El sueño portugués de Mercadona puede estar a punto de terminar

Después de años intentando expandir su negocio fuera de nuestras fronteras, dudando entre Italia o Portugal, finalmente Mercadona se decantó por nuestros vecinos para abrir nuevos lugares más allá de España. Sin embargo, cuatro años después, parece que este negocio sigue sin despegar.

Corría el año 2019 cuando Mercadona inauguró su primer establecimiento en Portugal. Concretamente, la cadena de supermercados valenciana comenzó por el norte del país, cerca de Oporto. Sin embargo, los planes de externalización de Juan Roig comenzaron en 2016, aunque tardó más de tres años en poder materializarlos.

Ahora, además de haber colonizado el norte, Mercadona se ha atrevido a dar el salto al sur, con su primer almacén y varias tiendas por la zona de Lisboa. Según la compañía, este salto era una forma de reafirmar su compromiso con el país luso.

Sin embargo, casi un lustro después, este negocio sigue sin ser rentable. Aunque durante los primeros años era normal perder dinero porque aún estaban asentándose, las pérdidas continúan a pesar de ganar ventas. Según los resultados publicados por Mercadona, las tiendas de Portugal continúan en números rojos.

Juan Roig ha afirmado que en 2022 la facturación ha crecido en comparación con 2021, pasando de los 450 millones de euros a los 737 millones. Sin embargo, a pesar de este incremento, la cadena perdió 50 millones, 14 menos que el año anterior.

Durante el año que acaba de cerrar, Mercadona ha invertido 140 millones en nuevas aperturas en Portugal, donde ya tiene 39 tiendas. Su objetivo para 2023 es seguir creciendo y abrir otras 10 más. Sin embargo, todos estos planes pueden irse al traste ante las medidas del Gobierno portugués.

Macroinspección a Mercadona en Portugal

Que Mercadona, y el resto de cadenas, han subido los precios para, según ellas, intentar paliar el aumento de los costes no es ningún secreto. Sin embargo, el Gobierno de Portugal está harto de la situación que atraviesan todas las familias del país y ha incrementado la presión contra todas las cadenas de supermercados que operan en el país. Entre ellas se encuentran Mercadona, DIA y Froiz.

Hace unos días que el Ejecutivo ha lanzado una macrooperación para inspeccionar las cadenas de supermercados y analizar si se está produciendo una subida artificial de los márgenes.

De esta manera, Portugal se suma a Francia en cuestiones de control del precio de la alimentación, algo que Roig no ve con muy buenos ojos. «Toparíamos precios si el proveedor nos topara precios a nosotros, pero no sabemos lo que va a pasar. No sabemos qué puede ocurrir mañana. Solo sabemos que vamos a luchar por bajar los precios».

Sin embargo, muchos gobiernos ven que esta es la única salida, ya que las ventas de los productos alimentarios están cayendo como nunca antes. António Costa Silva, ministro de Economía portugués, se ha mostrado preocupado por la subida de los precios y asegura que «la inflación global en Portugal está disminuyendo, por lo que esperábamos que hubiera una tendencia a bajar también el precio de los alimentos».

Para tratar de controlarlo, el Gobierno ha organizado un dispositivo formado por 38 brigada, que tiene como objetivo fiscalizar el sector y entender qué está pasando con la estructura de precios.

Además, en los últimos seis meses, la Autoridad de Seguridad Alimentaria y Económica (ASAE) ha llevado a cabo ya 900 operaciones de inspección. Además, Costa también hablará con los operadores para conocer su opinión y también para lanzar un mensaje de responsabilidad social.

Encarece sus precios en España un 10%

Sin embargo, Portugal no es el único sitio donde Mercadona ha incrementado sus precios. En la presentación de resultados que ha tenido lugar hace unos días, Juan Roig confirmaba que los precios han subido un 10% en el país. «Si no hubiéramos subido los precios, el desastre en la cadena de producción hubiera sido impresionante», afirmaba el presidente de la cadena.

«Todos los días pregunto cuántos productos hemos bajado su precio y cuántos hemos subido. En lo que llevamos de marzo, hemos bajado 160 productos y hemos subido 50, aunque nos hubiera gustado no subir ninguno», añade. Aunque asegura que a ellos los costes les han subido un 12%, por lo que no toda la subida ha repercutido en el cliente.

«Es imposible subir los precios donde tú quieras. Si te pasas, el cliente se va a la competencia. Nuestro placer es poner los precios lo más bajos posible», señala Roig. Esta retención de precios para no salpicar al consumidor ha hecho que el margen de la compañía haya bajado un 0,6%, 140 millones menos.

El aumento de los precios ha hecho que Mercadona gane más, como ellos mismos confirman. Durante 2022, Mercadona facturó 31.041 millones de euros, una cifra mucho más alta que en el año anterior. «En esto ha tenido que ver mucho la inflación. Nosotros tendríamos que habernos situado en torno a los 29.000 millones», indica Roig.

Finalmente, Mercadona ha ingresado 718 millones de euros, un 5,6% más que el año pasado. Una cifra no vista desde el año de la pandemia, el mejor momento vivido en la historia de todos los supermercados. De ese dinero, 88 millones de euros han ido directos al bolsillo de Juan Roig, a lo que habría que sumar sus 11 millones de sueldo.

En un momento convulso, donde la población está ahogada ante una inflación desorbitada, produciendo que los precios de la cesta de la compra hayan subido más de un 16%, queda la duda de si los consumidores seguirán apostando por Mercadona o, en su defecto, huirán de este encarecimiento que ellos mismos confirman.