Si la raíz es fuerte…
Sería el año 1985, creo recordar. Sentado en el suelo del salón asistía impotente a la probable e injusta derrota del protagonista del momento, pero en un giro maravilloso de los acontecimientos –como tantas veces ocurre en el cine–, una ejecución perfecta de ‘la grulla’ convertía en campeón a Daniel LaRusso, aquel joven que había llegado a Los Ángeles y que se había convertido en el blanco de los ataques de un grupo de estudiantes de karate. Y es que, lamentablemente, siempre ha habido bullying, no es algo nuevo.
No recuerdo cuántas veces le dimos al rewind del VHS para poder ver esa ‘maravilla’ una y otra vez. Pero no debimos de ser los únicos, en vista de la cantidad de niños que imitaban –con bastante menos pericia– ese famoso movimiento en las calles durante aquellos años; poco o nada importaba que en la vida real no se permita golpear de forma directa en los torneos de karate en los que compiten menores de 18 años, si así “se hacía justicia” para el bueno de LaRusso.
Casi cuatro décadas después de aquello, siendo ahora el karate deporte olímpico, la española Sandra Sánchez se ha convertido en el primer oro de kata femenino en la historia de los Juegos. Eso, después de haber sido reconocida por la Federación Mundial de Karate en 2018 como la mejor de todos los tiempos.
LaRusso y Sandra tienen cosas en común, a pesar de las distancias que existen entre la ficción del primero y el realismo
de la segunda: ambos nos han emocionado delante de las pantallas, pero es que además han conseguido que los dojos se llenen de niños que quieren emular a sus ídolos mediante la práctica del karate.
Tener la ocasión de entrevistar a Sandra es algo maravilloso. Ella es una leyenda de sonrisa eterna que transmite felicidad. “Es un amor”, me dijo Irene Villa de Sandra cuando acordamos que sería ella quien le entregaría el galardón en nuestra gala de los Influencers Awards. Para los presentes queda el entrañable momento que protagonizaron las dos encima de aquel escenario.
Esta edición de nuestros premios, que además conmemoraban nuestro quinto aniversario, ha sorprendido por el nivel y la diversidad de los galardonados. A la citada Sandra Sánchez se sumaron el inmunólogo Alfredo Corell, el economista Daniel Lacalle, la directora de música clásica Inma Shara, el empresario Juan González Herrero, el escritor Lorenzo Silva, la actriz Maggie Civantos, el cineasta Santiago Segura y el periodista Vicente Vallés. Todos ellos brillaron en una noche que quedará entre los hitos de esta revista y dedicaron unas palabras tan bonitas –tanto a esta publicación como a mí– que nunca olvidaré.
Quizá algún día me despierte y sea entonces cuando me dé cuenta de que todo esto no fue más que un bonito sueño y que, como todos los sueños, tienen su final. Pero hasta entonces, seguiremos trabajando duro para poder seguir sorteando una crisis tras otra y confiando en que, como decía el maestro Miyagi, “si la raíz es fuerte, el árbol sobrevivirá”.