Así es como Roblox y Fortnite están cambiando el ecosistema de juegos en línea
El sector del videojuego está viviendo una revolución y Roblox y Fortnite juegan un papel principal. Esta es la historia de cómo unos videojuegos normales se han convertido en un gigante al que tener miedo.
Roblox y Fortnite han seguido trayectorias muy diferentes hasta converger en un punto común: la creación de videojuegos por parte de los usuarios.
Roblox nació en 2003 y sería tres años después cuando se estableció como un juego multijugador masivo. Por su parte, hubo que esperar hasta 2017 para que Fortnite se cruzara en el camino de los jugadores. Era una época en la que el juego online multijugador en formato battle royale estaba ya mucho más implantado.
A día de hoy, aunque ambos títulos siguen conservando la esencia de su origen, han implementado un modelo novedoso y muy rentable: cada usuario se puede convertir en desarrollador de videojuegos. Crear sus propias historias, escenarios y, por supuesto, cobrar por su trabajo.
Fortnite, desarrollado por la popular plataforma Epic Games, cuenta con más de 70 millones de jugadores mensuales. Roblox, por su parte, aglutina a 250 millones de personas delante de su ordenador cada mes.
Aunque las cifras son todavía lejanas a los más de 2.000 millones de personas que usan YouTube cada mes o los más de 800 millones que usan TikTok de manera activa, siguen siendo unas cifras mareantes. Mantener la atención de tantos millones de personas es una tarea compleja.
Los usuarios ya no se enganchan a un juego creado por un estudio profesional: ellos deciden a lo que quieren jugar y, si no existe, desarrollan su propio videojuego
EL FUTURO DEL VIDEOJUEGO: CREAR LO QUE CADA UNO QUIERA
Roblox y Fortnite han revolucionado el juego online. Hasta el punto de que los usuarios ya no se enganchan a un juego creado por un estudio profesional: ellos deciden a lo que quieren jugar y, si no existe, desarrollan su propio videojuego.
Así, gracias a los motores de creación de ambas plataformas, los usuarios de Roblox han sido capaces de recrear, con total precisión, el mítico Call of Duty. Los de Fortnite, por su parte, han incrustado su propio The Legend of Zelda: Breath of the Wild en la plataforma. Y se trata tan sólo de algunos ejemplos.
Tal es el auge de esta nueva modalidad que ya existen diferentes estudios especializados, única y exclusivamente, en el desarrollo de videojuegos para Roblox y Fortnite. Y les suele ir bastante bien.
El hecho de que adolescentes y preadolescentes sean capaces de crear estos videojuegos, con tanto nivel de detalle, en unas plataformas que cuentan con evidentes limitaciones, merecería un caso de estudio aparte. Cualquier empresa puntera desearía que sus ingenieros pudieran programar al nivel al que lo hacen estos amateurs. Si, en el futuro, no se dedican profesionalmente al desarrollo de videojuegos, podrán ganarse muy bien la vida en otros sectores tecnológicos.
¿CUÁNTO PAGAN ROBLOX Y FORTNITE POR LOS VIDEOJUEGOS?
El éxito o fracaso de una creación dentro de estas plataformas depende, indiscutiblemente, de la acogida que tenga por el resto de jugadores.
Si el título creado gusta y mantiene enganchados a otros jugadores, la viabilidad está asegurada y todas las horas de desarrollo se verán compensadas con creces. Fortnite entregará al creador del juego hasta el 40% de los ingresos que genere. Mientras que Roblox comparte apenas un 25%.
Muchos creadores, para rentabilizar su trabajo, se ven obligados a buscar el patrocinio de potentes marcas como Coca-Cola u organizaciones como la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano).
UNA TENDENCIA REPETIDA
Según algunos expertos, el hecho de utilizar un videojuego para crear nuevos videojuegos se convertirá en la tónica general en el futuro. Pero no hay que olvidar que es algo que ya ha ocurrido en el pasado. Y el éxito ha sido arrollador.
Cualquier aficionado a los videojuegos ha jugado o, al menos, conoce, títulos como Counter Strike, PUBG o Dota 2. Pero antes de ser los gigantes que son hoy en día fueron creaciones bajo el paraguas de un juego más popular. Estas mods (adaptaciones o modificaciones completas de un juego) tienen un potencial incalculable. Son capaces de reportar millones de dólares de beneficios no solo a su desarrollador, sino también a la empresa comercializadora.
El sector del videojuego generó en 2021 más de 180.000 millones de dólares a nivel global. No es de extrañar, por tanto, que todos quieran hacerse con un trozo de este suculento pastel que, de acuerdo a las estadísticas, no hace más que aumentar cada año. Porque los gustos pueden cambiar y las temáticas de moda variarán de una generación a otra. Pero el amor por los videojuegos se mantiene.
Al igual que el primer ser humano que pisará Marte ya ha nacido, pero todavía no sabe que él será el elegido, el creador del próximo juego adorado por la multitud estará programando, desde su habitación, como si de un pasatiempo se tratara.