El Rolls-Royce de 13 millones de dólares y 4 años de construcción.
Con un precio de 13 millones de dólares, el precio es lo de menos. La gente que se lo puede permitir no tiene inconveniente en que sean 10, 13 o 30 millones. Cuando se alcanzan las ocho cifras, lo que importa a los posibles compradores son los detalles, y el Sweptail, basado en el Phantom Coupé, tiene muchos.
De estilo retro, el Sweptile está inspirado en los coches de finales de los años 30 europeos. Lo primero que llama la atención de este coche de dos asientos es su enorme parrilla delantera de aluminio. Sobre ella, destaca el distintivo ornamento de Rolls Royce, esta vez de cristal, algo que han extraído de conceptos futuristas anteriores.
El exterior queda rematado por una carrocería que continúa hasta los bajos del coche, dando la sensación de ser una sola pieza sin juntas a la vista. Un enorme techo panorámico de cristal en la parte trasera pone la guinda sobre una línea que puede recordar más a un yate de lujo que a un coche.
El lugar de los asientos traseros queda ocupado por una bandeja de ébano. Un par de paneles ofrecen el espacio suficiente para guardar portátiles. El maletero trasero tiene capacidad más que suficiente, algo que se agradece en el coupé más caro del mundo.