disciplina es muy importante, el compañerismo, la cercanía, el poder realmente compartirlo con tu equipo. La lealtad también es importantísima en el deporte, no hacer trampas nunca. Saber que con esa disciplina y con trabajo, vas a conseguirlo todo. Al final, son los valores que conlleva el deporte. Cualquier deportista se rige por sus valores y los lleva muy adentro.

¿Cómo definirías la excelencia?

La excelencia es algo que todo el mundo persigue en su profesión o que, en mi caso, llevo persiguiendo durante toda mi carrera deportiva y solo la puedes perseguir. Eso es lo que realmente te hace ser el mejor: querer perseguir la excelencia.

 

“Mi sueño es estar en el podio olímpico”

 

Con los Juegos Olímpicos de Tokyo acechando ya, ¿qué expectativas tienes para el futuro?

El gran objetivo y el foco está centrado en Tokyo 2020. Antes de Tokyo, tenemos el Campeonato de Europa y del Mundo en 2019, que es ya clasificatorio para los Juegos Olímpicos. Me gusta disfrutar del camino antes del evento como tal, que obviamente es Tokyo, y mi sueño sería estar en el podio olímpico.

Hace unas semanas hablábamos con el también campeón olímpico Saúl Craviotto. ¿Crees, como él, que es necesario conocer el fracaso para alcanzar el verdadero éxito?

Totalmente. Hay que fracasar muchas veces para realmente triunfar. Es así, ensayo y error. Es imposible si no; no llegas sin haber fracasado nunca: has tenido que tener competiciones malas, entrenamientos no tan buenos, al final eso es un aprendizaje. Yo llevo 20 años y, durante todo este tiempo, he tenido competiciones buenas, malas o no tan buenas y todo eso es lo que te ayuda para realmente conseguir lo que tienes.

Por último, ¿cómo es la experiencia de vivir unos Juegos Olímpicos en primera persona? ¿Os queda tiempo para algo, además de los entrenamientos?

[Risas] Sí, hay tiempo. Los Juegos Olímpicos son el evento deportivo más importante del mundo. Vas ya con una ilusión, llevas mucho tiempo preparándolo, te nutres de la experiencia de muchos deportistas que hacen lo mismo que tú y están deseando competir. Conoces a la Delegación Española y otras delegaciones con gente joven, ilusionada, con un sueño; gente que se ha marcado un objetivo, que lo ha conseguido y que quiere rematarlo. Es una experiencia que hay que vivirla, con palabras es difícil de explicar, son buenas vibraciones y eso se transmite.

 

Por Ana Matías