Las empresas se encuentran en pleno proceso de transformación digital. Pero no solo se van a ver afectadas las organizaciones, también los trabajadores tienen que adaptarse a esta nueva realidad.

 

El proceso natural de transformación digital se ha visto poderosamente impulsado por la pandemia. Tanto es así, que las organizaciones han visto como su forma de trabajo ha cambiado radicalmente de un día para otro. El teletrabajo, una medida hasta el momento residual y escasamente implantada en la mayoría de empresas, se ha convertido en la tónica general. Y parece que este cambio ha venido para quedarse, pero no ha sido el único.

Las reuniones presenciales se han visto también limitadas y, en su lugar, han aparecido las videoconferencias. Y con ellas la visión de que quizá no son tan necesarios los viajes de negocios, ya que a través de la pantalla de un ordenador se puede llegar a las mismas conclusiones.

La digitalización cambia a las compañías y, con ellas, cambian sus empleados. De acuerdo al estudio ‘Adaptación Digital 2021’ elaborado por IEBS Business School, casi el 95% de los participantes encuestados afirman que su puesto de trabajo evolucionará durante los próximos tres años. De ellos, el 42,4% considera que su labor será radicalmente distinta, mientras que el 52,1% mantiene que su puesto solo sufrirá algunos cambios.

El impacto de la transformación digital en los trabajadores

La revolución digital conlleva una gran cantidad de ventajas para las empresas que se traducen en aumento de la eficiencia y en disminución u optimización de los costes. Un ejemplo es el mencionado anteriormente de reducir los viajes de trabajo. Al no ser necesarios estos viajes, se ahorran gran cantidad de gastos invertidos en alojamiento, transporte y dietas. Por no hablar del ahorro en horas y de la mayor facilidad para conciliar la vida profesional con la vida familiar.

Para alcanzar este grado de desarrollo, es necesario que los trabajadores se embarquen en un proceso de digitalización y transformación. En muchos casos, sobre todo en aquellos en los que las plantillas están formadas por empleados de mayor edad, estos cambios son complejos y costosos. Los perfiles jóvenes, mucho más acostumbrados a lidiar con la tecnología, acusan menos los cambios. De hecho, para estos perfiles millenials lo que supone todo un reto es adaptarse a un entorno de trabajo anticuado.

Logística, marketing y recursos humanos, los sectores más afectados

A día de hoy la transformación digital no es una opción, en palabras de Óscar Fuente, Director y Fundador de IEBS, sino que se trata de la única forma de sobrevivir en el mercado. La transformación digital no tiene que ser vista como una amenaza, sino como una oportunidad para mejorar.

Pese a afectar a prácticamente todas las empresas, no todas experimentan el mismo impacto. Aquellas dedicadas a la logística, el marketing y los recursos humanos son las que han tenido que invertir mayor cantidad de recursos en formar a sus integrantes para adaptarse.

Las empresas ponen en valor a sus empleados

Otra de las ventajas de la digitalización de las empresas es que los empleados se sienten más valorados por las organizaciones que antes. Según los encuestados, más del 72% de los trabajadores sienten que sus empresas les facilitan el aporte de ideas para mejorar la gestión.

En definitiva, la adaptación de las empresas a un ecosistema digital puede parecer endiablada al principio, pero finalmente terminará reportando grandes beneficios.