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Salir de la crisis, más joven

Coche Echarren| 14 de mayo de 2020

Los centros médico-estéticos están abriendo ya sus puertas con nuevas y rígidas normas de seguridad e higiene. Es imposible ser atendido (por personal preparado para abordar sin riesgos la nueva etapa) sin pasar por un pequeño cuestionario, una cita previa y la toma de temperatura con termómetro láser en la entrada. El tratamiento del momento con el que saldrás de la crisis más joven, se llama Skinboosters.

Si tu problema a la hora de acudir a un centro médico estético tiene que ver con la sala de espera, estás de suerte. Ya no pasarás en ella mas que el tiempo justo y lo harás sin verte con otros pacientes. Esa es solo una de las nuevas normas que rigen estas consultas que acaban de reiniciar su actividad y que ya se encuentran con listas de espera. El encierro ha mantenido las pieles a recaudo de la exposición solar y la contaminación, pero la incertidumbre, las noches de maldormir, las preocupaciones y la convivencia de 24 horas, también dejan señales en el rostro. Es tiempo de chutes de energía: también de la que ayuda a empezar esta nueva etapa con la ‘mejor cara’.

Entre los tratamientos demandados hay uno que parece diseñado para este momento: Skinboosters. Desde que se presentó, hace doce años, su éxito ha ido en aumento. En los laboratorios Galderma nos cuentan que un 96 % de quienes lo prueban, responden que volverían a hacérselo cuando se les pregunta. Y de hecho llaman cuando desparecen los resultados (un año después). ¿Por qué? Porque no rellena, ni evita gestos, porque no cambia absolutamente nada del rostro, pero lo transforma en su versión saludable y atractiva. En la de aquellos días anteriores a la acumulación de cansancio y de forma duradera.

¿Cómo lo hace? Skinboosters es un gel de ácido hialurónico estabilizado que se aplica con microinyecciones. Trabaja sobre la matriz extracelular e induce a la formación de colágeno. En la primera sesión ya se nota una mejora en la calidad de la piel: repone y mantiene los niveles óptimos de hidratación, aumenta la firmeza, mejora el tono y la luminosidad. Produce una redensificación y una importante mejora en arrugas y en todas las imperfecciones, incluso las de las marcas de acné. Es, por eso, perfecto para cualquier edad, desde los 25 años.

Los médicos lo adoran. “Para mí es una técnica imprescindible tanto en la prevención como en el tratamiento”- nos dice el Dr. Morano “Es de los pocos tratamientos en que no hay que llamar al paciente para recordarle que le toca una sesión de mantenimiento. La satisfacción del paciente es tal que siempre quiere repetir”.

No lo hemos probado pero le hemos dedicado este post por varias razones: porque es exactamente lo que necesita la cara del confinamiento (un chute que hace desparecer el cansancio de forma duradera sin cambiar nada: no es toxina botulínica ni rellena); porque es bueno para todas las edades (a partir de los 25); porque trabajan con él los mejores médicos (Mira + Cueto, Pedro Jaén, Dr. Javier Anido, Dr. Avelino Rey, Dra. Mar Lázaro…); por el compromiso de Galderma con la sostenibilidad; y porque el precio del tratamiento se adapta al momento complicado en el que estamos (una sesión, 150 €).

 

Por Coché Echarren

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