El auge de la salud y el bienestar llegará a los mercados en forma de billones de euros
El bienestar es un negocio, mientras que la salud es ‘el negocio’. Ambas ideas se unen para generar el pilar básico de una nueva megatendencia de inversión que promete ser revolucionaria. Una línea de negocio que engloba a las industrias que buscan mejorar la salud y el bienestar de la sociedad. Y que se resume en esas dos palabras, salud y bienestar, de las que no se para de hablar. También es un reclamo para los inversores. De hecho, el potencial negocio sumado en las próximas décadas puede acercarse a las decenas de billones.
Sin ir más lejos, solo el cuidado del cuerpo es una industria valorada actualmente en más de 800.000 millones de dólares, según las estimaciones de la consultora PWC. Una industria muy variopinta que va desde pequeñas franquicias que apuestan por el yoga o pilates para hacer uno el cuerpo y la mente. A gigantes alimenticios como Nestlé o Danone que invierten miles de millones en desarrollar líneas de productos saludables. Incluso, las compañías que producen carne a través de vegetales, como Beyond the meat, que crecen como setas. Y también están, como no podía ser de otra manera, los gigantes farmacéuticos. Incluso, poniendo de acuerdo a firmas enemistadas.
Así, no hace mucho que dos rivales acérrimos como Pfizer y GSK fusionaron sus negocios de salud al consumidor para crear un gigante valorado en 13.000 millones. Una firma que está especializada en la tendencia al cuidado personal y en el desarrollo de medicamentos que no necesitan recetas, que ellos prefieren llamar complementos. La operación de ambas farmacéuticas se entiende como un movimiento defensivo en un sector con mucho movimiento, incluso antes de la pandemia. Así, un par de años antes la firma brasileña Natura compró Avon Products, rompiendo una rivalidad de 133 años, para atacar el negocio de la belleza.
Un negocio que va más por modas, que por necesidades. También lo explica los tabúes que se van rompiendo. La comida saludable o incluso la carne vegana se han ido acomodando en el imaginario colectivo en los últimos años. Ahora, es el turno de la salud mental. En la actualidad, hay muchos psicólogos que han pasado de no tener trabajo o no dar abasto. Eso no significa que ahora haya más problemas, sino que se ha dejado de estigmatizar ese tipo de tratamientos. El sector está muy atomizado que es otro tipo de industria por explotar de forma realmente profesional. Al final, los fuertes beneficios atraerán a grandes a las cadenas.
LA REVOLUCIÓN EN LA SALUD Y EL BIENESTAR: DE LOS BILLONES A LA ÉTICA
Pese a la explosión del ‘wellness’, la rama más importante sigue siendo la de la salud. Y en esta ocasión quizás lo sea todavía más porque el sector está cambiando para siempre. La atención personalizada conjugada con las nuevas tecnologías de seguimiento y el estudio de datos; las posibilidades abiertas por la tecnología ARN, tras el éxito obtenido por las vacunas con ese mismo patrón; por último, el área de la genética, en todas sus versiones, es un campo que ofrece mucho dinero y crecimiento a los inversores. Aunque también promete cambiar desde cómo se concibe la propia salud, la forma de alcanzarla o enfrentar a la propia sociedad en distintos desafíos éticos.
Así, cuando hablamos de negocio en mayúsculas todo el mundo mira al sector de la salud. Solo en Estados Unidos la atención médica equivale a unos 3,6 billones al año. En otros países ricos puede suponer entre el 10 y el 15% de su PIB, eso son por lo menos otros cerca de casi cuatro billones más. Y lo mejor es que ese gasto irá creciendo a medida que el número de personas mayores sea cada vez más alto. Por ello, las formas novedosas de seguimiento, como la digital, no ha parado de crecer y solo en 2021 se invirtieron más de 57.000 millones de dólares. Y los unicornios en el sector, firmas que valen más de 1.000 millones que no cotizan, supera el centenar.
Deloitte calcula que se comprarán unos 320 millones de dispositivos médicos portátiles en todo el mundo, en 2022
Todos pelean por tomar una parte del pastel. Incluidos los gigantes tecnológicos como Apple que no solo apuesta por su servicio digital, sino también a través de sus productos físicos. La batalla también está en los artilugios. Deloitte calcula que se comprarán unos 320 millones de dispositivos médicos portátiles en todo el mundo, a lo largo de 2022. Los gigantes farmacéuticos también están detrás. Una de la que más ha potenciado su área de atención personalizada es Roche. La centenaria compañía no solo está desarrollando la tecnología cercana al cliente, sino también el estudio de los datos para descubrir enfermedades lo antes posible.
Roche está aprovechando otra rama que promete ser muy rentable dentro del sector de la salud como es la de la genética. Un negocio que, a su vez, se divide en varios segmentos. Por un lado, está su estudio individualizado para detectar posibles enfermedades, principalmente, el cáncer, ya que se trata del resultado de una panoplia muy amplia de enfermedades basadas en mutaciones genéticas. Illumina es la empresa de secuenciación de genes más grande del mundo y también fue la pionera en este campo, tras una historia algo oscura detrás. Y es que no todo es generar farmacias electrónicas con dispositivos que monitoreen a los usuarios para detectar problemas, también pueden crear las soluciones.
Pero lo que se puede ver como un desarrollo histórico, al ser capaces de crear respuestas a medida para cada uno, también puede ser un dolor de cabeza. Al fin y al cabo, abren la puerta a la creación de súper humanos modificados genéticamente. Eso implica que ciertos sujetos pueden estar optimizados y mejorados para ser más guapos, más listos y más fuertes, lo que incrementará las desigualdades de la sociedad y los conflictos éticos. Un escenario que parece futurista, pero que sin embargo ya empieza a ser real, de hecho, en abril se descubrió el primer genoma humano completo. Eso es ya el primer paso de todo lo que debe venir después.
El artículo puede leerse en el especial de Megatendencias publicado en la revista Influencers.