El Samsung Galaxy 7 fue un quebradero de cabeza explosivo para la compañía surcoreana. Pero algo bueno se puede extraer del desastre, ya que Samsung planea recciclar los teléfonos para recuperar oro y otros materiales empleados en la fabricación de los dispositivos.

Samsung anunció el jueves que espera recuperar 157 toneladas de oro, plata, cobalto, cobre y otros metales de los millones de smartphones que fueron retirados de las tiendas el año pasado cuando se descubrió que sus baterías eran propensas a estallar en llamas. Aún no se sabe cual será el destino de los metales reciclados.

Además, los chips de memoria, lentes de cámaras y otros componentes serán reutilizados enteros en los casos posibles. En otro esfuerzo por reducir las pérdidas, Samsung ha empezado a vender 400.000 Galaxy Note FE, fabricados con las piezas sin usar de los Note 7 retirados.

La crisis del Note 7 fue uno de los mayores batacazos en la historia de Samsung, con unas pérdidas estimadas en más de 5.000 millones de dólares. Llegó a un punto en el que las aerolíneas prohibían al pasaje llevar un Note 7 por motivos de seguridad, y millones de teléfonos fueron devueltos a Samsung.

Con esta medida, el gigante tecnológico (que es el mayor fabricante de smartphones del mundo) no solo mitigarás las pérdidas económicas, sino que ayudará a reducir los residuos electrónicos que generó esta crisis.

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