JP MORGAN: PAPEL DE BRÓKER EN REPSOL, PERO CON UNA DESAGRADABLE SOPRESA
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JP MORGAN: PAPEL DE BRÓKER EN REPSOL, PERO CON UNA DESAGRADABLE SOPRESA
Así, una de las claves que explicaba esas idas y venidas del banco de inversión dentro del accionariado de Repsol se podía leer escuetamente al final de cada notificación a la CNMV. En concreto, JP Morgan señalaba en cada documento que se debe tener en cuenta que “la participación ahora está sujeta a una exención de la cartera de negociación (trading book) del 5%». La realidad, entonces, es que la firma estadounidense simplemente actúa como bróker y las posiciones que declara son de sus clientes, no suyas propias. De hecho, se puede apreciar como entre el día 9 y el 11 la participación va disminuyendo hasta caer por debajo de ese umbral.
Hasta ahí es la parte más sencilla del movimiento. Al fin y al cabo, se trata de una operativa muy utilizada por la banca de inversión. En otras compañías, como IAG, este papel lo desempeñan otras compañías similares como Morgan Stanley o Goldman Sachs (caso de OHL). Pero la estrategia de JP Morgan escondía otra desagradable sorpresa, y es que el esquema de derivados creado por la firma de inversión estaba articulado para desatar un ataque especulativo contra Repsol. De hecho, la sucesión de acontecimientos ha delatado a su socio: BNP Paribas.
En concreto, a diferencia de las otras ocasiones, JP Morgan señalaba en su reciente notificación al regulador que un 1,37 del 6,10% registrado eran acciones físicas de Repsol. Un hecho prácticamente inédito salvo por la efectuada el 18 de octubre en la que ese porcentaje era del 1,8%. Pero ¿de dónde ha aparecido esas acciones? Para encontrar la respuesta hay que mirar a dos sitios. En primer lugar, al propio esquema de derivados financieros creados por el banco de inversión. En segundo lugar, a las últimas notificaciones de BNP Paribas.
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