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Las 5 claves de la economía post pandemia

Miguel Ángel Ossorio Vega| 29 de marzo de 2021

La pandemia ha cambiado nuestras vidas, probablemente para siempre. Algunos cambios persistirán y otros sentarán las bases de futuros cambios que llegarán en los próximos años. Estas son las 5 claves que marcarán la economía post pandemia. Cuando quiera que llegue.

Hace un año, el mundo entraba en un oscuro túnel pandémico del que todavía no nos hemos recuperado, aunque algunos países empiecen a ver la luz de la esperanza gracias a sus altos porcentajes de vacunación. Ya tenemos claro que el deseado ‘día después’ no llegará de golpe ni a todos los lugares al mismo tiempo. Será una transición. Una realidad progresiva. Y, precisamente por eso, es necesario conocer cuáles son las claves de la economía post pandemia: solo quienes sepan prever la nueva sociedad, podrán aprovecharla a su favor.

 

La nueva estrategia corporativa post pandemia

Las empresas llevan un año experimentando profundos cambios internos y externos. Han vivido lo que supone paralizar operaciones por causas de fuerza mayor, y están acostumbradas a trabajar con restricciones que frenan sus negocios. Algunas, incluso se han visto situadas en el epicentro del problema, al dedicarse a actividades que pueden contribuir a la propagación del virus. Ningún sector tiene culpa alguna en la proliferación de contagios, pero la realidad ha demostrado que no puede darse nada por sentado: un ‘cisne negro’ puede hacer saltar por los aires años de trabajo bien hecho, como destaca el informe ‘Déjate de predicciones 2021’, elaborado por Digital Biz, Larsen, Quint y HP.

Como parte de este informe, se ha entrevistado a directivos de empresas para conocer cómo van a afrontar ese día después. El resultado es sorprendente: casi un tercio de ellos aseguran que mantendrán invariable su estrategia corporativa habitual. El resto está decidido a implementar cambios para aprovechar la coyuntura (29,6%), sobre todo adquiriendo a otras empresas. Otro 28% apostará por la internacionalización e incluso por la diversificación. La pandemia ha demostrado que no es bueno poner todos los huevos en la misma cesta.

 

Los nuevos trabajadores que deja el coronavirus

Si las empresas han sufrido en sus carnes los cambios provocados por la pandemia, los trabajadores han sido la pieza central de estos cambios. El ejemplo paradigmático es el teletrabajo, que en el confinamiento de 2020 fue adoptado por casi 7 de cada 10 empresas, aunque en la mayoría de ellas de forma parcial. La progresiva relajación de las medidas ha llevado a muchas empresas a volver a la oficina desde finales del verano pasado, si bien algunas han comprendido que el teletrabajo ha llegado para quedarse.

El informe ‘Déjate de predicciones’ revela que para el 75,9% de los encuestados, su empresa ha respondido correctamente ante el reto de pasarse al trabajo en remoto. Para algunas ha sido muy sencillo: todo trabajo ‘de oficina’ puede realizarse desde cualquier lugar del mundo en el que se cuente con un ordenador y conexión a Internet. A fin de cuentas, eso es lo mismo que hacen en la oficina…

 

Nueva estrategia de costes

En línea con el teletrabajo, que ha llevado a muchas empresas a cerrar para siempre sus oficinas, llega la necesidad de replantear los costes. Si parte de la plantilla va a trabajar desde su casa (o desde donde quiera), dejan de ser necesarias las enormes oficinas plagadas de despachos, mesas y ordenadores. El nuevo modelo será el de oficinas más sencillas ubicadas en el centro de las ciudades. Espacios abiertos que sirvan para organizar reuniones y eventos, más que para trabajar en sí. Más del 44% de los encuestados afirma trabajar en este sentido. Otro 20% apostará por la automatización para hacer aún más liviana su empresa.

Eso no implica prescindir de trabajadores, aunque el 14% valore recortar plantillas o externalizar algunos servicios. Pero sí supondrá una transformación del mundo laboral en combinación con el auge del teletrabajo: se podrá atraer talento de cualquier lugar del mundo, o trabajar para empresas ubicadas a miles de kilómetros de nuestra casa. Las empresas también podrán jugar esta carta a su favor.

 

Más tecnología en la economía post pandemia

Más que una tendencia, profundizar en la transformación digital debería ser una obligación. La pandemia ha puesto de manifiesto los beneficios de un modelo distribuido, digital y en la nube: es global, nunca para, carece de fronteras (con todo lo que ello conlleva) y ahorra costes sin reducir calidad. Por ello, las empresas están realzando el valor del CIO (Chief Information Officer, o responsable de tecnología), que será el encargado de diseñar e implementar las estrategias de digitalización. El poder absoluto del CEO está en declive, lo que, a su vez, obligará a las empresas a crear un nuevo esquema de funcionamiento en la toma de decisiones.

En cuanto a la transformación más imperiosa, los encuestados apuestan por las herramientas para el trabajo remoto, la nube, la ciberseguridad y la automatización, en ese orden.

 

Nuevos valores tras la pandemia

La pandemia nos ha hecho darnos cuenta de que existen otras formas de vivir, e incluso de disfrutar de la vida. Nos hemos acostumbrado a una vida más hogareña, pero sin renunciar al contacto social (digital). También hemos comprendido que muchas de nuestras actividades habituales en realidad son prescindibles, o que podemos reducir su frecuencia. Quizás recuperemos casi todo cuando vuelva la normalidad (y con más ganas), pero el poso que quedará es el de centrarnos más en valores a largo plazo: buscaremos experiencias que perduren, más que acumular productos, nos centraremos menos en poseer (y más en tener derecho a utilizar) y querremos relacionarnos con marcas más responsables con el medio ambiente, sus trabajadores y la sociedad.

Por ello, solo aquellas empresas que se adapten a esta nueva sociedad -y a sus nuevos valores- lograrán sobrevivir en la economía post pandemia. Y las que ya planifican este nuevo enfoque, lo van a hacer de la mano de empleados que también tengan nuevos valores. De hecho, el 55% de las empresas encuestadas baraja reclutar a trabajadores con habilidades que estén en línea con esta nueva sociedad.

Más de un tercio de ellas buscarán empleados más resilientes, flexibles y adaptables, algo que han demostrado las personas que han sido capaces de modificar por completo sus vidas desde hace un año para evitar contagiar y contagiarse, aun renunciando a sus aficiones o a relacionarse con amigos. Otro 22% buscará a personas capaces de negociar y buscar la solución a los problemas.

De nuevo, quienes han comprendido la gravedad de la pandemia y actúan en consecuencia, serán las mejor posicionadas para ocupar esos puestos. Por el contrario, las personas ancladas en su propio mundo y que han demostrado incapacidad manifiesta para adaptarse a las circunstancias, actuando como si el problema no fuera con ellos, simplemente se quedarán atrás: no están en la casilla de salida. Y el juego está a punto de (volver a) comenzar. Y las reglas han cambiado para siempre.

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