¿Por qué hay empresas que se niegan a usar la IA?
La inteligencia artificial (IA) ha transformado por completo la forma en que se trabaja hoy en día. Aplicado al marketing, esta tecnología ha permitido a las empresas automatizar tareas, personalizar contenidos y analizar grandes volúmenes de datos en tiempo récord. Aunque su uso comenzó hace ya tiempo, hoy en día muchas empresas ya la consideran imprescindible para mantenerse competitivas en un mercado cada vez más digitalizado.
Sin embargo, no todas las compañías han dado el paso hacia la IA. Aunque sus beneficios son innegables, actualmente algunas empresas dudan en incorporar la inteligencia artificial en sus estrategias de marketing. Aunque esta tecnología tiene muchas ventajas, un informe de Semrush revela que el 33% de las compañías encuestadas no usa herramientas de IA para SEO o marketing de contenidos. Las razones principales incluyen:
- Desconocimiento y falta de formación. Un 35% de las empresas no sabe que estas herramientas existen. Otro 37% no las utiliza debido a la falta de capacitación o de conocimientos suficientes sobre su funcionamiento.
- Calidad y originalidad del contenido. El 31% teme que la IA pueda afectar la originalidad del contenido. Por su parte, el 30% expresa dudas sobre la calidad de los resultados que ofrece esta tecnología.
- Falta de datos adecuados. Para que la IA funcione correctamente, se necesita información precisa y organizada. Hay empresas que no tienen una estrategia clara para recopilar datos de calidad y por tanto, hacer más difícil aprovechar la IA.
- Pérdida de control. Automatizar tareas con IA puede generar inseguridad. Algunos empresarios temen que, al delegar procesos, pierdan control sobre los resultados o no puedan intervenir fácilmente si surge un problema. Esto preocupa especialmente en sectores con altos estándares de calidad.
- Barreras tecnológicas. La novedad y cambios constantes de esta nueva tecnología hace que muchas empresas no sepan cómo usarla. Incluso algunos consideran que su aplicación es compleja y no tienen ni tiempo ni recursos para dedicar a ello.
- Falta de talento especializado. Implementar la IA requiere de profesionales con conocimiento y capacidades. Su escasez, dificulta que las empresas cuenten con trabajadores que sepan gestionar estas herramientas.
- Problemas éticos y de privacidad. El manejo de datos sensibles y el riesgo de que las máquinas reemplacen a los trabajadores generan inquietudes.