Un establecimiento de comida rápida californiano, llamado Caliburger, ha integrado el reconocimiento facial en sus tiendas mediante unos stands con un monitor y una cámara. El objetivo es sustituir a los camareros, ayudar a los clientes para que no tengan que recordar sus pedidos y a largo plazo sustituir el pago con tarjeta de crédito por el pago basado en reconocimiento facial.
Cuando los clientes se registran en los stands de reconocimiento facial, solo tienen que ponerse delante de ellos y el software detectará sus caras, para después mostrar sus pedidos antiguos. De momento, esta tecnología está en período de prueba y solo se puede encontrar en una tienda. La empresa está pensando en expandir el programa al resto de tiendas durante el año que viene siempre y cuando el piloto sea exitoso. “Nuestra meta para el 2018 es reemplazar los puestos de pago con tarjetas de crédito por sistemas de pago basados en reconocimiento facial. El reconocimiento facial es una parte muy importante de nuestra estrategia comercial” son las palabras del CEO de Cali Group, John Miller.
Cali Group no es la única cadena de comida rápida en haber hecho una incursión en el terreno de la comida rápida. En China, el grupo KFC ha implementado la tecnología de pagos mediante reconocimiento facial en algunas tiendas, y hasta el momento, el movimiento parece ser bastante exitoso.
El establecimiento de Cali Group asegura que las identidades faciales de los usuarios están seguras y no son compartidas con nadie. El grupo ha tenido otros intentos de automatización extrema, siendo uno de los más llamativos la prueba de un robot capaz de voltear hamburguesas sobre la plancha.
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