Rafael Pampillón: «Reducir la jornada laboral de forma generalizada podría generar más problemas que beneficios»

Pocas voces en el panorama económico español gozan de la autoridad y el rigor analítico de Rafael Pampillón. Con una trayectoria académica impecable y un olfato privilegiado para desentrañar las claves de la economía global, este gallego de cuna y economista de vocación ha dedicado su carrera a la docencia, la investigación y la divulgación. Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona y MBA por el IESE, su currículum es un compendio de excelencia: ha sido decano y catedrático de Política Económica en la Universidad de Extremadura, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad CEU-San Pablo y profesor de Análisis Económico en el IE Business School. Pero más allá de las aulas, Pampillón ha sabido llevar el conocimiento económico a la esfera pública, colaborando con medios de comunicación y firmando más de un centenar de artículos en revistas especializadas. Hoy, nos sentamos con él para diseccionar la actualidad económica con su habitual claridad y precisión.
El precio de la vivienda es actualmente el problema más importante para los españoles, según el CIS. ¿Hay solución?
El problema de la vivienda en España es, fundamentalmente, un problema de poca oferta y mucha demanda. Para entenderlo mejor podemos entrar en detalles de por qué la edificación de inmuebles tiene muchos problemas: no hay suelo disponible para construir, porque todo el mundo quiere vivir en las mismas ciudades, lo que genera un mercado de vivienda muy tenso; los materiales de construcción han duplicado su precio junto al resto de costes, como los laborales; y, por último, hay cuellos de botella en la transformación del suelo rústico en una vivienda terminada. De hecho, hay infinidad de barreras burocráticas, permisos, trámites, complejidad normativa, planes urbanísticos, planes parciales, etc.
¿Hay medidas viables para solucionarlo?
Las soluciones viables pasan por incluir políticas que fomenten la construcción de viviendas a precios asequibles. Para ello, las administraciones públicas deben ayudar, ya sea mediante subvenciones a los constructores, facilitando suelo urbanizable, ya sea ofreciendo incentivos fiscales para los propietarios que alquilen a precios razonables.
En ese sentido, desde el Gobierno se ha intentado mover ficha para ofrecer una solución, ¿qué opinión le merecen esas nuevas medidas decretadas?
Las medidas gubernamentales recientes en materia de vivienda aciertan al buscar aumentar la oferta, pero fallan en que protegen a los inquilinos. A quien hay que proteger es al propietario y a las promotoras de viviendas para incentivar que pongan un mayor número de casas en alquiler o la venta a precios razonables. Además, no ataca el hecho primordial de que los promotores y constructores deben disponer de un marco legal claro, ágil, justo y estable.
El segundo gran problema para los españoles es un viejo conocido: el paro, que durante muchos años llegó a ser el primero. ¿Qué ha provocado ese cambio?
En los últimos años, España ha experimentado una recuperación económica que ha contribuido a la reducción del desempleo. Aunque la disminución del desempleo es positiva, aún queda mucho camino por recorrer. Es importante adecuar la formación de los trabajadores a lo que demandan las empresas. Seguir implementando políticas que fomenten el empleo de calidad y la formación continua de los trabajadores.
¿La precariedad sigue siendo un problema?
La precariedad laboral sigue siendo una realidad en España. Es esencial abordar este problema mediante reformas que promuevan mayor estabilidad laboral, salarios más dignos y condiciones de trabajo más justas. Un ejemplo: los contratos fijos discontinuos sin actividad (unos 700.000) no aparecen como desempleados en las estadísticas; sin embargo, lo son.

¿Tenemos en España un problema de productividad?
España enfrenta desafíos en términos de productividad. Para mejorarla, es fundamental invertir en capital humano (formación profesional), tecnología (investigación, desarrollo e innovación) y capital físico. Además, fomentar una cultura empresarial que valore la eficiencia y la calidad puede contribuir significativamente.
¿Estar en la Unión Europea nos está ayudando o nos está retrasando con respecto a mejorar la productividad?
La pertenencia a la Unión Europea ofrece a España acceso a mercados más amplios y fondos estructurales que pueden impulsar la productividad. Sin embargo, también implica cumplir con normativas que pueden ser percibidas como restrictivas. En general, la UE proporciona un marco que, bien aprovechado, puede ser beneficioso para mejorar la productividad.
“REDUCIR LA JORNADA LABORAL DE FORMA GENERALIZADA EN ESPAÑA PODRÍA GENERAR MÁS PROBLEMAS QUE BENEFICIOS”
¿Qué repercusiones tendrá para las empresas la aprobación de la jornada de 37 horas y media semanales en España?
Reducir la jornada laboral de forma generalizada en España podría generar más problemas que beneficios. No todas las empresas funcionan con las mismas dinámicas, y una reducción impuesta sin distinción podría afectar gravemente a aquellas donde la presencia constante de trabajadores es esencial, como la sanidad, la hostelería o la industria manufacturera. Además, también puede generar un aumento de los costes laborales. Por ello, la reducción de la jornada debería negociarse sector a sector dentro del marco de los convenios colectivos, permitiendo adaptaciones específicas que consideren las particularidades de cada ámbito y eviten consecuencias negativas para empresas y trabajadores.
¿Nuestro sistema de pensiones es realmente sostenible?
El sistema de pensiones en España enfrenta desafíos debido al envejecimiento poblacional y a la disminución de la natalidad. Para garantizar su sostenibilidad, es necesario considerar reformas que pueden incluir el retraso de la edad de jubilación, fomentar fiscalmente los planes de pensiones privados y ajustar las contribuciones y prestaciones de manera equilibrada.
La inmigración está llamada a solucionar parte de esos problemas o eso se suele repetir, pero ¿es realmente una solución o España tiene un problema con ella?
La inmigración en España ha aportado diversidad cultural y ha cubierto necesidades del mercado laboral. Desgraciadamente, el 77% de los inmigrantes en España cuentan con una baja cualificación laboral, cifra que revela la necesidad de implementar políticas que promuevan la formación y capacitación no solo de los españoles, sino también de este colectivo. Como contraste, se ha identificado que el 60% de los españoles nativos que deciden emigrar poseen estudios universitarios, lo que incrementa el reto y daña al país.
¿La llegada récord de inmigrantes está generando beneficios o pérdidas en el bienestar del país?
Es esencial gestionar adecuadamente los flujos migratorios para evitar tensiones sociales y asegurar una integración efectiva de los inmigrantes. La inmigración puede generar beneficios económicos al cubrir vacantes laborales y contribuir al sistema de seguridad social. No obstante, una gestión inadecuada puede provocar cuellos de botella en servicios públicos (como la sanidad, la vivienda o la educación) y en la cohesión social. Es crucial implementar políticas de integración y formación para maximizar los beneficios y minimizar posibles impactos negativos.
El mundo mira ahora fijamente a Estados Unidos, ¿qué espera del mandato de Donald Trump?
Más inflación. Las propuestas de Donald Trump se caracterizan por políticas proteccionistas y un enfoque unilateral en asuntos internacionales. Parece inevitable que siga generando tensiones comerciales y diplomáticas a escala global.
¿Realmente cree que pondrá en marcha toda la política arancelaria que ha verbalizado en los últimos meses?
Aunque Trump ya ha implementado políticas arancelarias, no todas las medidas anunciadas se van a concretar debido a la complejidad de las negociaciones internacionales y las presiones económicas internas. Además, podría ir llegando a pactos futuros que beneficien a Estados Unidos y se elimine de la ecuación la necesidad de imponer o incrementar las tasas arancelarias.
Y eso, ¿cómo se traduce para un país como España?
La política arancelaria de Trump busca reducir el déficit comercial de Estados Unidos con el resto del mundo. España, sin embargo, ocupa una posición diferente, ya que no tiene superávit respecto de EE.UU., sino un déficit de aproximadamente 10.000 millones, por lo que podría conseguir aranceles más bajos. Pese a esta oportunidad, el Gobierno de Pedro Sánchez ha adoptado una postura abiertamente opuesta a Trump. Eso es un problema, ya que Sánchez no ha mostrado interés en tender puentes ni aprovechar ese déficit comercial como una herramienta de negociación para proteger los productos españoles. Por último, no hay que olvidar que España tiene un problema extra, ya que es el país de la OTAN que menos gasta en defensa.
¿Estamos preparados para ello, ya sea en Europa o en España?
España y Europa tienen herramientas para afrontar las políticas proteccionistas, como la diversificación de socios comerciales y el refuerzo del mercado interno europeo. Sin embargo, es necesario aumentar la resiliencia económica mediante políticas que fomenten la innovación y la competitividad.
“ES IMPRESCINDIBLE REFORMAR EL SISTEMA DE PENSIONES PARA DARLE EQUILIBRIO Y SOSTENIBILIDAD A LARGO PLAZO”
Por último, si Rafael Pampillón fuera nombrado presidente de España mañana, ¿qué tres medidas en materia económica tomaría inmediatamente?
Si Rafael Pampillón fuera presidente, podría considerar las siguientes medidas prioritarias: primero, resolver el problema de la vivienda siguiendo las políticas de oferta como las ayudas a promotores o crear un mercado estable y predecible. En segundo lugar, implementar una reforma fiscal atractiva para el contribuyente, que implique simplificar el sistema tributario y crear incentivos que fomenten la inversión y la innovación. En tercer lugar, invertir en educación, formación profesional y digitalización para mejorar la competitividad de la economía española. Y como medida extra es imprescindible reformar el sistema de pensiones para darle equilibrio y sostenibilidad a largo plazo.