Reducir la brecha de género a la mitad incrementaría la riqueza de los países.
Según datos del informe ‘Progress on gender equality far too slow’, elaborado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), incluso una reducción del 25% en las diferencias de participación entre hombres y mujeres en el mercado laboral podría añadir un punto porcentual al crecimiento del PIB de los países involucrados. El crecimiento sería del 2,5% si esa reducción fuera del 50%.
Sin embargo, el reto sigue sobre la mesa, ya que en todos los países de la OCDE las mujeres ganan de media un 15% menos que los hombres de manera injustificada. La cifra apenas ha cambiado en la última década, a pesar de la progresiva conciencia social de lo absurdo de esta situación. Algunos países, por el contrario, cada vez incluyen más políticas encaminadas a erradicar estas diferencias, favoreciendo el acceso de las mujeres a puestos de liderazgo en los sectores público y privado. Estas medidas suelen ir acompañadas de las enfocadas al abordaje del acoso en el lugar de trabajo, que también entroncan con las destinadas a erradicar la violencia de género.
Para mejorar la posición laboral de las mujeres, muchos países comienzan a fomentar el acceso de las jóvenes a carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería e industria), las más demandadas en la actualidad y responsables de la mayoría de los empleos del futuro. Australia, Alemania, Italia, Japón, México o Reino Unido ya disponen de políticas específicas para promover estas disciplinas para acabar con datos como el siguiente: las probabilidades de que las mujeres accedan a un empleo remunerado siguen siendo menores que en el caso de los hombres. También, que las mujeres suelen ser contratadas a tiempo parcial, lo que obstaculiza su promoción y afecta a la remuneración. La maternidad, además, acusa efectos más negativos sobre las mujeres que sobre los hombres, a pesar de las políticas de algunos países europeos respecto a las bajas por maternidad y paternidad, que buscan precisamente repartir la responsabilidad de los hijos. La conciliación es otro de los problemas por resolver. Queda mucho camino por recorrer.
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